Only Mine +18

🌙8-Que me salve Dios.🌙

Jeon Jungkook

Llevaba algunas horas en mi oficina organizando algunas cosas para el próximo viaje que lo haría con TN, pronto sería su cumpleaños y quería hacerle algo especial por suerte ella estaba en la universidad y mi sorpresa no sería descubierta.

Hago algunas llamadas para que mi casa esté lista para cuando tengamos que viajar, no quería ningún error quería que todo salga perfecto y que tuviera un cumpleaños inolvidable.

Observó la hora en mi reloj, en poco tiempo llegaría TN y quería terminar para estar con ella, casualmente Jenny tuvo que viajar lo cual me pareció bien así no tendría que escabullirme en la noche para dormir con mi nena.

La puerta de mi despacho se abre y alzó la vista pensando que era ella, pero solo era Sara vuelvo mi vista a la computadora y sus pasos resuenan en el lugar.

—Lo siento Jungkook no sabia que estabas aquí —dice.

—Sara, mi mujer te dio ordenes de decirme Señor Jeon, por favor respeta la decisión de mi mujer.

—Es la costumbre, trato de adaptarme a las nuevas órdenes de la señorita —dice entre dientes.

—Señora, es señora Jeon —Decirlo se sentía lindo.

Sara no dice nada y hace su trabajo mientras continuó con mis cosas, el ruido de la aspiradora me molesta un poco pero no digo nada ya que solo debía mandar unos correos y me iría.

La aproximidad de Sara comenzaba a molestarme su mano rosaba con mi brazo y podía notar sus intenciones, el ruido de la aspiradora se detiene y me levantó de mi lugar para salir de allí, porque si me quedaba tendría problemas y no los quería. Sin embargó al pararme de mi lugar y girame Sara estampa sus labios con los míos.

La alejó bruscamente, ella cae al suelo estaba molestó por su osadía trato de abrir la boca para gritarle pero mis palabras no salen porque escucho la puerta cerrarse con brusquedad.

TN esta parada sus ojos se oscurecen y su rostro está rojo, que me salve Dios pensé en este momento.

—Mi amor puedo explicarlo — ella se acerca a zancadas y toma a Sara por los pelos.

—Te lo advertí desgraciada, nadie se mete con lo mio.

Sara gritaba por el dolor que TN ejercía en su cuero cabelludo, TN parecía fuera de sí, sus nudillos estaban blancos por la fuerza baja las escaleras y al llegar al último escalón tira a Sara al suelo.

TN le propina una cachetada y la toma con fuerza del mentón.

—Te crees lista no— masculle molesta.

—Lo lamentó no fue mi intención — dice ella llorando.

—Claro que fue tu intención, querías verme molesta al parecer y ahora sabes lo que pasa cuando hacen que me enoje.

TN la agarra del cabello nuevamente y saca a Sara del departamento quedando humillada ante mis guardias y su madre quien va detrás de ella y se disculpa con mi mujer, amenaza a mis guardias con despedirlos si al menos la dejan entrar al departamento y termina por amenazar a Sara una vez más.

La puerta se cierra detrás de ella y gira mirándome molesta, esto volvería a costarme o eso pensé.TN se acerca a mi limpiandome los labios con la manga de su camisa y me besa con rudeza.

A tropezones caemos sobre el sofá se sube en mi regazo y rompe los botones de mi camisa, desabrocha mi pantalón sacando mi pene del bóxer, corro su braga desesperada por sentirme se introduce mi pene en su interior comienza a saltar gimiendo una y otra vez.

—Mio, eres mio Jeon Jungkook y ninguna zorra va a tenerte —dice de manera posesiva lo cual me encantaba.

—Si mi amor, todo tuyo— dice enardecido.

Toma mis labios de nuevo y estira mi cabello con fuerza, golpeo su nalgada escuchando un gemido sobre mis labios mis manos masajean sus tetas las cuales me llevó a la boca y las muerdo.

TN parece una salvaje como se mueve sobre mi, habla puras cochinadas las cuáles me exita y hará que me corra en cualquier momento, me encantaba cuando hablaba de manera sucia.

—Mi amor voy a venirme — la escuche decir y sentí que el corazón latía con fuerza con lo primero que dijo.

Nos corrimos al mismo tiempo, ella se separa y trata de respirar normal me subo sobre ella mirándola con una sonrisa.

—Repite lo que dijiste recién —pedí.

—Que cosa —dice haciéndose la desentendida.

—Por favor.

—Mi amor— dijo y comencé a llenarle la cara de besos ella rie y se aleja.

—Si vuelvo a ver a esa maldita en esta casa te mataré —me advierte.

—No volverá te lo prometo.

Ella deja un casto beso y me recuesto sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón, estaba obsesionado con aquel sonido, cada día tenía un poco más de esperanza de que ella llegue a amarme como yo lo hago.