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N se despertó en una de las noches aún más temprano ya que no quería molestar a sus compañeras al buscar los demás anillos para ellas ya que cada una debía de tener dos, y a él le faltaban sus argollas completas. Bajó de su cama lentamente para colocarse su ropa de siempre y se dirigió a la sala principal para luego ver a J allí con su pijama bebiendo algo de aceite de los frascos de emergencias.

—Buenas noches J ¿Qué haces despierta a estas horas? Y en pijama, si se puede saber. —Aquel se acercó con severo cuidado de hacer que no se moleste por su simple presencia y aquella solo se quedó quieta con su taza en mano para luego mirarlo por unos segundos y peinar su fleco con su mano.

—Solo no podía dormir, nada que te importe...¿Qué estás haciendo tú? Ni siquiera ha salido la luna como para que salgas a cazar.—Arrecostó su mejilla en su palma dándole un sorbo a su dulce bebida y después bostezar.

—Bueno, quería ir con los superiores para preguntar por el papeleo y ya sabes, el resto de anillos, la boda, aunque claro, también iba a matar algunos obreros...—Este se acercó a la diminuta ventana en una de las paredes de la nave.

—¿No irás con V?

—De hecho no quería molestar a ninguna de las dos, también es por eso que voy a estas horas, aunque dudo que ellos estén al servicio, y, estuve pensando... ¿Puedo decirte algo?—Preguntó el masculino estando de espaldas, sin verle la cara a su compañera quien procedió a estirarse en su asiento.

—Habla.—Esta siguió bostezando y él suspiró hasta quedarse en silencio por un segundo.

—...Olvídalo...Te lo diré después, veo que el sol ya bajó, descansa, prometo traer comida suficiente a casa para los tres, dile a V que se quede también.—Este abrió la puerta y directamente se fue volando hasta el centro de la ciudad externa al de los Worker Drones hasta que justamente se encontró con un grupo completo con armamento pesado e incluso varios de ellos llevaban trozos de metales para usarlos como escudo, N temía que fuera muy poco para esa cantidad de personas pero de todos modos se arriesgó y aterrizó fuertemente frente a ellos.

Los cuales sin pensarlo lo atacaron, el dron de desmontaje utilizo sus filosas alas para pinchar el núcleo de quienes se presentaban en las esquinas del grupo pero luego recibió varios disparos en su espalda y piernas, aunque no fue gran cosa para él de todos modos fue hacia ellos y les disparó un cañón eliminando dos más, empezó a beber del aceite de ellos mientras seguía disparando con su brazo tras su espalda hasta llenarse e ir por los restantes.

Que al parecer estaban jugando a las escondidas, porque no los encontraba, aunque vio un rastro de pisadas en la nieve, identificó con su sistema alerta de qué eran dos drones, fue sigiloso siguiendo el camino hasta que encontró detrás de una piedra a quienes buscaba. Un chico rubio y una de cabello violeta con un gorro, antes de que N pudiera reaccionar, la chica de vestimenta oscura disparó en su cabeza con un arma completamente distinta a la que él había visto antes.



—Uzi...¿Qué tan poderosa es esa cosa?

—No lo sé, quiero decir. Muy poderosa Thad, la construí yo, obvio iba a ser poderosa...Eh...¿Está muerto?—Dudó aquella pare luego ver el cuerpo del dron de desmontaje en el suelo sin moverse y soltando destellos de corriente eléctrica. —¿No fue este el que te arrebató los anillos de tus padres?

—Ah...sí, él me los quitó, claro, no creo que esté muerto así que lo mejor sería correr y hacer como si nada de esto pasó, a no ser que se lo quieras contar a tu papá.—Ambos se levantaron del suelo y se acercaron al cuerpo sin pensar en que este se regenaría, los dos se espantaron y estuvieron apunto de salir corriendo pero el ojizverde optó por darle un puñetazo en la cara. —Creo que no debí hacer eso.

Flores En Aceite | Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora