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En un hogar tan vacío y oscuro de tono rojizo se encontraba una joven recién levantada con dolor en su pecho al mirar a sus padres muertos, aún así los trataba como si estuvieran vivos, les dió de desayuno algunos brazos de Worker drones mientras ella se preparaba para otro miserable día sola. Se preparó y llevó a sí misma con la telequinesis de su Solucionador Absoluto la mochila de aquella chica de cabello violeta, la cual siempre veía a lo lejos en su institución, pero pocas veces escuchaba su nombre, jamás pensó que ella tuviera la misma enfermedad que ella e incluso algo peor.

Una vez abrió este se dió cuenta de que habían varios papeles, dibujos y fotografías, entre ellas, una fotografía le llamó la atención.

Era de...tarde, hora en que los drones de desmontaje duermen por los rayos solares que no les permiten vivir. Ni siquiera había anochecido pero hubo una dron de coletas que no tuvo un buen sueño y se vió en la obligación de despertarse, se quedó en pijama y acomodó toda su habitación, en cuanto salió de su cuarto se dió cuenta de que alguien se despertó antes que ella debido a que las luces estaban encendidas e incluso había comida afuera.

Y ella como persona normal, debía de cepillarse los dientes por lo que entró al único baño que había en la nave por desgracia para que lamentablemente se haya encontrado con lo que menos se esperaba.

Ver a N desnudo duchándose.

J se quedó boquiabierta mirando está escena por lo que se forma instantánea tomó la manilla de la puerta y la cerró de un fuerte golpe sin importarle nada, miró el suelo por unos segundos con asco y luego se dió la vuelta tomando por sorpresa a V mirándola de cerca con una sonrisa pícara en su rostro y de brazos cruzados.

—Con que espiando a N bañarse ¿Mmm?...

—¡No lo estaba espiando! ¿Qué haces despierta?

—Pues, tuve un mal sueño, veo que tú y el masoquista también, pero no me cambies el tema ¿Lo viste?~ —V seguía burlándose de su líder la cual estaba molesta por sus ridículas preguntas de metiche pervertida.

—¿Qué te importa? Déjame en paz si no quieres que te calle llenando tu boca de aceite ardiendo.—J se dirigió a la cocina para guardar la comida que estaba afuera y limpiar los mesones sucios en lo que V tomaba un tazón de baterías para comérselas casi somnolienta.

—Buenos días chicas...¿De casualidad alguna de ustedes entró al baño?—Preguntó N con una toalla alrededor de su cintura y con otra más pequeña en manos secando su cabello mojado mirando a sus compañeras de trabajo.

—Fue J.

—¡Maldita!—La pelilarga fue en contra de V lanzándose a ella para tirarla al suelo y sentarse encima de su abdomen para apretar su puño y prepararse para golpear su cara pero está fue detenida por el mayor quien tomó su cintura y la levantó de encima de V pero las piernas de J empezaron a temblar por la sensación de que le hayan tocado su cintura, digamos que es una de sus zonas más sensibles para tocar, por lo menos a ella.

—¡Tranquilas no peleen, fue un error, todos se pueden equivocar!—Afirmaba N antes de recibir una cachetada bien dada por la dron de coletas que se deshizo del agarre del masculino mientras ella jadeaba de la molestia. —Auch...

—¡No me vuelvas a tocar la cintura!...En general ¡No me vuelvas a tocar!—Esta pasó por un lado del más alto chocando con su hombro dirigiéndose al baño cerrando la puerta de la manera más agresiva posible. N vio esto con algo de dolor en su mejilla pero aún así ayudó a V a levantarse y está le agradeció.

—Parece un perro con rabia.

—V... Entiendo que quieras mantener esto con algo de humor y a la vez hacer como si nada estuviera pasando pero si queremos que J maneje su ira tenemos que tratar de no hacerla enojar ¿Qué te parece?

Flores En Aceite | Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora