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El ambiente era cada vez más pesado, era muy noche, todo Copper-9 estaba en un total silencio, sin rechistrar, era una hora en la que no se encontraba ningún ser por ningun lado, ni fuera de las compuertas ni dentro, cada quién vivía una realidad diferente, desastrosa, melancólica, desesperante, contenta, feliz, tranquila o en paz, de cualquier manera, cada quien iba por su lado, solo. Y con miedo en el fondo de lo que sea que ocurra mañana, porque en un lugar tan frío y complicado como ese, cualquiera podía morir al día siguiente...O invocar un virus desesperante en su vida.

—¡No te creo nada! No eres nadie como para ser un familiar repentinamente, sin que me hayan dicho nada antes...

—Я не решал быть частью твоей семьи Узи, я просто... Я знаю, что ты в беде, и хочу тебе помочь. / No decidí ser parte de tu familia Uzi, solo...sé que estás en problemas y quiero ayudarte.—Doll le ofreció su mano a la pelicorta la cuál estaba pensando seriamente en si esto era algún tipo de trampa pero al tardar en tomar una decisión Doll le arrebató la opción de elegir y obligarla a tomar su mano.

—¡Suéltame!—Gritó la pelivioleta por lo que su padre se preocupó y fue corriendo hasta donde se había escuchado el grito de su hija.

—¿Cariño?—Su padre se quedó atónito y con la mirada perdida en el suelo viendo el desastre que había en su habitación, tembloroso, al darse cuenta de que su hija ya no estaba.

Por otro lado N seguía viendo su reflejo en el espejo del baño masculino pensando en lo que sucedería con él y sus compañeras, apenado por todo, llevó una de sus manos a su cabello para desordenarlo demostrando estrés, tomó la manilla del lavamanos para girarla esperando salir agua y mojar su visor pero luego de que se secó notó que el agua que salía se tornaba de un color carmesí y espeso como si de sangre se tratara. Él quedó paralizado viendo esto con un pesar en el pecho hasta que repentinamente se sintió una explosión cerca del lugar como si todo temblará por ello.

La puerta del baño estaba abierta por lo que pudo ver cómo habían drones con sus alas abiertas saliendo volando del lugar llamando a los jefes, este salió del baño preocupado y se dió cuenta de que J y V se estaban quitando los vestidos lo más rápido que podían estando todo el mundo alterado.

—¿¡Qué está pasando!? ¿¡Están bien!?—Él se acercó hacia las chicas para ayudarlas con las vestimentas, J estaba lista y sacó sus alas sin ver a ninguno de los dos para luego ir volando con el grupo de drones de desmontaje que iba en salida.

—Se detectó una nave espacial que aterrizó con vida dentro, tenemos que averiguar qué es para combatirlo ¿Dónde estabas todo este tiempo?—V se terminaba de colocar su característica camisa de trabajo mientras veía al masculino con un rostro de preocupación.

—Yo estaba hablando con un superior ¿Y cómo lo detectaron tan rápido?

—¡No hay tiempo, muévete!—Esta se fue volando con los demás y N le siguió el paso, en el camino pudieron ver como todos volaban en formación de ataque incluyendo J yendo al frente, a un lado del superior y su esposa, por la velocidad en la que iban no tardaron mucho en llegar a la zona en la que esa nave aterrizó. En cuanto llegaron notaron cómo habían rodeado dicho método de transporte armados y protegidos como si se tratara de algún tipo de amenaza.

—¡Eleven sus armas y no bajen la vista! No sabemos si tiene armamento equipado.—Daba por orden la mujer del jefe y todos los presentes obedecieron incluyendo a nuestro trío protagonista.

Esperaron unos cuantos segundos para ver si algo salía de allí, no estuvieron más de quince minutos esperando hasta que de repente la puerta se abrió de golpe haciendo que los líderes dieran el primer paso. —¡Prepárense!— Gritó uno de ellos pero la puerta de la nave se cayó en la nieve causando una pequeña brisa hasta que escucharon el ruido de una tos proveniente dentro de la nave.

Flores En Aceite | Murder DronesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora