8. Adaptarse

91 9 0
                                    

Cuando entraron, Sonic intentó entablar conversación con Shadow, pero este no colaboraba. Shadow por su parte se mostraba neutro y respondía a las preguntas secamente, el ambiente para él se volvió incómodo cuando este le empezó a atiborrar con un montón de preguntas

—¿Te gustan los chilidogs? ¿Cuál es tu banda favorita? ¿Color favorito? ¿Deporte favorito?– preguntaba sin parar. La abrumación y la intensidad del cobalto hacia las preguntas, hacían que el azabache se empezara a poner nervioso y agobiado.

—Yo...ehm...– antes de poder pronunciar una palabra más, Sonic lo interrumpió con otra pregunta. Había estado intentando decirle al cobalto que eran demasiadas preguntas, pero cada vez que lo intentaba, volvía con otra.

—Olvídalo, ¿Cuál es tu saga de películas favoritas? Personalmente mi saga favorita son las de "Descendientes". Tienen buena trama y gran desarrollo de personajes– se pegaba más a él mientras le iba explicando su perspectiva de su opinión.

Jamás había conocido a otro erizo como él mismo, no iba desaprovechar ningún momento. Quién sabe, a lo mejor de allí salía una hermosa amistad...

¿O tal vez algo más?...

—Sonic– la voz tranquila de Maddie lo llamó, frenando en seco al cobalto. El azabache suspiró aliviado, salvado por la campana.—Creo que son demasiadas preguntas para él, ¿Acaso le has preguntado si se sentía cómodo con las preguntas?. Mira cielo, no te lo tomes a mal, pero si sigues así lo vas a colapsar– el erizo azul bajó las orejas y la cabeza avergonzado y arrepentido.

—No me di cuenta, perdón Shadow– se disculpó mirando al vetado

—Eh...acepto tus disculpas– contestó un poco abrumado por las miradas.

—Pero también podrías habérmelo dicho

—¡No me dejaste hablar!– se defendió poniendo sus brazos en jarras

—También es verdad– aceptó el cobalto resignado

—Hablando del Rey de Roma– comentó el hombre haciéndose presente en la conversación—Hemos puesto una cama de más en el ático, Shadow puede dormir ahí– les dijo y se cruzó de brazos con una sonrisa. Sonic se mostraba emocionado con los ojos iluminados mientras Shadow pensaba en que demonios era un ático.

—¡Qué bien! Ven Shads, hay tantas cosas que quiero enseñarte– le comentó tomando sus manos en modo de ensueño. Shadow se puso tenso en cuanto tomó sus manos y lo miró neutro pero también un tanto nervioso. Por su parte, el cobalto lo miraba con intensidad, juraría que salían destellos de sus ojos.

—Ejem, me llamo Shadow, no "Shads"– le reprochó para alivianar el ambiente, y también porque le molestaba el apodo.

—Oh vamos, te queda genial– lo miró con una sonrisa coqueta—¿O prefieres negrura?

—Jhm...– desvío la mirada con un rubor en sus mejillas, Sonic estaba demasiado cerca, casi que podía sentir su respiración. Y esa mirada coqueta, fue lo que le hizo desviar la mirada antes de que el rubor consiguiera apoderarse de sus mejillas.

El cobalto rió ante la acción del moreno, le había parecido tierna de algún modo—Venga, vamos– dijo con tono dulce y se lo fue llevando de las manos hasta el ático mientras la pareja los observaba subir.

—Hm...¿Soy yo o Sonic está muy cariñoso con ese erizo?– comentó Tom al oído de su esposa. Maddie soltó una risilla

—Creo que nuestro pequeño ya no es tan pequeño– le contestó con una sonrisa pícara. Tom sonrió y la abrazó por la cintura mientras veían como entraban al ático.

Amor de contrabandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora