4. Presentimiento

130 10 1
                                    

Al llegar a casa se topó con que todos sus cómics, libros, videojuegos; en fin todas sus cosas estaban desordenadas y esparcidas por el suelo, como si alguien hubiera entrado a robar. Esto extrañó a Sonic, quien guardó sus rings en su cajón de mesita de noche y se apresuró a bajar las escaleras que conducían abajo del ático para comprobar si su familia estaba bien. Cuando las bajó, vio a su familia completamente intacta, aunque con una expresión de preocupación en el rostro, puso observar como toda la casa estaba revuelta al igual que su habitación, como si hubieran estado buscando algo. Confundido y algo preocupado se atrevió a hablar

-¿Pa-pasó algo?- preocupado por el estado de su familia fue acercándose a ellos, quienes se giraron a verlo después de escucharlo

-¡Sonic!- Maddie fue corriendo a abrazarlo, al igual que el resto, aunque Knuckles fué a paso lento- ¿¡Dónde has estado!? ¡Nos tenías preocupados! ¡No puedes desaparecer así porque si sin avisar!- regañó mientras lo miraba sin separarse del abrazo

-Perdón Lady Yoga- se disculpó apenado y correspondió al abrazo

-Ahora...- más tranquila puso sus manos en los hombros del azulado mientras lo miraba a los ojos- ¿Me puedes explicar donde estabas y que hacías?- su expresión cambió de una dulce a una con el ceño fruncido

-Solo...Solo quería limpiar mi nombre- apenado y con lágrimas amenazando por salir de sus ojos, agachó la cabeza y bajó las orejas

-Oh, cariño- su expresión cambió a una más suave- en eso te podríamos haber ayudado

-Perdón- se disculpó otra vez, su madre tenía razón, tuvo que haber avisado y dicho la verdad

-Bueno, ¿Al menos lo encontraste?- preguntó Tom acercándose al azulado

-No- Tom puso una expresión de decepción y comprensión- pero encontré otra cosa, o bien dicho a alguien- de nuevo, el hombre cambió su expresión a una intrigada

-¿Alguien?- ahora todos lo miraban expectantes de una explicación, ¿Cómo que alguien? ¿A quién había conocido?

-Encontré a uno de mi especie en el bosque, solo que este es de color negro con franjas rojas y ojos color rubí, con las púas acabadas en forma de estrella- describió entrecerrando los ojos mientras lo recordaba todo

-Wow, eso es impresionante, ¿Hablaste con él?- lo miró intrigado mientras esperaba su respuesta

-No pude hablar mucho con él, es bastante terco- frunció un poco el ceño al decir eso

-Bueno, no todo el mundo puede ser agradable, dale tiempo- comentó Maddie acariciando la espalda del cobalto

-Aunque, me gustaría conocerlo mejor, es el primer erizo que veo después de mí- melancólico, agachó la cabeza buscando esconder su tristeza

-Bueno, si nos dices dónde lo viste a lo mejor mañana podemos ir a buscarlo- intentó animar la morena con una sonrisa compasiva y dulce

-En el bosque, allí es donde lo vi- contestó volviendo a subir la cabeza esperanzado, estaba deseando conocerlo mejor, la emoción lo carcomía por dentro

-Pues mañana buscaremos en el bosque, por el momento vamos a dormir- Maddie se levantó y acompañó a las criaturas a su habitación (el ático) y les deseeo las buenas noches junto a su esposo para luego apagar la luz y bajar de nuevo, dejando que reine la oscuridad y la paz de la noche junto con unos rayos de luna entrando por la ventana

-¿Sabes al menos como se llama?- se atrevió a preguntar el zorro mirando a su amigo

-Este...no- respondió frustrado

Amor de contrabandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora