El reloj

291 16 4
                                    

Ahora no solo Max se encontraba pensando mucho en Sergio, Sergio también se encontraba pensando mucho en Max.

Después de su conversación en el paddock, Max y Sergio continuaron con sus actividades diarias en el mundo de la Fórmula 1. Ambos intentaron mantener la normalidad en su relación, pero algo había cambiado sutilmente entre ellos.

Sergio encontraba difícil apartar de su mente las palabras de Max. Había algo en la manera en que Max lo miraba, en cómo hablaba cuando pensaba que Sergio no estaba escuchando, que hacía que Sergio reconsiderara lo que realmente sentía por su amigo. Aunque había pasado mucho tiempo desde que Sergio había pensado en alguien de esa manera, Max había logrado despertar algo en él que había estado dormido durante mucho tiempo.

Una tarde, después de una sesión de práctica, Sergio decidió que necesitaba hablar con alguien de confianza sobre lo que estaba sintiendo. Se dirigió al motorhome del equipo contrario, donde sabía que encontraría a alguien dispuesto a escucharlo.

Carlos, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó Sergio, encontrando a su compañero revisando algunos datos en su computadora portátil, después de todo Carlos estaba con charles, algo bueno podía sacar de ahí.

Carlos levantó la mirada, notando la expresión seria de Sergio. Asintió y cerró la computadora, indicando que estaba dispuesto a escuchar.

Claro, Sergio. ¿Qué sucede? —respondió Carlos, dejando claro que estaba listo para cualquier cosa.

Sergio se sentó frente a Carlos, tomando aire antes de comenzar.

Es sobre Max —comenzó Sergio, eligiendo sus palabras con cuidado. Sabía que Carlos era alguien en quien podía confiar, pero también quería asegurarse de explicarse correctamente.

Carlos asintió, esperando a que Sergio continuara.

Recuerdas lo que pasó en la fiesta hace unos días, ¿verdad? —preguntó Sergio, asegurándose de que Carlos estaba al tanto de la situación.

Carlos asintió nuevamente, recordando vagamente la atmósfera de la fiesta y cómo Max había parecido más abierto de lo normal.

Sí, recuerdo. Max estaba... un poco fuera de sí esa noche —respondió Carlos con sinceridad.

Sergio suspiró, sabiendo que tenía que ser completamente honesto con Carlos.

Max me dijo que siente algo más por mí. Algo que va más allá de la amistad —confesó Sergio, buscando la reacción de Carlos.

Carlos arqueó una ceja, sorprendido por la revelación.

¿En serio? No me lo esperaba. ¿Y tú qué sientes al respecto? —preguntó Carlos, interesado en la respuesta de su amigo.

Sergio tomó un momento para considerar su respuesta. Sabía que no podía ignorar lo que sentía, pero también quería asegurarse de no lastimar a Max.

No estoy seguro, Carlos. Es... complicado. No he pensado en alguien de esta manera en mucho tiempo. Pero hay algo en Max que me hace reconsiderar muchas cosas —explicó Sergio con sinceridad.

Carlos asintió comprensivamente, sabiendo lo difícil que podía ser enfrentar sentimientos inesperados.

Entiendo, Sergio. Es normal sentirse confundido en una situación así. ¿Has hablado con Max sobre esto? —preguntó Carlos, buscando entender mejor la situación.

Sergio negó con la cabeza.

No aún. Quiero estar seguro de lo que siento antes de abordar esto con él. Max es un buen amigo y no quiero arruinar nuestra amistad si las cosas no funcionan como él espera —respondió Sergio con honestidad.

Carlos asintió de nuevo, mostrando su apoyo a Sergio.

Entiendo, cabron. Tómate tu tiempo para pensar en esto. Y recuerda que siempre estoy aquí si necesitas hablar más sobre esto —dijo Carlos, ofreciendo su apoyo incondicional.

Sergio sonrió, agradecido por tener a alguien como Carlos a su lado.

Gracias, Carlos —respondió Sergio sinceramente.

Con la conversación con Carlos, Sergio sintió que había aclarado un poco sus pensamientos. Sabía que no podía posponer indefinidamente hablar con Max sobre lo que sentía, pero al menos ahora tenía una idea más clara de cómo quería abordar esta situación delicada.



Esa misma tarde, cuando Sergio se dirigió a su lado del taller no pudo evitar ver una cajita envuelta y un papel que tenía su nombre.

"Para Sergio, se que te gusta coleccionar relojes, se que este no es caro pero tiene una linda historia detrás"

Sergio sonrió suavemente, conmovido por el gesto reflexivo de alguien que claramente conocía sus intereses y se preocupaba por hacerlo sentir especial. Sin perder más tiempo, desató con cuidado el lazo alrededor de la caja y abrió la tapa con expectación.

Dentro encontró un reloj antiguo pero bien conservado. Tenía una esfera elegante y clásica, con una correa de cuero gastada pero aún resistente. Sergio podía sentir el peso de la historia detrás de ese pequeño reloj, y eso lo hizo apreciar aún más el regalo.

No tuvo que pensar mucho para descubrir quién había dejado el reloj ahí.

Esa misma tarde, después de haber recibido el reloj, Sergio no podía dejar de mirarlo. Decidió que quería conocer más sobre la historia detrás de este regalo tan especial. Se acercó a Max, quien estaba ajustando algunas configuraciones en su monoplaza.

Max, este reloj es increíble. Pero me dijiste que tiene una historia detrás. ¿Podrías contármela? —preguntó Sergio, con genuina curiosidad.

Max sonrió, asintiendo con la cabeza. Había esperado que Sergio preguntara y estaba listo para compartir la historia.

Este reloj perteneció a mi abuelo. No es un reloj caro ni de marca conocida, pero es muy especial para nuestra familia —comenzó Max, su voz llena de calidez y nostalgia.

Sergio escuchó atentamente mientras Max continuaba.

Mi abuelo era un hombre sencillo pero con un gran corazón. Trabajaba como mecánico en un pequeño taller en nuestro pueblo. No tenía mucho, pero siempre encontraba tiempo para ayudar a los demás. Este reloj fue un regalo de su mejor amigo, otro mecánico que trabajaba con él durante años. —Max hizo una pausa, recordando las historias que su madre le había contado sobre su abuelo.

En su cumpleaños número 50, su amigo le regaló este reloj como símbolo de su amistad y del tiempo que habían pasado juntos. Mi abuelo siempre decía que este reloj no solo le recordaba la amistad, sino también la importancia de valorar cada momento y a las personas que tenemos a nuestro alrededor —continuó Max, su voz mostrando el respeto y el amor que sentía por su abuelo.

Sergio miró el reloj con nuevos ojos, entendiendo ahora el profundo significado que tenía.

Cuando mi abuelo falleció, el reloj pasó a mi madre, y luego a mí. Siempre he pensado que este reloj debía ser entregado a alguien que realmente lo valorara y entendiera su significado. Y creo que tú eres esa persona, checo —dijo Max con sinceridad, mirando a Sergio a los ojos.

Sergio se sintió profundamente conmovido por la historia y por el gesto de Max. Sabía que este no era solo un regalo, sino una muestra de confianza y aprecio muy especial.

Max, esto es... increíble. Estoy realmente honrado de recibir algo tan valioso y significativo. - respondió Sergio con sinceridad, sintiendo una conexión aún más fuerte con Max.

Max sonrió, aliviado y feliz de ver cuánto significaba el reloj para Sergio.

Sé que lo harás —dijo Max, sintiéndose más cerca de Sergio que nunca.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, permitiendo que la historia del reloj se asentara entre ellos. Este pequeño pero significativo gesto había reforzado aún más la conexión entre Max y Sergio, llevando su amistad a un nuevo nivel de confianza y aprecio mutuo.

Obsessed | Chestappen Where stories live. Discover now