CAPÍTULO 1

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— ¡Umai!¹

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— ¡Umai!¹

— ¿Eh? —un joven de cabellos burdeos sintió un escalofrío recorrer su cuerpo— ¿Es un dejavú?

— ¡Umai! —alguien gritaba en la barra del restaurante, mientras que tomaba otro mordisco seguido de otra afirmación— ¡Umai!

— ¡Qué ruidoso! —se quejó un pequeño acompañante rubio del joven de cabellos burdeos— ¿Por qué sigue gritando?

— Calma Zenitsu —replicó el joven, agitando sus manos—, ¡Debe estar realmente delicioso su platillo, hay que pedirlo!

— ¡Tanjirooo! —el rubio se quejaba en modo de súplica sin razón aparente.

— ¡Umai! —seguía oyéndose desde la barra.

— Gonpachiro, más te vale pedir lo que come ese raro, ¡Tengo hambre! —demandó el tercer acompañante con una sonrisa de oreja a oreja, era un adolescente con una notoria musculatura de cabello negro con puntas azules.

— ¡Claro Inosuke! —el joven se levantó con un espíritu amable— Le preguntaré.

Y con esa sentencia, Kamado Tanjiro se decidió a ir hasta la barra del restaurante de fideos de la recién casada pareja Obanai conformada por Iguro y Mitsuri mientras visualizaba de dónde provenía el grito, hasta que se fijó en la espalda de un joven con cabello largo, rubio y de puntas rojas. "Que estilo tan vistoso", pensó a sus adentros, parecía tener un cabello en llamas.

— ¡Rengoku-san! —exclamó sonrojada la mujer de escote vistoso y cabello exótico de colores rosado y verde, hablaba con un aspecto bastante infantil— ¡Me alegra tanto verte de nuevo!

— ¡Kōhai!² —habló con fuerza y muy animado el llamado Rengoku— ¡Es un gusto verte! Ha pasado un par de años, ¡Ya te casaste! —el susodicho aún no paraba de comer entre cada oración y gritaba sin ver a la señorita, solo veía a la dirección en frente de él sin un objeto en específico— ¡Con Obanai, bastante obvio! ¡Felicidades nuevamente! —exclamó, volviendo a comer.

La señorita de cabellos exóticos se sonrojó y apretó sus propias mejillas risueñas, comenzó a balbucear palabras como "Mi lindo esposo", o "Siento que es el destino".

Mientras tanto,  Tanjiro siguió avanzando con pasos decididos hacia la barra, donde el joven de cabello ardiente continuaba disfrutando su comida con entusiasmo. El aroma de los fideos y el bullicio del restaurante llenaban el ambiente de una calidez acogedora.

—Disculpe —dijo Tanjiro con una sonrisa, inclinándose ligeramente en señal de respeto—. No pude evitar notar lo mucho que disfruta su comida. ¿Podría decirme qué está comiendo? Mis amigos y yo estamos muy interesados en probarlo.

Rengoku levantó la vista, sus ojos brillaban con la misma intensidad que su cabello.

—¡Claro que sí! —respondió con una voz llena de energía—. ¡Estoy comiendo el especial de la casa! Fideos con caldo de cerdo, vegetales frescos y un toque especial de especias secretas del chef Obanai. ¡Es absolutamente delicioso!

Nuestra "En otra vida". [KyoTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora