Capítulo 4

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Hyunjin se encontraba completamente ansioso, moviéndose de un lado a otro, con su cuerpo temblando, sus labios agrietados de tanto morderlos y sus manos picaban tanto que se las tenía que rascar fuertemente.

Tiraba fuertemente de sus cabellos, desesperado por completo por tener algo que pudiera calmarlo en ese momento.

Cigarrillos, él necesitaba cigarrillos. Pero no tenía dinero para comprarlos.

Nadie le quería dar trabajo debido a su pasado en el barrio, ni siquiera podía conseguir algo parándose en los semáforos y pidiéndole dinero a los autos que frenaban allí. Jeongin estaba a punto de cumplir sus dos añitos, era invierno, y ni siquiera tenían un cubrecama para no sentir frío por las noches.

Desde que Eunwoo los dejó en la entrada del D.K.O, fue Ten el único que se preocupó por ellos ya que, por miedo a salir, aun no podía retomar el contacto con su abuelo, y, por ello, se fueron a vivir juntos.

─Hyunjin, por favor ─advirtió Ten, quien mecía a Beomgyu en sus brazos luego de haberle dado su biberón, mientras que Jeongin se encontraba casi dormido en un viejo sofá que había traído de la casa que anteriormente habitaba─. Debes tranquilizarte, tu aroma puede alterar a los niños y pueden despertarse.

Esa sola idea le hizo fastidiarse aún más, eran las once de la noche y los bebés ya no podrían desvelarse ya que, cuando lo hacían, ambos lloraban fuertemente hasta la mañana del día siguiente, sin que nada pudiera callarlos.

Hyunjin solo se apoyó en la ventana, mirando hacia afuera como si hubiera algo interesante allí. Comenzó a comerse las uñas hasta sacarse sangre, totalmente desesperado por tener algo de nicotina en su cuerpo.

Entonces, sin poder esperar más, fue hacia su habitación para buscar un abrigo y dirigirse rápidamente hacia la puerta, aunque antes de girar el picaporte, Ten llamó su atención.

─¿A dónde vas, Hyunjin? ─preguntó apretando sus dientes─, es muy tarde para salir, y hace mucho frío.

Hyunjin valoraba mucho el cuidado del omega hacia él, después de todo, Ten era dos años mayor que él y, de alguna forma, sentía que necesitaba que alguien se preocupara por él, ahora que su madre estaba en la cárcel.

Pero aun así, él tenía que salir.

─Voy a volver tarde ─habló rápidamente, subiendo el cierre de su abrigo─, así que no me esperes─ continuó encarando para salir, pero Ten se puso de pie cautelosamente, mientras sostenía a un adormecido Beomgyu en sus brazos.

─Hyunjin, por favor ─suplicó el omega─, el D.K.O está muy peligroso ahora, incluso más que antes ─continuó, mordiendo sus labios─. Por favor, quédate.

El omega menor solo soltó una risa cansada, como si no se sintiera interpelado por su advertencia.

─¿Peligroso? ─preguntó Hyunjin respectivamente para volver a reír─, ¿tú crees que con toda la mierda que he vivido pueda volver a sentir miedo?

Y Ten solo bajó la vista, retrocediendo para volver a sentarse a mecer a su bebé. Porque Hyunjin tenía toda la razón, él había pasado por tantas cosas en ese último tiempo que ya no debería temerle a nada.

Pero aun así, Ten sentía que debía advertir sobre los peligros del D.K.O.

Hyunjin, al sentirse un poco culpable, se acercó un poco al omega para acariciar su hombro en señal de comprenderlo, y para que este pudiera perdonarle por su actuar.

─Entiéndeme, Ten ─habló el menor, pasando su hombro de arriba hacia abajo en un vaivén─. Sé cómo manejarme solo en la calle, no te preocupes por mí ─continuó y el omega le regaló una sonrisa.

LIVE FOREVER | lixjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora