Jeongin podía escuchar desde el vestuario como sonaban los tambores, como gritaba la gente y, sobre todo, las presentaciones de los equipos.La categoría sub 13 del HCU se enfrentaba ante la del Cerezo Osaka, la cual ya era reconocida por haber ganado varios títulos. Sin embargo, eso no hizo que el equipo coreano se dejara estar.
—Chicos, escúchenme bien —habló Choi, esta vez haciéndole señas para que formen una enorme ronda y él se encontrara en el medio—. Tendremos un fin de semana muy largo y los necesito a todos muy despiertos y atentos —prosiguió, observando la mirada de todos los chicos puestos sobre él—. Recuerden todo lo que hemos aprendido en las prácticas, tanto ayer como en el D.K.O.
Los pequeños betas se veían concentrados en sus palabras, sin pestañear ni desviar la mirada para no perderse nada del discurso que les estaba dando el entrenador Choi. Pero quien sí parecía estar en dos lugares a la vez, era el mismísimo Jeongin.
El omega ya se imaginaba dentro del campo de fútbol, de hecho, su motivación aumentó cuando le dijeron que será titular durante todo el torneo. También, se le cambió de posición y ahora juega como delantero central, jugando con la camiseta número nueve. Jeongin estaba muy feliz, tanto, que quiso compartirlo con su madre, si no hubiera sido porque la noche anterior le gritó tantas cosas hirientes.
Y él se arrepentía, porque solo estaba enojado.
Enojado por el hecho de que quien fue el mejor alfa en la vida de Hyunjin no era su padre, sino, que este era una persona horrible. Y no entendía por qué su madre fue a meterse con un alfa así. Estaba enojado, porque Jeongin no quería ser como él.
Ningún familiar te define, Jeongin. Ninguno. Ni siquiera yo mismo. Tú eres otra persona y no tienes nada que ver con los comportamientos de cualquiera que lleve tu sangre.
Pero... ¿acaso su madre tiene la culpa?
—¿Entendieron, chicos? —gritó Choi, sacándolo de sus pensamientos mientras arengaba a los jóvenes que lo estaban escuchando.
—¡Siii! —gritaron todos al unísono, para luego saltar y enloquecerse antes de que les dijeran que podían salir al estadio.
El Nagai estaba lleno de emoción y energía. El Torneo Amistoso Juvenil estaba a punto de comenzar, y las categorías Sub 13 y Sub 15 de los equipos más talentosos de la región se reunían para competir.
Mientras tanto, en la tribuna, Hyunjin se sentó en su asiento, nervioso y emocionado. Poco le importó aquello que le había dicho su hijo la noche anterior, porque el sentía que de alguna forma se lo merecía.
Sin embargo, no pudo seguir pensando en ello, no cuando una voz en el megáfono comenzó a hablar.
¡Bienvenidos al Estadio Nagai de Osaka! ¡Estamos reunidos aquí para presenciar la inauguración del Torneo Amistoso Juvenil!
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LIVE FOREVER | lixjin
Fiksi PenggemarEn un lugar donde triunfar es imposible, Hwang Jeongin enfrenta las adversidades deseando sobresalir con sus habilidades... y también quiere saber quién fue Lee Felix en la vida de su madre. Segunda parte de OUT OF TIME.