LIVE FOREVER | lixjin

Capítulo 3

ADVERTENCIA: Hay mención de un tema delicado.

...

Mientras escuchaba las risas de Karina y Haechan, Wooyoung soltó un grito de furia, de esos que le daban miedo a cualquiera y tendían a destruir todo lo que encontraban, mientras rompía el papel que decía que Jeongin, ese hijo por el cual renunció a todo creyendo que era un alfa, al final resultó ser omega.

Karina se endureció ya que no podía sentir nada negativo debido a su embarazo, por lo que solo se limitó a quedarse callada y con la vista baja, sin volver a espetar palabra alguna.

—Cálmate, Wooyoung —advirtió Haechan —, no te permitiré que hagas un escándalo en mi consultorio.

Pero Wooyoung ya no podía escuchar a nadie, encontrándose completamente nublado por la ira. Se sentó en una de las sillas y colocó sus manos en su rostro, mientras emanaba feromonas fuertes y dominantes, por las cuales los omegas comenzaron a ventilar el lugar.

—¿Cómo pudieron engañarme? —preguntó con su voz quebrada— , ¿Tan estúpido fui? ¿Cómo pudo ser? Yo lo tenía todo controlado...

Hubo un silencio por media hora, mientras se escuchaban los lamentos del alfa puro. En eso, uno de sus guardias entró desde afuera y se acercó a él, ya que anteriormente había escuchado gritos provenientes de allí.

—¿Ocurre algo, Jefe? —preguntó, pero el alfa no respondió, sino que dejó ver su rostro lleno de furia, con su mandíbula apretada y sus ojos negros que no transmitían más que ganss de salir corriendo de allí.

En ese entonces, Wooyoung se volteó para observar a Karina, quien seguía llevando a cabo su embarazo a pesar de que el alfa había roto el lazo al marcar a otro omega.

Se puso de pie y se acomodó la corbata, sin quitarle la mirada.

—Prepara a los niños cuando llegues a tu casa —espetó con una voz firme—, luego una furgoneta pasará por ustedes.

La omega asintió mientras acariciaba su vientre, tratando de evitar sonreírle al alfa, y más cuando este se acercó y la tomó bruscamente de la mandíbula. Pero lejos de alejarse o disgustarse, Karina ya estaba totalmente acostumbrada.

—Tú te vuelves conmigo —afirmó el alfa y ella asintió mecánicamente.

En todo el camino a su casa, Wooyoung fue largando feromonas fuertes que casi desmayaban a los mismos alfas que lo cuidaban. Al bajarse, le pide a uno de sus guardias que llame a Eunwoo, porque él no pensaba bajar.

No quería ver a Hyunjin, ni mucho menos a Jeongin. Es más, el hecho de que tuviera su marca le causaba repulsión. Como no tenía nada para darle, mucho menos un hijo alfa, Hyunjin no era más que un sucio omega para él.

Eunwoo se dirige hacia la furgoneta y el alfa puro bajó el vidrio de su ventanilla, mientras le daba las llaves de otros de sus vehículos.

—Necesito que hagas un trabajo para mí —ordenó Wooyoung mientras se colocaba las gafas de sol.

—Lo que usted diga.

—Lleva a ese omega y a su hijo lejos de aquí —afirmó—. Elige el campo más alejado de la ciudad, pídele que se baje y en cuanto se den vuelta, les disparas.

Eunwoo se le quedó viendo sin poder entender qué estaba pasando. Cómo, si hace unos meses Wooyoung no hacía más que cuidar a ese omega con su hijo, dejando todo lo que había construído ya que se estaba asegurando que tenía un heredero alfa.