LIVE FOREVER | lixjin

Capítulo 12

—Los labios de Felix saben muy bien, ¿no, mamá? —preguntó Jeongin entre risas, y Hyunjin, con su rostro rojo de la vergüenza, tuvo que llevar una mano a su boca.

—¡Ya basta, niño insolente! —regañó, pero su hijo solo gritó— Ya no me avergüences con eso.

Jeongin tenía que estar en el Nagai en una hora y, luego de haber tenido su rutina de entrenamiento, quiso pasar a saludar a su madre a su habitación, quién se encontraba desayunando y mirando televisión.

Por ello, aprovechó para molestarlo con lo que había ocurrido la noche anterior. Su madre había besado a Felix, y se veían muy bien juntos.

Y ahora, Jeongin le iba a cobrar todos esos comentarios incómodos que se han hecho delante suyo, sin borrar esa sonrisa pícara en su rostro.

—No me molesta que Felix sea mi nuevo papá —agregó Jeongin, cruzándose de brazos en la cama—. Es guapo, me compra comida y no apesta a quemado.

—Innie, ya basta —insistió Hyunjin, avergonzado— Déjame desayunar tranquilo.

Pero Jeongin no iba a ceder tan rápido.

—¿Qué? —insistió, ubicándose a su lado— ¿Acaso no puedo hablar de mi futuro papá?

Hyunjin le dio un suave golpe, y su hijo estalló en risas.

—Si no paras con eso —advirtió Hyunjin—, no iré a verte jugar esta tarde —espetó, y las risas del niño pararon, pero su sonrisa no se borró de su rostro.

—Lo siento, mamá —se disculpó Jeongin, abrazándolo— Solo quiero divertirme un poco, y... también quiero verte feliz.

Hyunjin sonríe y le devuelve el abrazo a Jeongin, aunque aún se sentía un poco avergonzado.

—Está bien, mi amor —respondió Hyunjin, besándole la frente— Solo que... creo que te estás precipitando un poco al llamarlo papá.

Esta vez, el omega se separó del abrazo y se quedó mirando a su madre de frente.

—¿Por qué, mamá? —preguntó, enarcando una ceja— Yo vi que tú y Felix se llevan muy bien, él te quiere mucho y no te pega —continuó, mientras Hyunjin se removía incómodo con lo último— Si ya todo está bien, ¿por qué aun no pueden estar juntos?

—Porque con Felix aun tenemos que aclarar algunas cosas, hijo —le dijo, acariciando su cabello.

—¿Cómo qué? —volvió a preguntar el niño, quien esta vez se comió una parte de su desayuno, en lo que él estaba distraído— ¿Aunque sea puedo saber por qué se dejaron de ver?

Hyunjin mordió su labio.

—Tú aun no puedes saber porque eres un niño.

—Tengo trece —respondió Jeongin, rodando los ojos—, nada puede ser más traumático que saber lo que hicieron con ese disco.

—¡Jeongin, basta! —gritó Hyunjin, indignado, y Jeongin volvió a estallar en risas.

Sin embargo, Hyunjin seguía recordando muy bien lo que había pasado la noche anterior, las bonitas palabras de Felix, el haberle dicho que no le importaba lo que había ocurrido con él, ni mucho menos que estuviera marcado o con un lazo roto.

Sin embargo, había algo que aún no se sabía.

¿Qué pasaría si Jeongin es el elegido?

¿A dónde lo iban a llevar?

¿Felix querrá ir con ellos? ¿O tendrá asuntos más importantes que atender en Australia?

Sacudió la cabeza y volvió a dejarle un beso a su hijo.