Capítulo 16

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ADVERTENCIA: mención de temas delicados.

•••

Felix recordaba perfectamente las palabras de su doctor, aquellas que resonaban en su mente.

Vas a poder marcar a tu omega —espetó el doctor Smith, enarcando una ceja después de ver los miles de estudios que se había hecho—, pero no sé si puedas embarazarlo.

Durante un segundo, Felix se quedó en silencio, sin saber si debía preguntar algo más. Alzó la vista hacia el doctor, mirándolo despreocupado.

Luego de haber visto a Hyunjin, de que su alfa interior haya reaccionado como lo hizo, y de verlo tan lejos de Jung Wooyoung, no dudó en volver a realizarse estudios y pruebas, una vez que había llegado de Osaka.

Las pruebas con Hyunjin, su omega, daban una buena pinta, más al saber que su posición era dominante.

Sin embargo, el diagnóstico de su doctor lo hizo pensar.

Hyunjin siempre le hizo saber que no tenía hijos, aun sin saber la verdad sobre Jeongin. Comprendió su postura después de todo lo que habían vivido con Jeongin, desde su concepción hasta ahora, cuando el niño le había hecho sentir mal la última vez que se vieron, en Osaka.

Eso, y después de leer su carta.

La idea de un hijo con Hyunjin había pasado de ser totalmente lejana. No era que no quisiera uno; tal vez en el fondo, se preguntaba cómo sería una vida con un pequeño a su lado y, sobre todo, con Hyunjin llevando un hijo suyo.

Sin embargo, solo decidió asentir.

—¿Podré al menos anudar en su interior? —preguntó, casi en un susurro, como si no estuviera seguro de si quería saber la respuesta o no.

Él sabía que podía, pero aun así, necesitaba otra persona que le dijera que sí, que podía marcarlo, que podía afianzar ese lazo que ellos tenían, con mucha más fuerza.

Claro que sí, Felix. Puedes hacerlo —contestó el doctor con una sonrisa tranquilizadora—. Es tu omega, claro está. Pero... En términos coloquiales, no sé si tu semen tendrá la fuerza suficiente para preñarlo, al menos no después de la marca.

Felix asintió en silencio, con la mirada perdida en un punto indefinido. Sentía una mezcla de calma y desilusión, aunque no sabía cuál de las dos iba ganando, sin embargo, decidió evadir ese tema.

Y sus pensamientos giraban alrededor de Hyunjin, de lo que significaba realmente tener una marca, un vínculo tan profundo. Marcar a su omega era un paso que ambos deseaban, una confirmación de su amor y compromiso, algo que llevaban esperando desde hacía tiempo. Desde que lo conoció.

Aun así, se molestó en pedir anticonceptivos de emergencia a la enfermera que merodeaba por allí.

Felix tenía una de las pastillas en la boca, mientras que Hyunjin, empacado, con un puchero en sus labios y cruzado de brazos, le gruñía fuertemente.

—Hyunnie...

—¡No quiero! —gritó, tapándose la cara con un almohadón— ¡No quiero... pastilla!

Felix rodó los ojos, recordando los instintos omegas.

—Hyunjin —advirtió Felix, con un tono firme—. Si no los tomas, tendrás un bebé...

Al escucharlo, Hyunjin lo miró, y no pudo evitar largarse a llorar.

Felix se preocupó, dejó la pastilla en la mesa de luz, para correr a abrazarlo. Hyunjin lloraba desconsoladamente, sus lágrimas caían de a montones.

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