Decisiones
Fueron las tres semanas más largas de su vida, viendo a Alejandro de lejos, ahora evitaba cualquier contacto físico con él, Danielle insistia en volver a molestarlo pero Hang, por alguna razón lo justficaba "Debe estar cansado, no molestes Danielle" "Alex siempre fue aburrido, nunca decía nada o se quejaba, era obvio que se cansaría de él"
"¿Cansarme de él? no, no estoy cansado de él, estoy...aterrado"
Las sesiones de tutoría terminaron más rápido de lo que esperaba, los días se le pasaron volando y, nuevamente, estaba en semana de exámenes. Era una perfecta excusa para alejarse de sus amigos, le dolía pensar en él, buscarlo en cada cambio de clase y apartar la mirada antes de encontrarlo, jamás debió dejar que esto escalara a tanto, que le doliera, ponerse un límite de que podía permitirse sentir o hacer, pero eso era su personalidad entera a los dieciocho años, forzar los límites e ir en contra de las reglas ¿Desde cuando iba en contra de sus propias reglas?
Desde que le dijo a Adrian que Alejandro había amado la comida, este no dejó de darle bolsas de papel con comida, ya no se opone, esperaba, todas las mañanas, antes de subirse a la motocicleta, sentir la bolsa de papel y calcular su peso mientras pensaba en que le habría mandado Adrian esta vez y por que no se las daba él mismo en persona. Todos los días eran iguales, Le entregaba la bolsa de papel a Alex, solo esperaba a que la abriera para poder verificar si sus deducciones en la mañana eran correctas y se iba. Eso era todo y sentía que su silencio lo mataba por dentro.
Hoy fue cuando finalmente llegó a su límite. En un intento desesperado por pensar en algo más que no fuera la cara del latino cuando estaba solo, volvió a caer en los encantos de Caroline. Estaban en el baño, él la empujaba contra la pared mientras recorría sus labios y cuello con su boca, besándola, deseando que los sonidos placenteros que ella le otorgaba fueran suficientes para calmar su pecho adolorido, escurría sus manos por debajo del sujetador de la chica, había hecho esto tantas veces antes que él la conocía a la perfección, de todos modos, fue la primera pareja formal que presentó ante su familia.
Caroline enterraba sus manos en el cabello de Damián, deseosa se sentirlo más cerca, de fundir su cuerpo entero con el de ella, sentía el escalofrío de sus labios fríos y sus manos acariciando cada centímetro de su piel. Extrañaba a Damián más de lo que le gustaba admitir. Sentía un cosquilleo cuando el contrario jugaba con su piercing en la lengua, echó la cabeza para atrás cuando sus labios volvieron a su cuello. Caroline tenía más o menos la misma edad de Damián, el asunto con ella era que había entrado tarde a la escuela, cuando empezaron a salir se comportaban como los padres del grupo, Hang siempre era el revoltoso y Danielle se quejaba de que se besaran frente a ellos, podía ser asqueroso pero fueron los días más gloriosos de ambos.
Si Damián no se encontrara tan desesperado como estaba ahora jamás hubiera vuelto con ella, por que ella lo engañó, pisoteó su orgullo y le escupió a su confianza. Besar a Caroline era como estar ebrio, podrías embriagarte de sus besos y deleitarte con su cuerpo pero una vez volvías a estar sobrio te arrepentías de haber bebido. Para Damián volver a estar con Caroline era volver a atarse la misma correa al cuello.
-Damián...
La voz de ella estaba cargada de un deseo arrebatador, sentía la pasión comerle por dentro, quería desnudarla, quería verla rogar por su nombre, rogar por él. Ella tampoco se quedaba atrás, los besos y caricias ya no eran suficientes, por eso, cuando Caroline bajo sus manos hasta la entrepierna del contrario Damían no pudo evitar decir el nombre incorrecto.
Ahí mismo se acabó el momento de pasión, fue como si a ambos les hubiera caído un balde de agua fría, se quedaron parados, mirándose directamente a los ojos. Caroline tenía los ojos cristalinos.
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Price: Damián I (Beta)
Romance"No mereces amar ni ser amado, naciste roto y quien vaya en contra de esta ley de la naturaleza terminará hecho polvo" Damián Price es arrogante, manipulador, cruel y jamás pide perdón. Siendo el hijo bastardo que más detesta su madrastra se ha cria...