Capítulo XII

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Culpa

—Entonces...— Adrian terminaba de empacar la comida, Damián lo esperaba recargado en el umbral de la puerta, jugaba con las llaves, aún se sentía extraño después de lo sucedido con Alex, pero necesitaba ser menos evidente —¿Cómo van las cosas con Alejandro?

Casi se atragantó con su saliva, las llaves se le cayeron de la mano, miles de escenarios y respuestas se hicieron presente en su cabeza, tosió un par de veces, escuchaba de fondo las risas ahogadas de su hermano.

—¿Qué? ¿Por qué la pregunta?

—Bueno, llevas días llevándole mi comida, pensé que ya serían amigos o algo

—Solo le doy la comida y me largo

—¿No te quedas a preguntar si le gustó?— Su hermano hizo un puchero, le extendió la bolsa a Damián, este se la arrebató.

—No, no me interesa, tampoco es como que se niegue, probablemente sea lo único que come en el día— Esta vez la bolsa pesaba un poco más, miró, entendiendo las ideas de su hermano, frunció el ceño —Ni lo pienses

—Vamos Dan, te haría bien compartir momentos con él— Le dió un leve empujón juguetón —Podía sentir esa tensión palpable entre ustedes dos

—Púdrete— Sacó el otro recipiente, se lo extendió —No pienso comer con él

—Bueno, me ha dicho un pajarito que ya no lo molestas, eso es un avance bueno. Alex es un buen chico

—No, quédate con esta mierda, yo compraré algo después, no voy a comer con él

Adrian tomó el recipiente que había puesto de más y lo volvió a colocar en la bolsa, le regaló una sonrisa.

—Comer con alguien no siempre significa nada, los amigos comen juntos

—Mis amigos, no pienso sentar a Alex en la misma mesa que con esos idiotas

—Si son tus amigos ¿Por qué no? Entenderán que ahora tienes otras relaciones, cuando salías con Coraline aun te sentabas con ellos

—¡Porque Alex no es mi amigo!

—Bien, bien, no me grites, no te lo comas si no quieres pero, llévatelo, por si cambias de opinión

Estaba a punto de marcharse cuando se dio cuenta de que estaba olvidando algo importante.

—¿Dónde se metió Adam?

Adrian se alzó de hombros, hizo un gesto de desinterés.

—No lo sé, ya lo conoces Dan, siempre está en su propio mundo— Se cruzó de brazos, sus brazos llenos de harina mancharon su camisa —¿Estás seguro que no te causa problema llevarlo a la escuela? Puedo hacerlo yo, siempre lo he hecho

—Preferiría que te mantuvieras alejado de cualquier lugar donde haya niños involucrados— Sostenía la bolsa con enfado —Si no baja en los próximos dos minutos lo voy a obligar a irse a pie

Contados los dos minutos exactos se escucharon unos pasos rápidos, bajando las escaleras con rapidez, Damián negó con la cabeza, Adam estaba ya junto a sus hermanos, se veía cansado, como si ni hubiera pasado buena noche.

—¿Volviste a desvelarte con videojuegos? Idiota, donde tus notas bajen papá te va a castigar

Su hermano menor no dijo nada, mantenía la mirada pegada al suelo, sujetaba las correas de su mochila con fuerza, Damián volteo a mirar Adrian

—¿Qué le pasa a este?

—Así es él— Adrian meneó la cabeza, ya empezaba a quitarse el mandil y sacudirse sus manos, en breve él también saldría ya a la escuela —Te acostumbras, es como jalar con un muñeco, nunca dice nada y siempre anda con la mirada gacha

Price: Damián I (Beta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora