Halloween
Alejandro se caracterizaba por ser una persona paciente. Muy, muy paciente. Pocas cosas realmente lo hacen desesperar, enojar o bien, llevarlo al límite. Había sus excepciones sí, pero últimamente ha tenido que serlo todavía más por una persona, Damián.
Todos los días había tenido que verlo con esa mujer pegada a él como si fuera una garrapata y no poder quejarse de ello, aunque bueno, ella podría tener sus labios pero él tenía su corazón, y con eso, era más que suficiente. Y eso había incluido ayer, en la fiesta que organizaba la escuela un día antes de Halloween.
Para él, no había importancia el ser un secreto si con eso podía obtener el amor de Damián, porque para él, ese me gustas que había escrito en el papel se fue convirtiendo lentamente en un te amo escrito en el corazón.
Un te amo demostrado en cada beso, en cada caricia y en cada momento que pasaban juntos. Su relación iba más allá de la pasión con la que le besaban y tocaban con frenesí, si no que, también se trataba de ratos juntos, de escapadas de su casa de noche para ir a caminar y hablar durante casi toda la madrugada, de ratos en los que no había que decirse nada porque con la simple presencia y un roce de manos bastaba para sentirse completo. Sentía que Damián era su otra mitad. Podía sentirlo cuando entrelazaban los dedos, podría sentirlo cada que le escribía notas y cartas para entregárselas. De un momento a otro, ese chico le cambió la vida, porque ahora cada latido de su corazón era para él, cada despertar por la mañana, cada suspiro pesado y cada sueño suyo tenían su rostro y su nombre.
Que bonito es el sentimiento del amor. Su primer amor, Damián Price, quería que durase por siempre, quería vivir una eternidad así, eternamente enamorado y que él le correspondiera igual. Tan puro, tan inocente que era su cariño que muchas veces, no podía ver más allá de él.
Te haré daño
No es cierto, no le ha hecho daño, no lo hará, no va a hacerle daño. Él mismo se lo había dicho, su corazón era tan frágil que con el más mínimo roce del viento se desmoronaría, pero hasta el momento, lo único que ha hecho es cuidar de él. Damián no es malo, y tenía la certeza de que nunca lo lastimaría.
Por primera vez se sentía amado, querido por alguien que no fuera sus hermanos y que lo hacía de manera incondicional. Damián vino a cambiarle la creencia de que no nació para ser amado, con una sola de sus sonrisas, con una caricia, con una palabra suya era suficiente para iluminar su día más nublado. Era feliz, tan feliz como nunca creyó ser.
Entre otras cosas que también pasaban por su vida, estaba la reciente partida de su hermano, si bien él era el más callado y casi no daba molestias, se extrañaba su presencia, se extrañaba a ese niño que podía ser aterrador diciendo cosas religiosas. Agatha decía que ella estaba feliz, porque a sus palabras su hermano era un incordio, pero sabe que también lo extraña. Su padre llamó hace un par de días, extendiendo su estancia en España dos semanas más. Mejor para él.
No había dejado de trabajar, si bien en este nuevo empleo trabaja dos horas menos, es todavía más cansado que el anterior. Damián pasa por él todas las tardes a la misma hora para llevarlo a casa, le dijo que no le dejaría subirse al autobús de nuevo y por eso, todos los días a la hora de salida, estaba esperándolo ahí para bajarlo dos cuadras antes de su casa.
De vez en cuando también, se escapaban de su casa en la noche. Cuando todos dormían Alejandro iba hasta la casa de Damián y se quedaba dormido con él un par de horas antes de regresar, y viceversa, aprovechando que Antonio estaba fuera, Damián solía ir a su casa también. Otras cuantas, no iban a casa de ninguno, si no, que se reunían en el mismo puente de siempre, conversaban un rato, de cualquier cosa, caminaban tomados de la mano, venían las luces de la ciudad, iban a un parque o cualquier cosa que se les ocurriera en el momento.
ESTÁS LEYENDO
Price: Damián I (Beta)
Romance"No mereces amar ni ser amado, naciste roto y quien vaya en contra de esta ley de la naturaleza terminará hecho polvo" Damián Price es arrogante, manipulador, cruel y jamás pide perdón. Siendo el hijo bastardo que más detesta su madrastra se ha cria...