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Tras aquel encuentro en la biblioteca Zero no podía sacarse de la cabeza al joven castaño.  Quería saber de él,  saber su nombre y principalmente saber porqué estaba tan asustado.

-  ¿Estas ocupado? - pregunta una hermosa mujer de larga cabellera plateada y ojos color amatista

- No, madre. Pase -  dice al momento que iba por ella

- Supe que comenzarás a frecuentar a la señorita Kuran -

- Las noticias vuelan  - ríe Zero

- Eres mi hijo mayor, es lógico que como madre me preocupe de las posibles candidatas a esposa de mi primogénito -

- No diría que es una candidata -

- Normalmente no frecuentas damas y ya estás en una edad... -

- ¡Mamá! No creo que estés de casamentera -

- No es eso, hijo. Pero soy madre y me preocupo. Además... -

Zero la miró,  conocía a su madre a la perfección, y sabía que algo no le agradaba a la mujer.

- No me mires así, pero es esa familia -

- Que tiene de malo la familia Kuran -

- Son una familia distinguida, respetable, dueños de una gran fortuna, contactos y muchas cosas muy importantes en esta sociedad, pero también son prejuiciosos y crueles -

- Toda esta asquerosa sociedad lo es -

- Dicen que dejaron morir a su pequeño hijo -

- Madre, eso es parte del chisme, no creo que sea así -

- Dicen que era un pequeño omega y que lo dejaron morir cuando lo descubrieron -

- Hablas del primogénito que murió hace más de quince años -

- Sí, hablo de ese dulce niño -

- Pero era un alfa -

- No lo creo. Quizás tú no lo recuerdes, eras un niño cuando se conocieron, pero yo lo recuerdo claramente, era un niño omega, de eso no tengo dudas, era pequeño, de rostro dulce, sus ojos color vino tinto y sus cabellos castaños eran hermosos, su piel clara. Además su aroma a flores me recordaba al aroma de mi hermano -

Zero recordó al jovencito nuevamente después de esa descripción de su madre. Pero era una locura, por que motivo los Kuran habrían mentido de esa manera.

- ¿Qué sucede? Hijo -

- Conocí a un chico -

- ¿Un chico? - pregunta intrigada la madre

- Sí, creo que es un omega. Si bien no he conocido a muchos, diría que encaja con esa descripción que hay de ellos... - Su madre lo miraba atentamente  - Temblaba de miedo, sentí tanta lastima por él -

- La vida es muy difícil para ellos. Es una verdadera lástima, nacen solo para sufrir ¿Dónde lo viste? -

- En la mansión Kuran -

- ¿Era algún sirviente? -

- Supongo. Sus atuendos eran  viejisimos, tenía unos zapatos gastados, pero no llevaba el uniforme de un lacayo o personal de la casa -

- Alomejor es hijo de algún sirviente -

- Quizás, estaba leyendo, pero sé espanto en cuanto me vio -

- Sí lo vuelves a ver, pregúntale su nombre y sobre todo se amable con él -

- Madre, sabes que siempre lo soy. Quizás por eso dicen que soy tan extraño, yo al igual que tú no puedo odiar a los omegas solo por ser omegas -

- No sabes lo orgullosa que estoy de ti. Hijo -

- No podría ser cruel con ellos, sería como se cruel con mi tío. Si él estuviera vivo seguramente sufriría de la discriminación de esta maldita sociedad y eso me dolería mucho -

Tal como decía Zero, su difunto tío había sufrido mucho por su condición de omega. Había sido tanto su dolor que el hombre con apenas veinte años había decidido acabar con su tortura y se había disparado en pleno corazón.

En los siguientes días Zero volvió a encontrarse con la familia Kuran, como siempre la hija de la familia no se despegaba de él, lo que hacía que todos especularan que posiblemente la joven castaña se comprometería con el joven albino. Algo bastante lejos de la realidad, puesto que Zero no tenía el más mínimo interés en pedir la mano de una joven, que jamás en su vida había tomado un libro entre sus manos y que solo tenía una charla banal.

- Supe que el salón de té de lady Stephenie tendrá grandes ventanales de cristal alemán. Mis padres y yo estamos invitados a la  primera fiesta del té que darán el próximo mes ¿Usted irá? - pregunta Yuuki

- Creo que en esas fechas estaré fuera de la ciudad -

- ¿Fuera de la ciudad? -

- Sí, tengo asuntos que atender en las haciendas de mi familia -

- Es una lástima, será una fiesta de té impresionante -

- Prefiero los café literarios - dice Zero

- No me gusta mucho el café - responde la joven

- ¿Y los libros? -

- Algunos son muy lindos. Mi padre tiene muchos en su biblioteca, de todos los tamaños y colores. Tiene unos dorados que se ven muy bien con las cortinas de raso que mando a hacer mamá  -

- Entiendo - dice el joven sonriendo

En ese momento se acercó a ellos Hanabusa Aidou.

- Buenas noches - Saludo a los presentes y dirigiéndose a Yuuki - Me concede es siguiente baile, señorita Kuran -

Yuuki no pudo negarse, no podía hacerle ese desaire el joven heredero de la casa Aidou. Una vez que la joven acepto, el muchacho se retiro, pronto cuando anunciarán el siguiente baile lo haría con una de las jóvenes más bellas de la velada. Y así fue como quince minutos después estaba frente a la joven bailando en la cuadrilla, sus manos se rozaban, aunque estas estaba enfundadas en finos guantes de seda, giraban sobre si mismos, para luego intercambiar lugares. Pero algo sucedió en medio de la pista de baile.

En cierto momento, Hanabusa sintió que sus piernas flaquear y ante todos los presentes el joven alfa se desmayo y de su cuerpo comenzó a emanar una fragancias  impropia de un alfa.

De un momento a otro dejó de ser un respetable alfa para pasar a ser un lascivo y desagradable omega.

Los alfas en la fiesta reaccionaron ante el aroma y lo miraban llenos de deseos y las omegas le miraban llenas de asco, Yuuki no fue la excepción.

- Que cosa más repulsiva - dijo la joven frente a todos y fue secundada por muchas damas más

Zero no dijo e hizo nada, solamente se acercó cuando vio como dos alfas se acercaban al joven que yacía en el suelo exitado y asustado.

- ¡Lo quieres para ti! - le recrimina uno de los alfas

- Claro que no. Pero este joven no tiene idea de lo que le está pasando, si tienes algún interés en el, tienes que hacerlo como corresponde -

- Es un omega, que importa lo demás, esta pidiendo a gritos que se la metamos por todos lados -

- Te equivocas, es un joven asustado, un joven que no por ser un omega es menos persona que tú  -

- Eso es absurdo, un omega varón en una auténtica desgracia - dice Yuuki

- Es una lástima que usted siendo también una omega hable así  - le dice Zero y tomando a Hanabusa entre sus brazos salió del salón llevándose al joven.

UN PRÍNCIPE MUY AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora