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Los gritos y llanto de Kaname no pasaron desapercibidos por nadie de la mansión. Yuuki siguió intentando tocar el piano, la pobre muchacha era pésima en todo lo que intentaba hacer, era mala bordando, apenas juntaba las letras al leer, el piano sonaba horrible cuando lo tocaba, había fracasado en el dibujo, el arreglo de las flores, en fin era un auténtico desastre a excepción de la cacería, seguro era su instinto natural para la crueldad o al menos eso pensaba Kaien Cross.

- Señor - interrumpe el mayordomo  - Sí no hace algo, su esposa lo va a matar -

- No... no exageres, Cross - responde Haruka algo alterado por un sueño del pasado

- Señor, se lo ruego. Es su hijo, no lo deje morir de esa manera tan cruel -

- Ese chico no es mi hijo -

- No diga eso, es la única prueba del amor que alguna vez sintió... -

- ¡Cállate de una maldita vez! -

En ese momento otro sirviente entró en el estudio de Haruka

- ¡Fuera! Estoy ocupado - grita el dueño de casa

- Tiene una visita - alcanza a decir el joven mozo

En tanto Takuma y Zero que eran las visitas estaban en uno de los salones, cuando un grito les alertó que algo pasaba, Takuma no entendía nada, pero Zero sí.

- Kaname  - susurro para luego salir a toda prisa a buscar al castaño, fue cuando dio con la habitación

Al entrar Kaname estaba en el sueño siendo azotado por su madre, quien con todo el odio que cargaba no notó cuando el peliplateado se le acercó quitandole la fusta con fuerza y provocando la caída de la mujer.

Takuma quien había seguido a su amigo se apresuró a ayudar a la mujer a ponerse de pie, justo en el momento que Yuuki llegaba a ver que pasaba.

- ¡Madre! - gritó la joven al verla en el suelo y corrió a su lado

- Estoy bien, hija -

- ¿Quién le ha hecho esto? -

La mujer no respondió, pero miró con enfado a Zero que intentaba hacer reaccionar a Kaname, que yacía inconsciente entre sus brazos.

- Señor Kiryu, no es de caballeros lastimar a una dama y no ofrecer una disculpa - dice Yuuki muy ofendida por lo que el peliplateado había hecho a su madre.

- Una dama no lástima a los demás como su madre lo ha hecho con este joven - y tomándolo entre sus brazos se disponía a salir del cuarto cuando Haruka le cerró el paso.

- Lo siento, pero usted no se llevará a ninguna parte a ese joven - dice el jefe de familia

- El trato que le están dando al joven Kaname no es el apropiado, y si no me permite salir con él.  Todo mundo sabrá el secreto que llevan años ocultando -

- Sí usted habla demás lo enviaré a las tierras olvidadas, así que mejor nos vamos calmando -

- ¿Es una amenaza? -  responde desafiante Zero

- No. Yo no amenazó. Yo simplemente actuó,  así que si usted tiene algún interés en el bienestar de este joven, no abandoné la habitación y espere a que mis sirvientes curen las heridas de Kaname -

Ambos hombres se miraron desafiantes, Zero sopeso todo y decidió volver al interior de la habitación, dejando a Kaname con delicadeza sobre la cama. En cosa de segundos apareció Cross con un maletín médico y comenzó a curar las cuantiosas heridas.

En tanto Haruka, Takuma, Juri y Yuuki bajaron hasta uno de los salones, en el más absoluto silencio. Una hora después Zero bajaba a encontrarse con los demás.

- Señor, usted y yo necesitamos conversar - dice Zero al señor de la casa

- Creo que eso es verdad, joven. Si gusta me espera en el estudio -

- Takuma ¿me esperas o te vas? - pregunta el peliplateado a su amigo

- Te espero, si no le incomoda a los señores Kuran -

- No, por supuesto que no nos molesta - responde Yuuki

Zero y Haruka a solas se miraron directamente a los ojos. Zero podría ser un jovencito pero era de temer y no solo por su posición social o su fortuna, sino por su carácter fuerte.

- Deduzco que se imaginará lo que le pediré -

- Quiere al omega ese - y dedicándole una mirada burlona - Quiere poseerlo como debe hacerlo con el otro que ya tiene -

- Se equivoca, jamás he tocado al joven Hanabusa -

- No le creo. Se aprovecho de que esa pobre familia se sentía deshonrada y se quedó con esa criatura lasciva y ahora quiere al omega que hemos intentado ocultar del mundo, pero yo no estoy dispuesto a entregarlo para que sea un perdido -

- Esta muy equivocado, lo que deseo es pedir la mano del joven Kaname -

- ¿Qué ha dicho? -

- Quiero que su hijo se convierta en mi esposo. Si usted no desea que la sociedad sepa que es su hijo, lo podemos mantener en silencio. Por eso no se preocupe -

- Usted está loco.  ¡Nunca se ha visto algo así! -

- Entonces seremos los primeros -

- Es algo completamente ridículo. Los omegas son animales, los humanos y los animales no se pueden casar -

- Eso no es cierto, los omegas son seres humanos y no existe ninguna ley que prohibida el matrimonio entre un alfa y un omega -

- No, no puedo aceptarlo. Mi hija... ella está enamorada de usted, acaso los sentimientos de mi pequeña no cuentan. Acaso usted no es un caballero -

- Jamás le he hecho ninguna proposición a su hija y tampoco he tenido actitudes que le den a entender a ella o a cualquier otra persona de que me comprometere con ella -

- ¡Es usted un canalla! -

- No lo soy. No estoy interesado en ella, mis sentimientos y pensamientos son para su hijo mayor -

- Kaname no se casara - responde Haruka

- Pretende tenerlo oculto toda su vida -

- Ese es un asunto familiar. Usted no debe interferir -

- Se equivoca. Kaname es la persona que amo y no voy a permitir que usted, su mujer o su hija lo lastimen -

- ¡Fuera! -

- Esta bien. Me iré, pero si Kaname sufre el más mínimo rasguño todo mundo sabrá lo que esta pasando en esta casa, y me llevaré a Kaname aunque sea a la fuerza. Que tenga una buena tarde, señor Kuran -

UN PRÍNCIPE MUY AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora