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Abrí los ojos con lentitud, mientras me estiraba entre las sabanas, las grandes ventanas de la habitación estaban abiertas dejando entrar la brisa de la mañana y el sol, solté un suspiro y me puse en pie, caminando hacia el baño para darme una larga ducha y arreglarme para el día. Me puse unos jeans oscuros y una blusa holgada de color blanco con hermosos diseños en los bordes, me puse unas botas marrones y amarre mi cabello en una cola alta, solté un suspiro y baje las escaleras. Vida en Tennessee ahora, ¿no?

––Buenos días Mami––saludó mi hijasonreí abiertamente y deje un beso en la mejilla de la pequeña rubiesita—la nana Bertha me despertó para ir a cosechar fresas, pase por tu cuarto pero estabas dormida y no quería levantarte...

––Hola mi amor, no importa, a la próxima me levantas, ¿ya comiste?––pregunte interesada tomando mi teléfono metiéndolo en el bolsillo trasero de mis jeans.

––nop mami, no he tenido hambre–– indicó a lo que yo la vi con cara de reproche

––Está bien, recuerda que tienes que respetar tú horas de comida princesa, saldré a trabajar, ¿vienes conmigo hoy?––asintió con una sonrisa y suspire, dándome la vuelta para salir por la puerta con la pequeña detrás de mí. Había puesto aquí un estudio de fotografía, siempre lo había querido y esta vez nada me había hecho cambiar de opinión, nada había fallado.

Me pare en un café de camino y compre unas pasteles para Isa y un café con leche para mi, amaba  a mi Isa,  mi razón de ser y de vivir, por ella sigo de pie.

––¡Ya llegamos!––sali de mis pensamientos y sonreí mirando a mi hija, estacione frente al local y apague el auto, salimos en silencio y suspire, abriendo las puertas del lugar.

––si, llegamos...––abrí las puertas y la pequeña Isa corrió hacia uno de los sillones, me reí por lo bajo y deje mis cosas en el escritorio que estaba allí y puse mis manos en mi cintura, volviendo a soltar un suspiro, escuche la pequeña campanilla de la puerta y gire sobre mis talones para sonreír amigable, esperando cualquier persona.

––Buenos días––sonreí.

––¿fotógrafa verdad?

––Supongo que esa soy yo––me reí acercándome al hombre que había entrado por la puerta, con una gran sonrisa, realmente, encantadora sonrisa.

––necesito unas fotos, bueno, he visto tu site en internet, tienes muy buenas fotos y pues yo pensé que podrías sacarme unas fotos––sonrió de manera encantadora, cruzándose de brazos, llevaba una barba de al menos una semana, sus ojos eran de un azul oscuro, su nariz perfilada y una labios finos y realmente hermosos.

¿Por qué pensaba de esta manera sobre este tipo?

––Claro, yo, puedo hacerlo––sonreí abiertamente, alejándome para acercarme a mi escritorio, mire a Isa con una sonrisa divertida mientras esta hacia unas muecas.

––¿es tu hija?

––¿perdón?

––Ella––señalo a Isa con una sonrisa––¿es tu hija?—asentí— ¿su única hija?

––Si––susurre sintiendo una punzada en el pecho por aquella declaración, no de dolor si no de nostalgia ––así es, mi única hija.

––entiendo.

––No me has dicho tu nombre––me senté, señalando la silla delante de mi––¿un hombre misterioso y guapo solamente?

––¿Guapo?––alzo una ceja y sonrió, me sonroje levemente y me reí––soy Landon.

––Umm, sin apellidos, interesante––me reí mientras dejaba descansar mi barbilla en la palma de mi mano––no soy informal.

––soy Landon Barker––sonrió––sin formalidades, por favor.

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