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EL DÍA SE HABÍA PUESTO MUY FRÍO y no dejaba de llover, no entendía este extraño cambio climático pero al parecer parecía ser una tormenta.

Había hecho el almuerzo pero apenas podía con mis pies, Chase no podía venir y Jaden estaba trabajando, me encontraba completamente sola comiendo chocolates y viendo un poco de televisión.

Mi celular empezó a sonar debajo de los tantos cojines, los aparte todos y presione la pantalla para contestar.

––¿hola?

––Ann...

––Ah Jaden, eres tu––dije al escuchar su voz.

––¿ya estas lista?

––¿Lista para qué?––pregunte sin entender.

––para ir al médico.

––ah––susurre––me prepare.

––estaré allá en unos minutos.

––Bien––y colgué.

Decidí levantarme e ir a mi habitación para darme una ducha rápida y vestirme, estaba a punto de vestirme cuando escuche la puerta cerrarse y un Jaden parado en la puerta de la habitación. Llevaba una sonrisa coqueta y me miraba de pies a cabezas.

––No pensé que vendrías tan rápido––murmure colocándome los pantalones mientras mis mejillas guardaban un poco de sonrojo por su presencia.

––trate de llegar lo más pronto posible––dijo y se acerco a mí con una sonrisa––¿como estas?

––Me duelen mucho los pies, luego estoy bien––dije simplemente.

Tenía que admitir que mi cuerpo había cambiado un poco, mis pechos se habían hinchado y mis caderas ya no eran las de antes, pero sin poder entender Jaden había empezado a mirarme de una forma demasiado extraña a pesar de que no era igual de bella que antes.

––estarás bien, ahora déjame saludar––murmuro y se puso en cuclillas para acariciar mi vientre, como todos los días, era algo que Jaden había empezado a hacer desde que se quedo a vivir conmigo pero aun no podía acostumbrarme a esa sensación de calidez que me estremecía el cuerpo cuando él lo hacía, sentí como me daba un dulce beso en mi vientre y luego se levanto––¿nos vamos?

––en unos minutos––dije y di media vuelta para seguir vistiéndome, después de estar lista, tome mi bolso y salí hasta la sala donde se encontraba Jaden comiendo lo que le había guardado, me sorprendió bastante ya que el siempre comía fuera o se compraba comida, así que sonreí enternecida y espere a que terminara de comer, después de unos segundos tomo su chaqueta y me miro.

––Te he traído algo––murmuro buscando algo en el bolsillo de su chaqueta, saco con lentitud unos hermosos y pequeños zapatos blancos con un hermoso lazo, por unos segundos sentí como se me iba la respiración por la emoción y los sentimientos que había empezado a encontrar muy dentro de mi ser.

Por dios santo Jaden Hossler, ¿qué quieres probar aquí?

––Jaden...––susurre tapando mi boca con mi mano sosteniendo aquel par de zapatos claramente angelicales, mis ojos se habían cristalizado por el nudo que se había formado en mi garganta a causa de las rápidas imágenes que pasaban por mi cabeza de un futuro con mi bebé y con Jaden a mi lado.

––¿te gustan?––pregunto poniendo sus manos en mis hombros, lo mire rápidamente con cara estupefacta y sin saber que decir, ya que no me salía la voz, sabía que no debía ser sentimental pero las hormonas estaban haciendo su trabajo y la sensación de sentir que después de estos meses Jaden iba a volver a irse era algo que en estos segundos no salía de mi cabeza. Sabía que iba a irse, su trabajo era ser padre, no mi pareja y aunque estaba haciendo todo lo posible por ser responsable, sabía que su corazón no estaba junto al mío.

––Son muy bonitos––susurre e hice sonar mi garganta mientras parpadeaba intentando ahogar las lagrimas de emoción por el regalo hacia Vanessa––¿nos vamos?

––Claro––sonrió y caminamos en silencio hasta la puerta.

***

La visita al doctor había estado muy bien, podía verse un poco la silueta del bebé en la maquina que se encontraba allí y no podía negar que estaba emocionada, emocionada por tener a mi bebé en mis brazos, amarla de manera incondicional y verla crecer, y aunque estaba asustada, al fin tenía la oportunidad de formar una familia.

––todo parece estar muy bien Ann––sonrió el doctor amable––ya puedes ir a limpiarte ese gel en el baño y ponerte tu blusa––murmuro por lo bajo, Jaden se encontraba en una esquina del consultorio con cara de pocos amigos ahora, no le había agradado la idea de que me quitara la blusa pero de igual forma no dudo en acercarse a la pantalla cuando el doctor empezó a mostrarnos a nuestra bebé.

Después de haberme puesto la ropa, salí del baño y me senté en una silla al lado de Jaden.

––todo parece estar en orden, te estás alimentando bien y eso es más que bueno para el bebé, te pido que sigas así y te anotare estas pastillas que son más que suplementos y vitaminas, las puedes tomar una vez al día sin importar la hora, que tengas buen día

Ann––sonrió amable y me entregó el papel con las anotaciones.

––Gracias, ¿cuándo debo volver?––pregunte mirando la hoja tratando de entender las letras que eran más que jeroglíficos.

––dentro de cuatro semanas, si necesitas cualquier asesoría, puedes llamar a la clínica.

––Gracias––murmuro Jaden y después de despedirnos, tome mis cosas y salimos del consultorio en silencio.

Caminamos en silencio hasta el dispensario, donde compramos las pastillas y luego fuimos a el auto de Jaden y allí subimos igual en silencio, sentí como el estomago se me contraía y deduje rápidamente que tenía hambre.

––Jaden...

––¿umm?––murmuro encendiendo el carro mientras clavaba sus ojos en mi, todos estos días había ignorado la belleza de Jaden alejándolo de mi cabeza, sabia más que nadie que cualquier movimiento de su parte podía enamorarme más sin querer.

––Tengo hambre––susurre.

––¿Ahora?––alzo una ceja con expresión seria y graciosa a la vez––pero comiste no hace una hora.

––Pues sí, no puede ser después––ironice––además, debo darle de comer también al bebé.

––¿Una hamburguesa?––pregunto mientras salía del aparcamiento.

––¡No!, debo alimentarme bien––lo reprendí cruzándome de brazos.

––ah cierto––sonrió abiertamente mirándome con una sonrisa––debo cuidar a mi bebé.
Trate de no sonreír como boba por el ultimo comentario y asentí desviando un poco la mirada de sus hermosos y oscuros ojos, me encantaba que Jaden fuera atento con el bebé, me hacía sentir segura... muy segura.

––Quiero Pasticho––sonreí.

––Pues pasta será... para la bebé––murmuro con una sonrisa y se acerco dándome un dulce y lento beso en la mejilla, trate de no sonrojarme, pero fue completamente imposible.

A veces me gustaría saber con exactitud de cual de nosotras dos estaba hablando cuando decía bebé...










Holaa, pasó por aquí para aclararles un punto que surgió por un comentario que dejó una chica.

El nombre de la hija de Jaden con Ann no es nada que ver con Nessa aún así sea el diminutivo, Nessa se llama Janessa si mal no tengo entendido (si no es así diganmelo en los comentarios) en mi país a las Vanesas el diminutivo es Vane, le puse así ya que me gusto el nombre y en la historia original tiene otro nombre ❤️

¿Les gusto?

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𝐅𝐀𝐊𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora