𝐅𝐀𝐊𝐄

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Maratón 5/5

–JADEN––SENTÍ LA VOZ de mi madre a mis espaldas, di media vuelta y vi como me hacia señas para que entrara a la habitación, no quería que Ann me odiara más de lo que ya debía hacerlo, había sido mi culpa, yo la había hecho llorar, yo no la trate como ella lo merecía.

––¿Ella está bien?––pregunte preocupado.

––Por qué no entras Jads––dijo mi madre sonriéndome un poco––vamos, creo que merecen hablar.

––yo...

––Jaden...

––Está bien––acepte y entre a la habitación––¿has hablado con ella?

––Aun no despierta, creo que deberías hablar con ella cuando lo haga––asentí y salió cerrando la puerta detrás de ella, me acerque a la silla que se encontraba junto a la cama y suspire, tenía unas cuantas raspaduras en su cara y moretones, su labio inferior se había roto un poco y respiraba con tranquilidad.

Mire sus manos las cuales estaban conectadas a muchos cables, suspire sintiéndome un idiota mientras pasaba mis dedos por el anillo que ella llevaba puesto.

Aun seguía jurándome amor, cuando yo había vuelto un desastre su vida.

––Jaden...––alce la vista y sentí como el aire volvía sin sentido a mi cuerpo, sus grandes y brillosos ojos azules se clavaron en mi por largos segundos, pero después de unos segundos aparto la mirada y retiro su mano de las mías––puedes ver que ya estoy bien... digo, no tienes que quedarte, puedes irte––hablo bajo mirando hacia una esquina de la habitación.

––No voy a irme––suspire y la mire a los ojos––Anne mi amor ...

––No me tengas pena Jaden––hablo con voz entrecortada mientras apartaba la mirada––estoy bien.

La mire fijamente sabiendo que tenía ganas de llorar, vi como limpiaba una de sus mejillas y suspire pesadamente, ¿cómo podía hacerlo llorar tanto?, ¿acaso así se sintió por todos estos años?

––estaré contigo aquí, Anne––sentencie.

––Firmaste el divorcio, ya no estás en esa obligación––se encogió de hombros.

––Aun no he firmado nada––dije por lo bajo––por Dios...

––¿y tu novia?––pregunto mirándome––se veían muy felices...

––Annee...

––es... estabas muy feliz––me miro y sonrió débilmente con tristeza––jamás te había visto tan feliz, debe ser una buena mujer.

Sentí como se comprimía mi pecho al escucharla decir eso, ¿cómo podía ser tan malditamente buena cuando yo la estaba hiriendo al estar con otra mujer?

––¿Como se llama?––pregunto.

––Ann...––le reproche, esta me miro fijamente esperando que hablara––se llama Bonnie.

––que lindo nombre––sonrió––es... una mujer muy bonita.

Guarde silencio sin entender por qué estaba feliz por mí.