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Abrí los ojos y me moví intranquila, fruncí los labios por unos segundos y me senté en la cama con cuidado, tratando de no despertar a Jaden, suspire pesadamente, y sentí como un pequeño escalofrío bajaba por mi espalda. Era domingo. Hoy debía...

Me sentía como una estúpida inmadura por no saber siquiera que pensar. ¿Acaso seria lo suficientemente imbécil como para no saber que pensar del hombre que dormía al lado mío?

Siente algo por él, maldición. ¿Acaso no lo sentía?, ¿mi odio había crecido tanto que me impedía amarlo o acaso solo decidirlo?

Me levante en silencio y busque mi teléfono para ver la hora, eran las 5:20 am, suspire y camine hacia el baño, encerrándome y dejando mi espalda pegada a la puerta.

¿Realmente confiaba en Jaden?; como saberlo, solo ha sido una semana, como podría deducir que me ama, que realmente siente un amor duradero por mí.

No lo sabría, y me da miedo arriesgarme.

Sentí unos pasos en la habitación, mire la puerta durante unos segundos, no atreviéndome a salir, pero debía hacerlo, debía enfrentarlo. Abrí la puerta lentamente y lo vi durmiendo con tranquilidad, solté un suspiro y empecé a caminar por la habitación buscando mi ropa, la cual se encontraba esparcida por toda la habitación. ¿Acaso debía hablarle?

Debía irme, debía pensar.

Me puse mi ropa interior y tome mis jeans y mi blusa, para caminar hacia la sala, solté un bufido de frustración y corrí en puntas hacia mis zapatos. Estuve a punto de salir de la habitación en busca de mi hija para irnos pero la voz de Jaden me detuvo.

––¿te vas como la última vez, Ann?––me detuve en completo silencio sintiendo como el corazón me latía con rapidez, tragué en seco y di media vuelta, encontrándome con sus ojos molestos y a la vez, decepcionados.

––yo...

––¿Realmente ibas a hacerlo otra vez?––preguntó pareciendo estar sorprendido y completamente decepcionado, solté un suspiro vaciando mis pulmones y mire las uñas de mis pies por unos segundos.

––¿Yo te desperté?––pregunte de manera cínica, no teniendo otra cosa que decir. Sus labios soltaron un bufido, mientras sus ojos bailaban furiosos por toda la habitación. Sabía que quería gritarme, estaba conteniendo la respiración, así que me dispuse a hablar––Jaden, necesito pensar...

––te he dado mucho en que pensar––me miro fijamente, clavándome sus ojos firmes y potentes, aunque ahora cansados.

––¡Pues no sé por dónde empezar!––exclamé simplemente, rindiéndome mientras bajaba los brazos a cada lado de mi cuerpo.

––¡Siquiera lo has intentado! Maldita sea Ann, te iba a llevar hasta a Isa, ¡Mi hija también! Que no se te olvide ––gruño levantándose de la cama, completamente desnudo, mordí mi labio inferior apartando la mirada, sintiéndome incómoda e intimidada de una u otra forma por su figura sin vergüenza frente a mí.

––Lo he hecho...––mire la nada, clavándome las uñas en las palmas de las manos.

––¡no has hecho absolutamente nada sobre esto!––exclamó cruzándose de brazos, mirándome fijamente––siquiera te interesa, piensa un poco en nuestra hija joder, ella me necesita.

––Jaden...––lo mire, siquiera sin saber que sentía al haber escuchado eso, negó lentamente y busco uno de sus bóxers en la gaveta.

––¿Acaso te interesa? ¿Quieres que nuestra hija crezca sin su padre?––alzo una ceja, murmurando por lo bajo.

––Esto es...––bufe no queriendo completar la frase, cruzándome de brazos ahora.

––Estúpido para ti, ¿no es así?––se acercó lentamente, poniéndome nerviosa.

𝐅𝐀𝐊𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora