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––Jaden... la salsa... se quema––susurre, sintiendo el olor ahumado en la estufa.

––Ay mierda––susurro rápidamente y se alejo de mi, apagando la estufa, me reí sin pode evitarlo, tratando de calmar mi rápida respiración, di media vuelta y me acerque, tomando una cuchara de madera y moviendo la salsa de tomate y especias con cuidado, llevándola a mi boca.

––No está nada mal para un principiante––sonreí mirándolo, escuche su risa ahogada en medio de la cocina, haciéndome sentir feliz de alguna forma.

––no me estas ayudando mucho que digamos––alzo una ceja, atrayéndome a él, rodé los ojos y lo mire amenazante, no dispuesta a recibir ese insulto.

––Comeríamos carbón de no ser por mi––su gran carcajada lleno la estancia y asintió.

––Tienes razón––inclino su cabeza y me beso lentamente, acariciando mi espalda baja––¿que sigue?

––terminar de cocinar.

Después de un largo rato entre risas, terminamos de cocinar lo que sería una simple pasta, en la que Jaden tardo casi una hora.

––para ser tu primera vez, no esta tan mal––me reí mientras masticaba y bebía un poco de vino––felicidades.

––Supongo que ya podre cocinar pasta toda la semana––bromeo, haciendo que soltara una carcajada, el soltó una risa grave de igual forma––es la mejor noche que hemos tenido.

Deje de reír mirándolo fijamente, aun sin borrar una pequeña sonrisa de mis labios. El tenia razón, era la mejor noche que habíamos tenido, sin peleas, ni remordimientos, sin sentir que nos debíamos algo, sin la inseguridad de si debíamos amarnos o no...

––¿Fue un comentario inadecuado?––alzo la mirada, con una mueca.

––No... solo que tienes razón––sonreí otra vez, volviendo a beber un poco.

—Falta que esté aquí nuestra hija y sería mágico

***

Solté un suspiro y me reí, jamás había reído tanto con Jaden, me había olvidado completamente de lo que podía o no sentir y me encontraba aquí, tirada junto a él en un montón de cojines, mirando el cielo por la gran ventana entre risas.

––¿qué?––sonreí mientras lo miraba, sus ojos no se habían despegado de mi por largos segundos mientras una diminuta sonrisa se encontraba en su rostro, sus dedos delinearon la curva de mi cuello y se acerco, haciendo que mi corazón palpitara con rapidez.

Su cuerpo se posiciono encima del mío, dejando sus piernas y brazos a cada lado de mi cuerpo, inclino su cabeza en silencio y rozo sus labios contra los míos, besándome lentamente, sentí cada parte de mi cuerpo invadida por un escalofrió, mientras una de sus manos me acariciaba la cintura. Sus labios descendieron a mi cuello, mientras su mano libre me subía el vestido, acariciándome las piernas y el vientre, solté un largo suspiro y lleve mis manos a su cabello, acariciándolo con lentitud.

Sus labios descendieron a mi cuello, mientras su mano libre me subía el vestido, acariciándome las piernas y el vientre, solté un largo suspiro y lleve mis manos a su cabello, acariciándolo con lentitud
––umm... Jads––susurre, tratando de mantenerme cuerda, no quería tener sexo con él y quedar embarazada, no como la última vez en la que fuimos unos... «Nada, eran esposos», unos descuidados.

––lo tengo––me miro a los ojos y sonrió, sacando algo de su bolsillo trasero, asentí con rapidez y volví a besarlo, esta vez dándome la vuelta y quedando encima de él, sentí sus manos apretarme el trasero, moví mis caderas sobre él, sintiendo como su miembro se presionaba contra mi feminidad, gemí sobre sus labios y pude escuchar como gruñía mientras se apartaba para besarme el cuello, dando leves mordidas, sus manos se metieron debajo de mi vestido y quito el broche de mi sostén, quitándomelo y tirándolo hacia algún lugar, sentí como sus manos agiles bajaban los tiros de mi vestido, dejándolo colgar de mi cintura, sus manos me acariciaron los pechos haciéndome gemir, seguí moviendo mis caderas sobre las suyas, sintiéndome completamente perdida entre sus manos y sus besos. Me quite el vestido completamente y lo tire a una parte de la habitación.

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