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ME LEVANTE ALGO CANSADA PERO SIN ganas de seguir durmiendo. Era un día hermoso, suspire y camine hacía el baño para lavarme la cara, jaden no se encontraba a mi lado, camine hacía la cocína y lo ví allí sentado, leyendo el periódico, tenía una expresión relajada y tranquila así que no dude en acercarme.
-Buenos días jaden-puse una mano en su hombro, no me miro y pareció querer ignorarme- ¿ya desayunaste?
-No-murmuro por lo bajo, a veces parecía no querer hablar conmigo pero intentaba ignorar eso y darle una sonrisa.
-Quieres que te prepare algo de comer?-pregunte apoyando mi mano en la mesa mientras lo miraba fijamente. El periódico cubría gran parte de su cara, pero nadie podía negar ese atractivo.
Jaden era de facciones finas pero a su vez varoniles, su nariz un poco ancha, sus jodidos hermosos ojos azules, aquellas gemas que brillaban mas que cualquier oro, sus cejas espesas al igual que su liso cabello, lo hacían ver sexy y atractivo, sus labios eran un motivo para derretirme, eran gruesos y tienen u color rosado como cada mañana.
Me gustaba jaden, su aspecto había mejorado durante los años, ya no era ese muchacho que conocí a los 14, ahora es un hombre y seguía siendo atractivo.
Levante la mirada y me di cuenta de que jaden no estaba, me había perdido tanto en mis pensamientos que siquiera note cuando se fue.
Escuche pasos en el pasillo, jaden estaba vestido de traje como todas las mañanas para ir a trabajar a la oficina, es medico y tiene su propia clínica , no me miro, tomo el pomo de la puerta para irse.
-jaden- lo llame como si hubiera sido automático, segundos despues vi como en completo silencio esos rizos se asomaron por la puerta de la cocina- Que tengas un buen día...
-Tu igual- hablo rápido y con toda la sequedad que podía provenir de él y se fue.
Tal vez él quería que me diera cuenta que teníamos que terminar esto, no había un nosotros, dormíamos uno al lado del otro y en años no había pasado nada, siquiera me sonreía y tenía mucho tiempo sin sostener una conversación de mas de tres frases.
