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Abrí las puertas con fuerza hacienda que todas las personas en aquella sala se centraran en mi, respire con dificultad mientras corría sin pensarlo por el largo pasillo.

Las piernas me dolían por haber corrido todo el estacionamiento desde la calle, respire pesadamente al detenerme frente al escritorio de una enfermera.

––¿señorita?

––Jaden Hossler––la mire suplicante, esperando respuestas de su parte, busco rápidamente entre su registro y en su computador––es importante.

––Espere un momento––me muro por unos segundos con desaprobación y volvió a buscar––fue ingresado hace menos de una hora, está en sala de emergencias, a la derecha.

Di media vuelta y camine con rapidez en esa dirección, la sala estaba prácticamente vacía y el color tan blanco de las paredes hacían que me doliera la vista. Divise a Josh y Amy desde lejos y corrí hacia ellos, sintiendo como me rompía poco a poco por cada paso que daba. Estaba en sala de emergencias. Jaden.

––Ann––suspiro Amy y me abrazo con fuerza, vi sus ojos rojos y como sus lagrimas se deslizaban por sus mejillas con rapidez, solloce dándome cuenta que era malo, muy malo––¿que he hecho mal?

––Tranquila, todo estará bien––susurre tratando de calmarla, sintiendo como un nudo se formaba en mi garganta por su pregunta.

Yo lo he hecho mal.

––Josh––suspire limpiándome las lagrimas mientras me acercaba a él––¿que ha pasado?

––es... aun no está muy claro––se rasco la nuca, sus ojos estaban levemente rojos y parecía cansado––están procediendo a hacerle un lavado intestinal, estará bien.

––¿estará bien?, ¿bien, Josh?––alce una ceja sintiéndome impotente y deprimida a la vez––joder, ¿qué droga uso?, como puedes estar tan calmado.

––Heroína––suspiro mientras fruncía el ceño––¿crees que no me duele igual?, es mi amigo. Hay algo más...

––¿Qué?––susurre asustada por cualquier cosa que podría salir de sus labios en estos momentos––Josh...

––tiene leves golpes por todo el cuerpo, no estoy seguro pero tal vez se haya fracturado una pierna, puede tener contusiones cerebrales, me informo la enfermera.

––¿Qué?––lleve mis manos a mi boca tratando de no empezar a llorar, necesitaba calmarme, no podía dejar que la culpa me invadiera por completo––¿como ha pasado eso?

––Cayo por las escaleras, pero estará bien, no ha pasado a mayores––dejo su mano en mi hombro, apretándolo suavemente.

––Es mi culpa––mordí mi labio inferior sintiendo como este temblaba, por dios, era mi culpa, solo mía.

––no te culpes por algo como esto, es demasiado––negó rotundamente.

––es mi esposo, Josh y lo he estado ignorando por un año completo como si no fuera mi responsabilidad, he jugado mal esta vez––lo mire severa mientras las lagrimas caían por mis mejillas rápidamente––es mi culpa.

Me miro sin entender por unos segundos y pude creer que una pequeña sonrisa quería formarse en su rostro, pero guardo silencio y metió las manos en sus bolsillos mientras se daba la vuelta y esperaba en silencio.

––¿Como están las niñas?––me acerque a Amy quien estaba sentada esperando, suspiro y me mostró una pequeña sonrisa más que falsa––¿puedo ayudar en algo?

––están en casa, con Kelse, no quise contarles nada. ¿Isa? ¿Donde esta?

––Pasare por allá si esto se toma mucho tiempo––suspire—Se quedó con mi madre, salí corriendo para acá.

𝐅𝐀𝐊𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora