Capitulo 11

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Jungkook succionó más fuerte la piel de su hombro, haciendo una marca roja en este y tomando su cuello le siguió embistiendo duro.

Se veía tan bien desde atrás, su delicada espalda que se encorvaba a un precioso y gordo trasero. El cual se encontraba chasqueando contra su piel, en un obsceno sonido.

— Mgh...no te detengas — el rubio balbuceó y dio más acceso para que su cuello fuera asfixiado, esperó muy poco para ello, Jungkook le atendió enseguida. Apretó.

Siguió estrellándose contra ese punto dentro, cada vez más cerca de llegar a su preciado orgasmo.

El rubio se libró de su agarre para tumbarse en la cama y gemir todo lo que quisiera ahí. El tatuado atrajo sus caderas más rápido y apretó su ceño.

Una bocanada de aire fue todo para escurrirse en su entrada. Ambos jadeando cansados, con sus cuerpos calientes y sudados.

Jungkook volvió a inclinarse hacia el cuerpo frente a él, muy suave corrió sus labios por su nuca hasta perderse en sus cabellos con olor a frutas, frotó su nariz ahí con los ojos cerrados.

Abandonó despacio su cuerpo para tumbarse a su lado y acomodarse en la cama.

— Te adoro Minnie. — jadeo sonriente y cansado.

El rubio se incorporó lento y contento, sus mejillas seguían teniendo ese color carmín.
Fijó sus ojos en los labios del tatuado y mordiendo los suyos se acercó hasta besarlos.

Obviamente Jungkook no desaprovechó para disfrutar de ello, tomándolo en sus brazos lo puso debajo suyo y se acomodó entre sus piernas.
Sus manos se aferraron a sus muslos, así sus besos bajaron lentos por su boca y mejillas.
Jimin acarició sus cabellos.

— Quédate a dormir conmigo — el tatuado le susurró y regresó a besar su rostro.

— He estado aquí por todo el fin de semana, debes estar harto — Minnie sonrió y lo alejó un poco.

— Debes estar bromeando, eres la única persona que quiero aquí — Jungkook rozó su nariz en su cuello y siguió besándolo, Jimin sonrió amplio.

— Quien pensaría que eres el mismo Jeikei del chat

— Lo soy. — el tatuado se incorporó más y viéndolo desde arriba sonrió — Puedo follarte hasta que tus piernas tiemblen, pero también puedo llenarte de besos el cuerpo...— paso uno de sus dedos por el abdomen desnudo del contrario —...y hacerte sentir como todo lo que vales.

Minnie mordió sus labios sonriente y una vez más jaló su cuello para volver a besarlo. En una vuelta estuvo arriba y las manos de Jeikei enseguida tomaron sus muslos.

— ¿Por qué eres tan jodido caliente? — Jimin se apartó muy poco para ver sus ojos, hizo a un lado su cabello, quiso besarlo otra vez pero el mayor tomó su rostro entre sus manos.

— ¿Tú por qué eres tan encantador? — frunció su nariz y besó sus labios, Minnie empezó a reír.

.

Cuando el sol empezó a incomodarle frunció el entrecejo y se cubrió con el antebrazo.
Amaba esa sensación de su cuerpo cansado en las mañanas, algo que significaba que la había pasado muy bien la noche anterior.
Sonrió entre sueño.

La mañana no podía ser mejor.

Aunque si.

En su brazo envolvía un cuerpo a su lado, su
mano estaba enganchada en aquella cintura y sentía una ligera respiración en su pecho.

Sonriendo se giró a verlo.

Jimin dormía como un ángel. Su mejilla se abultaba con el impacto, sus labios se veían igual de rojos que siempre, con un pequeño toque de resequedad.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐅𝐀𝐍𝐒ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora