Capítulo 12

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Tom despertó con una resaca terrible sin recordar lo que había hecho la noche pasada, se dio una ducha fría bajo y tomó su desayuno sin ver a él pelinegro.

Por otro lado se encontraba el chico pelinegro buscando que ponerse para estar "presentable" tomo unos jeans negros ajustados y una chaqueta aparte de sus botas. 

Entró a tomarse una ducha que duró al menos cuarenta minutos. 

Salió obviamente ya vestido directo a la cocina viendo de reojo a el rastudo en el sillón.

Tomó un par de donas y se las comió con café. Eran las diez de la mañana y en una hora tendría que estar en el funeral.

Aún que no quería hablarle a Tom tenia que hacerlo, no conosia a nadie más que pudiera llevarlo así que camino hacia el y tocó su hombro sobresaltandolo y haciendo que lo fulminara con la mirada. 

-Ah, ¿me podrías mmm ya sabes llevar?

El de rastas volteo los ojos algo fastidiado ya que le había irrumpido un buen sueño.

-Carajo Bill no te an enseñado el espacio personal.

El pelinegro se sonrojo y se limitó a alejarse un poco y asentir. 

-Te quedarás ahí como idiota o iras a el puto funeral - le dijo mientras caminaba afuera del departamento escuchando los pasos de el otro chico tras el.

Cuando llegaron sólo se encontraban algunos amigos de su madre, entró y vio a alguien de espaldas que se le hacia muy familiar corrió hacia ella dejando a Tom en una banca.

-¿Natalie?

La chica volteo y lo abrazó fuertemente mientras lágrimas se deslisaban de sus ojos. 

-Bill, pensé que te había pasado algo a ti igual, no sabes lo que sentí cuando mi madre me dijo que simone y hayley estaban muertas, en ese momento creí que tu igual lo estarías. 

- Pero no lo estoy - sonrió.

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