Cap 1

547 30 13
                                    

Aclaración: Acá tienen de trece para catorce años. ¿Por qué?, me parecía mejor hacerlo así.


El equipo 7 se encontraba en una misión a unas cuantas horas de la aldea. Total, hicieron su misión tenían que atrapar a unos bandidos que estaban acechando a la aldea, los atraparon y los entregaron a la policía del pueblo.

Pasaron al lado de una fuente. Una niña estaba llorando muy fuertemente, no fueron capaces de ignorarla ya que el llanto se oía muy alto, se acercaron viendo que algunos aldeanos la estaban rodeando.

— ¿Estas perdida niña?-pregunto unos de los aldeanos.

— No lo sé-Respondió ella llorando- Solo recuerdo haber estado con mi mamita distraerme con u-un T-tomate y luego perder a mi mamá... ¡Wah!- Era algo triste ver esa escena en un pueblito.

— Niña-dijo otro hombre- ¿Podrías describirnos como es tu mamá o tu papá?- La pequeña asintió.

— M-mi mamá tiene el cabello negro al igual que sus o-ojos y utiliza u-unos lentes de color rojo, y-y normalmente está vestida de rojo, según p-porque es su color favorito.- dijo tratando de contener sus lágrimas.

Por alguna razón las personas empezaron a mirar a sus alrededores y las miradas empezaron a parar en Sarada.

— ¿Y tú papá?

— E-eh... Casi nunca lo veo po-porque es un ninja muy fuerte... Y tiene misiones de muy alto rango... P-pero, él es rubio, ojos azules y-y siempre está vestido con una chaqueta negra con fucsia y debajo de e-esta una camisa blanca y tiene 2 marcas en cada una de sus mejillas.- termino de decir secándose unas lágrimas que se le habían escapado.

Esos hombres levantaron la cabeza y miraron hacia todas partes con la información dada en la cabeza. Sus miradas se fijaron en Boruto y Sarada.

Vieron como ellos charlaban un momento como debatiendo de algo. Mientras tanto la pequeña miró a su alrededor en busca de sus papitos.

— ¡Mamita!-la niña salió corriendo en  dirección de Sarada con unas pequeñas lágrimas de felicidad.

Los hombres miraron como la niña se escabulle por un lado y salió corriendo.

Cuando estubo lo suficientemente cerca salto a los brazos de la Uchiha llorando.

— ¡Mamita! ¡Prometo que no me volveré a separar de tí! ¡Pero no me dejes sola!-dijo ella llorando en su pecho y aferrándose mucho a Sarada.

— ... Sarada, ¿sabes quién es esta niña?-pregunto el rubio.

La niña reaccionó a la voz de Boruto, vieron como sus ojitos se llenaban de lágrimas y se lanzaba de los brazos de Sarada hacia los del Uzumaki.

— ¡Papito! ¡Ya regresaste!-dijo ella muy feliz de verlo.

Los chicos se miraron durante un rato y luego miraron a su compañero y sensei. Estos los miraban con una cara de asombro.

Los aldeanos del pueblito miraban a los ninjas con una cara de decepción. Ya que la situación la malinterpretaron parecía más una escena de abandono que otra cosa.

El sensei al ver tal situación dijo:

— Ya terminamos la misión. Tenemos que irnos.-dijo con seriedad.

Los ninjas se fueron inmediatamente. La situación era muy incómoda. Les dieron las gracias por llevar a cabo la misión y se fueron.

Había un silencio sepulcral mientras iban hacia la aldea. Pero la niña fue feliz, ella iba corriendo y saltando alrededor de todo el equipo, recogió muchas flores de muchos colores. Luego se quedó quieta un ratito y de repente hablo.

— Mamita, Papito- los chicos voltearon a ver a la niña, era raro a qué alguien te diga papá o mamá.- Les hice esto-mostrándoles dos coronas de flores.-... ¿Podrían agacharse? ¿Por favor?- dijo la niña con una sonrisa.

Sarada se agachó primero, la niña le dijo que escogiera una de los, ella escogió la que le parecía más linda. Y la pequeña se la puso.

Boruto dudo un poco, pero al final lo hizo. La pequeña le puso la corona de flores.

— Se ven hermosísimos.-dijo la pequeña con una deslumbrante sonrisa.

— ... Emm... Gracias.

No sabía porque sintió un pequeño calorcito en su pecho. Pero se sentía familiar. Sin saberlo tenía una pequeña sonrisa.

Llegaron a Konoha poco antes de que se ocultara el sol.

— Boruto, ¿Qué hacemos?-él sólo paro en seco.

— No, querrás decir que harás.

— Ah... Espera. ¿Qué dijiste?

Había escuchado bien. Sólo quería confirmar. Pero al ver que él se alejó y mientras se iba quitando la corona de flores que les había regalado la niña. Supo que estaba sóla.

El sensei se fue a hacer el informe sólo, por lo tanto ellos ya se podían irse a sus casas.

¿Qué hace?. No podía llevarla a su casa, tenía miedo de explicarles a sus padres, sí Sasuke estaba en Konoha.

Se alarmó al sentir un toque en su hombro.

— Vamos a mi apartamento, Sarada.-le dijo su compañero de equipo peli azul.-... vamos rápido, pareciera que fueras s llorar en cualquier momento.

— M-mit-

— No me tienes que decir nada. Yo ví todo, no te preocupes.-le dijo empujándola para que avance.

—Gracias.

————————

Hola y adiós.

¿Somos padres? BORUSARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora