๛Mingyu se arrodilló en silencio sintiendo la húmeda tierra bajo sus manos. Había perdido la cuenta de los días que su colega y él llevaban deambulando en ese bosque sin obtener reseña alguna de que hubieran otros sobrevivientes cerca.
Incluso a pesar de que los indicadores estaban en contra él sabía que existía aunque sea una mínima posibilidad de que su hermano siguiera con vida.
El mundo tal como lo conocía se había ido al carajo, había perdido todo.
Incluyendo a su joven hermano menor.
Como era de esperarse y como en cualquier sociedad sólo los más fuertes habían sobrevivido a las guerras, haciendo que sólo los eslabones más débiles que fueran lo suficientemente listos tuvieran una oportunidad.
El había bromeado tantas veces con su pequeño hermano sobre las supuestas ventajas que el menor aseguraba tenía por haberse presentado como un alfa, ventajas que el mismo Mingyu consideraba sólo palabras sin sentido inventadas por hombres alfa que se pensaban superiores a cualquier otra casta.
Su mirada se movió hasta Seungcheol, su colega permanecía alerta sosteniendo firmemente su rifle contra su torso mientras observaba a los alrededores en busca de algún movimiento sospechoso.
Mingyu admiraba su determinación, el joven alfa era lo único que mantenía viva la esperanza de encontrar con vida a su hermano menor.
Era la única reseña que tenía de que su hermano seguía con vida, al mantener el alfa un lazo con su desaparecido hermano.
Mingyu regresó su mirada hasta la tierra tomando parte de la misma entre sus manos antes de llevarla hasta su rostro intentando encontrar su aroma en la misma.
Habían perdido el rastro hace mucho pero ambos alfas se negaban a dar por terminada su búsqueda.
La cabeza de Mingyu se alzó rápidamente al percibir un ruido a distancia volteando en aquella dirección.
Seungcheol no tardó en apuntar en la dirección señalada intentando identificar a quien fuese que estuviera entre los arbustos.
─¿Son ellos? ─ preguntó en voz baja Mingyu sin recibir respuesta
Esperaba que su búsqueda hubiese sido exitosa, estaba convencido de que a su hermano lo tenían los insurgentes.
Le hacía sentir enfermo pensar que su hermano estaba en manos de esos jodidos alfas que habían destruido lo poco que quedaba de la sociedad, asesinando personas al azar sólo por negarse a formar parte de sus estúpidas ideologías.
Eran más de los que podían contar, grandes clanes que solían esconderse en bosques en lugar de rondar las montañas de escombros en las que se habían transformado las pocas ciudades que los rodeaban.
Mingyu se levantó tomando su rifle antes de acercarse de manera sigilosa escondiéndose tras los grandes árboles.
Vió a Seungcheol señalar en dirección a donde podía distinguir al intruso.
Mingyu apuntó en aquella dirección observando por el visor notando que el hombre a quien había visto su colega no estaba solo, movió su mirada por los demás viendo a uno alzar uno de sus brazos señalando las montañas distinguiendo rápidamente la marca que portaban los rebeldes en este.
Un zumbido resonó en los oídos de Mingyu haciéndole voltear espantado sin encontrar a nadie rondando cerca.
Podía oír la respiración de alguien demasiado cerca pero a pesar de voltear en distintas direcciones no encontraba a nadie.
Su respiración se tornó irregular al voltear en dirección a su colega notando que no estaba en el lugar en donde lo había visto la última vez.
Sentía su cabeza a punto de estallar, la presión en la misma aumentando mientras continuaba sintiendo la respiración del extraño muy cerca suyo.
En un movimiento desesperado volteó lanzando un golpe con su rifle a quien sea que estuviera tras el sin encontrar a nadie nuevamente.
Presionó su propia espalda contra el árbol tras su cuerpo buscando tener una vista total de todo lo que lo rodeaba, buscando convencerse de que alguien estaba allí y no había perdido la cordura.
Los cabellos de su nuca se crisparon al oír la respiración aún muy presente, pero esta vez acompañada de un susurro que no logró entender.
Volteó en dirección a los invasores buscando alguna señal de que Seungcheol había sido atrapado, pero ellos ya no estaban allí.
Aquel susurro resonó en su mente una vez más.
"Alfa"
Sonaba sumamente débil y no conseguía reconocer la voz del causante.
Haciéndole entender que finalmente había terminado de perder la poca cordura que le quedaba desde que perdió a su hermano, ya que era imposible que alguien lo hubiese llamado de esta manera estando totalmente solo.
"Huye"
Nuevamente la jodida voz en su cabeza le ordenaba algo que no se creía capaz de cumplir.
Se movió en dirección a donde había estado Seungcheol antes de desaparecer.
Vió el bolso con provisiones que portaba Seungcheol descartado en el suelo, por lo que no tardó en tomarlo colgando el mismo junto al suyo.
"Corre"
Nuevamente la voz desconocida resonaba en su cabeza y para cuando fue consciente de sus propias acciones ya estaba corriendo por el bosque.
No tenía idea de que se trataba o porque su propio subconsciente obedecía sin dudar a la jodida voz en su cabeza.
Corrió lo más rápido que pudo hasta donde su aliento le permitió, deteniéndose de manera abrupta al sentir notar la luz de día en su rostro haciéndole saber que había sido lo suficientemente estúpido para dejar el bosque a plena luz de día exponiéndose a ser atrapado por los cazadores.
Cubriendo su rostro con una de sus manos logró distinguir la silueta de un hombre de espaldas frente a él.
Antes de que pudiera intentar escapar el desconocido volteó cruzando su mirada con la de Mingyu por primera vez.
Los labios de Mingyu se entre abrieron a la vez que retrocedía al menos un par de pasos, sin entender cómo es que no había conseguido distinguir el aroma de quien reconocía como un alfa.
Su cuerpo automáticamente retrocedió a pesar de que el hombre no había hecho amago alguno por acercarse.
La respiración de Mingyu se entre cortó ligeramente al notar la irregularidad en los colores que pudo distinguir en los ojos del desconocido, viendo claramente uno de estos brillar en color rojizo como era habitual en los alfas que había conocido y el otro por su parte lucir tan dorado y brillante como el mismo sol.
Para cuando quiso retroceder un fuerte golpe con un objeto pesado en su nuca consiguió nublar su visión haciéndole caer sobre el césped.
Aún desorientado y sin conseguir enfocar su visión pudo notar a duras penas el rostro del mismo hombre frente al suyo al haberse acercado e inclinado por sobre su cuerpo.
Sintió su cuerpo tensar al notar la respiración del hombre tan cerca como la había sentido en el bosque.
─Debiste huir ─ las manos de Mingyu temblaron al reconocer la voz como la misma que había oído en el bosque, sintiéndose profundamente asustado al oírlo a pesar de no notar siquiera un atisbo de movimiento en los labios del desconocido.
Ni siquiera tuvo tiempo de pensar cómo era posible que hubiese oído la voz de ese hombre en medio del bosque sin verlo, como es que lo había advertido en el mismo sin mostrarse en ningún momento o como es que la voz del mismo parecía estar en su cabeza en primer lugar.
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Historia original de @___WINGS-SEOKJIN
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Cazador •MinWon|Meanie•
Fanfic๛Mingyu sᥲbίᥲ qᥙᥱ ᥣᥲs ρrobᥲbιᥣιdᥲdᥱs dᥱ ᥱᥒᥴoᥒtrᥲr ᥲ sᥙ hᥱrmᥲᥒo ᥴoᥒ vιdᥲ ᥱrᥲᥒ ᥴᥲsι ιᥒᥱxιstᥱᥒtᥱs, ρᥱro ᥒo ρᥱᥒsᥲbᥲ rᥱᥒdιrsᥱ ιᥒᥴᥣᥙso sᥲbιᥱᥒdo qᥙᥱ tᥱᥒdrίᥲ qᥙᥱ ᥱᥒfrᥱᥒtᥲr ᥲ dιstιᥒtos ᥴᥣᥲᥒᥱs dᥱ ᥲᥣfᥲs qᥙᥱ ᥒo dᥙdᥲrίᥲᥒ ᥱᥒ tᥱrmιᥒᥲr ᥴoᥒ sᥙ vιdᥲ sι ᥱrᥲ ᥒᥱᥴᥱsᥲr...