Gracias Sira.

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Narra Imani

Me desperté bastante cansada, ya que ayer nos quedamos hasta bastante tarde en la piscina, jugando a juegos de mesa. Nos lo pasamos increíble. Los conozco desde hace menos de una semana, pero me hacen tan feliz y estoy tan agusto que ya me encariñe con ellos.

Hoy por la tarde ibamos a comer con la familia, por el cumpleaños de Lamine. Aún que por la mañana tiene entreno, ya que la Eurocopa se acerca y aún que no sabe si va a estar convocado, tiene que ir a entrenar. La verdad es que me da un poco de pena que crezca tan rápido, al final soy la hermana mayor y los he visto crecer tanto a Lamine, como a Keyne.

-¡Tata! -Dice Lamine, tirándose encima mio con Keyne riendo, encima mio también.

-Buenos días primero. -Respondo yo, con voz de dormida ya que me acababa, o me acababan de despertar.

-Tengo entreno ¿Te vienes? -Dice Lamine emocionado y con una sonrisa que consigue darme ternura. Mientras Keyne al lado se ponía de pie, o, hacia el intento, por que Lamine, como hermano responsable, lo estaba agarrando.

Mmm, ¿Viene Sira? -Pregunto y él asiente. -Entonces vale. -Digo con una sonrisa.

-Keyne ven, mi niño. -Digo cogiendolo para darle un abrazo.

-Pues vamos, que en una hora o así viene Balde a buscarnos. -Dice con cara de saber que no estoy de acuerdo con nuestro conductor.

-¿Enserio Lamine? Mira si no tienes compañeros y vas y eliges al que menos bien, se podría decir, me cae de todos. -Digo fulminandole con la mirada mientras me levanto.

-Tranquila eeh, él se ofreció y yo acepte, no sabía si ibas a venir.-Dice con las manos arriba como sí yo fuera la policía.

-Voy por ti, que lo sepas. -Digo mientras dejó a Keyne en los brazos de Lamine y entró al baño.

Mi hermano sabe que no nos llevamos bien, eso es lo que me molesta. Se que es temprano para decirlo, ya que lo conozco poco pero desde luego que no empezamos con buen pie.

Me pongo un mono azul y una gorra new era, negra.

-Buenos días mamá, papá sigue durmiendo ¿Verdad? -Digo dándole un abrazo. -Buenos días mi amor, y si, sigue durmiendo. -dice, mientras nos reímos por que duerme un montón.

Desayuno unas tostadas con sal y aceite, más un batido de plátano. Cuando terminó dejó el plato en el fregadero y subo a lavarme los dientes. Después espero a Lamine en el salón mientras juego con Keyne.

-Vamos tata, Balde está fuera. -Me dice, a lo que yo me despido de Keyne y de mí madre.

Salimos de casa y me monto en la parte de atrás del coche, mi hermano como copiloto. Cuando me montó, Balde mira a Lamine como diciendo, "¿Enserio Lamine? ". Y yo respondo.

-Ya, lo se Balde, yo tampoco quiero estar aquí. -Digo mirando por la ventana.

-Pues nada, buenos días por lo menos. -Me dice Balde.

Veo a Lamine, como está aguantandose la risa, así que le pegó un golpe suave en la cabeza.

-Que no te rías niño. -Le digo.

-¡Auuuh! -Se queja.

-Dejen de pelear que me desconcentran.-Dice Balde con una sonrisa de lado y yo ruedo los ojos.-Y por cierto, buena gorra Imani, por lo menos te sabes vestir bien. -Me dice.

-No me conoces lo suficiente, se hacer muchas más cosas y no necesito tu aprobación. -Contrataco mirándole por el retrovisor.

Antes de que pueda responder, llegamos al campo de entrenamientos y nos bajamos.

¿QUÉ ES EL AMOR VERDADERO?| Alejandro BaldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora