La noche había caído sobre la Fortaleza, envolviendo todo en un manto de tranquilidad y oscuridad. Sin embargo, la calma aparente era engañosa. Los Jinetes de Drake y los jóvenes magos se mantenían en alerta, sus sentidos permanecían agudizados ante cualquier señal de peligro.
Desde mi puesto de observación en una de las torres más altas, podía ver las patrullas nocturnas moviéndose diligentemente a lo largo de los muros. Zephyr, se mantenía cerca, listo para cualquier orden.
En el horizonte, al otro lado de las montañas, las luces de las hogueras de las Tierras Sombrías de Nocturnia parpadeaban, recordándonos la constante amenaza.
—Sirena, —la voz de Thoran me sobresaltó ligeramente—. Los exploradores han regresado. Tienen información urgente.
—Llévalos a la sala del consejo, bajo enseguida —respondí, bajando rápidamente las escaleras de piedra para recoger unos mapas de mi habitación antes reunirme con ellos.
En la sala, un grupo de exploradores esperaban junto a Thoran y Kael, sus rostros estaban tensos por la urgencia de sus noticias. El líder del grupo, llamado Eirik, era un joven de aspecto vigoroso y decidido, apenas un año menor que yo. Sus rasgos eran afilados y juveniles, con cabello castaño oscuro que caía en mechones rebeldes sobre su frente cuando no estaba atado. Sus ojos azules eran vivaces, aunque en ese momento reflejaban una mezcla de seriedad y urgencia.
Vestía el uniforme de explorador, una túnica de cuero resistente y ligera, diseñada para moverse con facilidad por terrenos difíciles. Sus botas de jinete estaban manchadas de barro y polvo, indicio de las condiciones difíciles bajo las cuales había viajado hasta la fortaleza. Aunque era joven y todavía no había desarrollado todo su poder, su postura era erguida y su expresión mostraba una confianza tranquila mezclada con el peso de la responsabilidad que llevaba como líder del grupo de exploradores.
Eirik se acercó hacia mi con paso decidido, mostrando un aire de respeto hacia los superiores pero también una determinación palpable por entregar las noticias que traía consigo. Su voz, cuando finalmente habló, era firme y clara, revelando la disciplina y el entrenamiento que había recibido como explorador.
—Capitana, hemos detectado movimientos inusuales en las fronteras. Pequeñas unidades, de grupos de dos o incluso uno, de Asesinos de la Noche se han infiltrado en el bosque cercano. Creemos que están preparando un ataque sorpresa.
—Soy teniente, el Capitán era Arion, no yo. ¿Cuántos son? —pregunté, mi mente ya estaba calculando las estrategias posibles.
—Discúlpeme, Teniente. No lo sabemos con certeza, pero parece que estaban esperando a otra persona, cuando nos vieron llegar, desaparecieron, aunque uno quedó rezagado observando unos segundos más que los demás. —respondió Eirik, su voz parecía llena de preocupación.
La Maestra Talindra, el Capitán Aldric y la Maestra Lyra llegaron poco después, todos listos para actuar.
—¿De que color era su drake? —dije, con voz firme—.
—Negro, creo. Entre la tormenta y la abundante lluvia no pudimos verle bien.
Me quedé pensando un segundo mirando sobre la mesa, hasta que noté todas las miradas sobre mi.
– El Jinete encapuchado ha vuelto. – Susurró Thoran. – ¿Qué vamos a hacer?
– ¿Qué es lo que quiere? – Preguntó Eirik.
– Atacarnos, como todos los del otro lado de las montañas. – Dijo el capitán Aldric.
– Creo que busca a alguien – Sugirió la maestra Lyra.
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Elarion: La Rebelión de las Sombras {COMPLETA}
FantasySirena Windrider, la Jinete del Viento y parte de la Alianza de la Luz, se embarca en una misión desesperada en la oscuridad de Nocturnia, junto a un Asesino de la noche, tras descubrir una profecía que tiene que ver con ella y su marca. En su via...