Dante me acompañaba mientras caminábamos de regreso por los pasillos de la fortaleza. La fría luz de la luna se filtraba a través de las ventanas, proyectando sombras largas y elegantes en las paredes de piedra.
Se mantenía a mi lado, su presencia era un ancla en medio de la tormenta emocional que había sido el día y la noche.
Mis pasos me llevaron automáticamente hacia la antigua habitación que había ocupado aquí en Skyrend, ahora vacía y silenciosa. Sentía un profundo sentido de regreso, pero también de transformación.
La puerta se abrió con un leve crujido, y al entrar, la habitación me recibió con un aire de nostalgia y renovación.
La cama, la mesa de estudio, y las estanterías llenas de libros eran recuerdos de una vida pasada.
Dante se acercó y se apoyó contra el marco de la puerta, su mirada fija en mí con una intensidad que solo él podía transmitir.
Observé el lugar con una mezcla de melancolía y esperanza, sintiendo que todo había cambiado para siempre.
—Ahora comienza una nueva era en Elarion, pececilla —dijo Dante, sus palabras resonando con un eco profundo que parecía llenar la habitación.
Sus palabras cargaban un peso significativo, y mientras las decía, sentí cómo la responsabilidad del futuro recaía sobre mis hombros. No era solo un retorno a un lugar familiar, sino el comienzo de una lucha monumental que definiría el destino de todo Elarion. Los ecos de la profecía y las sombras se entrelazaban con el pasado, y el futuro parecía más incierto que nunca.
Me volví hacia él, mis ojos buscando en los suyos la fuerza y la determinación que necesitaba para enfrentar lo que venía. Dante me observó con una mezcla de orgullo y seriedad, su postura firme y su expresión inmutable.
—Lo sé —respondí, mi voz un susurro cargado de emoción—. Todo lo que hemos pasado nos ha llevado hasta aquí...
Dante asintió, sus ojos brillando con un resplandor intenso. Se acercó y tomó mi mano, su contacto era cálido y reconfortante.
—Haremos todo lo que esté en nuestras manos para asegurar que el sacrificio de nuestras madres y el peso de la profecía no sean en vano —dijo, su voz llena de una promesa inquebrantable.
La noche se instalaba lentamente, envolviendo la fortaleza en un manto de tranquilidad mientras los preparativos para la batalla comenzaban.
Con un último vistazo a la habitación, me sentí lista para enfrentar el desafío. El destino de Elarion y la verdad de mi herencia me llevaban a un futuro incierto, pero con Dante y mis amigos a mi lado, sentía que estábamos listos para enfrentar cualquier cosa que viniera.
Dante se acercó y, con un gesto lleno de ternura y firmeza, me rodeó con un abrazo. El calor de su cuerpo me ofreció un consuelo en medio de la tormenta, y sentí que el futuro, por sombrío que fuera, tenía una luz al final del túnel.
—Vamos a dar un paseo...—dijo Dante, su voz suave pero cargada de determinación.
Nos dirigimos hacia la puerta.
De repente cuando llegamos al patio de la fortaleza, una voz rompió el silencio.
—Hola, moradita.
Me detuve en seco, mi mente intentando procesar lo que acababa de oír.
Miré a mi alrededor, buscando al que podría haber hablado.
—¿Qué me acabas de llamar? —pregunté, frunciendo el ceño mientras mi mirada se dirigía a Dante.
Dante, visiblemente confundido, me miró con una expresión de desconcierto.
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Elarion: La Rebelión de las Sombras {COMPLETA}
FantasySirena Windrider, la Jinete del Viento y parte de la Alianza de la Luz, se embarca en una misión desesperada en la oscuridad de Nocturnia, junto a un Asesino de la noche, tras descubrir una profecía que tiene que ver con ella y su marca. En su via...