CAPÍTULO 26

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CAPÍTULO 26

LA RED

Ya sea el vestido que estaba usando, el calor de la tarde, o los nervios que trataba de ocultar por la ansiedad, pero mis manos estaban bañadas en sudor. La carta a Safiye fue enviada hace tres días. Hace tres días, y la respuesta llego hoy a manos del rey, o al menos sabía de buena fuente gracias a las habilidades de espionaje de Van. En cualquier momento Jared tendría que entrar por esa puerta y decirme que todo había salido según lo planeado. Tenía que entrar y decirme que ella vendría, y entonces...solo entonces podría respirar con calma. Tenía que venir. Tienes que venir Safiye.

Muchas cosas han pasado en estos tres días.

Muchas.

Algunas aún pesan sobre mis hombros por la culpa y el remordimiento, y otras...aún estoy aprendiendo a sobrellevarlas.

El rey finalmente se enteró de la verdad. Jared arreglo una reunión secreta con él para que ni los guardias ni la servidumbre estuviera al tanto de nuestra reunión, todos debían seguir creyendo que él me odiaba, para que cuando Safiye tratara de mover sus cartas todos los ángulos apuntaran hacia una sola dirección: Jared no me soporta, me odia.

Al principio, el rey..., mi padrino, se mostró decepcionado, asombrado e incrédulo.

Dos personas en un mismo cuerpo.

Yo lo corregí: una persona con doble vida. Cordelia no existía en mí, yo hacía que existiera bajo mi piel, bajo mis ojos y cabello que Safiye se encargó de modificar. Pero aun así, seguía siendo yo, seguía pesando como yo, solo utilizaba el título de Cordelia, pero no era ella. A pesar de todo, a pesar de toda esta farsa él se puso en mi lugar, comprendió que no tuve opción, que el destino ya estaba escrito incluso antes de que yo naciera...la corona iba a ser mía. La piedra de sun iba a elegirme. Frederick estuvo presente durante la reunión, explico los hechos desde su perspectiva, y lo catastrófico que sería para todos los reinos que Sunland cayera en las manos de tiranos, la importancia y el significado que tenía la piedra de sun, y aún más importante las consecuencias que traería para la humanidad: la caída de Sunlad. Van también hizo su aparición, y no fue para nada bien visto, el rey lo fulmino con la mirada en cuanto lo vio, le mostro las garras y los colmillos enfurecido, casi lo vi transformarse en lobo, pero al ver a Jared, su hijo mayor tan tranquilo a su lado, su furia se esfumo, o al menos la controlo. Gracias a los cielos, Van no abrió mucho la boca durante la reunión, o la sala se hubiera inundado de sangre. El rey se tomó su tiempo para pensarlo, para analizarlo, se encerró dos horas con sus dos hijos, la presión me ahogaba. Es mi padrino, confiaba en mí, después de todo no solo era la reina de Sunland, también era la hija de su difunto colega y más cercano amigo, los lazos fraternales seguían presentes entre nosotros, lo que él no lograba conciliar era que...un vampiro fuera aliado mío. Y hoy por hoy es más que eso, pero lo que siento por él, lo que sentimos el uno por el otro es un peligroso secreto, un secreto que debe mantenerse en las sombras para el bien de estas alianzas. Para el bien de ambos. El rey debía pensar cuidadosamente, él era mayor que sus hijos, era más desconfiado hacia estas criaturas, no accedería fácilmente. Cuando la noche llego y creí que diría que no, y que me juzgaría por mantener a Van a mi lado aun sabiendo el riesgo que aquello implicaba...él apareció a través de las puertas anchas, altas, de mármol con un semblante neutro, sus hijos detrás de él y se acercó a mí. Había esperado parada dando vueltas en el pasillo todo ese tiempo, estaba ansiosa, muy ansiosa. El rey se aproximó y dijo que me apoyaría, y no solo eso, también prometió que me ayudaría a purgar mi corte en cuanto tomara el poder, asumió mi inexperiencia, y que necesitaría de mucha ayuda para sobrellevar lo que me esperaría en el palacio luego de despojar a Safiye. Y en cuanto a Van, no juzgo mis decisiones de tenerlo como aliado, sí aliado, pero al no verse en la obligación de tenerlo en su reino me pidió que lo sacara a través de un portal, que lo enviara lejos, no importaba dónde, después de todo ya tenía su apoyo y a él no lo necesitaba...pero yo sí lo necesitaba. Me opuse totalmente, argumentando que Van sería de mucha ayuda sí Safiye resultaba ser una bruja— argumento que no podrían refutar, menos después de oír de mis labios lo que paso con Yuri aquel día en el mar. Una runa que ni siquiera yo pude destruir— prometí que lo mantendría en mi habitación y me haría cargo de cualquier problema que causase. Despues de una larga charla dio su brazo a torcer, alegando que le daba un pequeño boto de confianza, solo porque demostró que no tiene intenciones de matarme al impedir que Jared lo hiciera...y sí, también se enteró de ese pequeño acontecimiento, el cual aunque en su momento fue tortuoso, termino siendo un gran az para mi. Y así fue cómo termino por enviarle la carta a Safiye haciéndole una invitación para celebrar el cumpleaños del rey, fecha que afortunadamente ya se aproximaba.

Sunland ¿Una princesa de la realeza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora