CAPÍTULO 35

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CAPÍTULO 35

EL PRINCIPIO DE SU FIN

El día por fin había llegado.

Oficialmente, hoy, se cumplen quinientos años desde que la reina Scarleth nos liberó de los vampiros.

Quinientos años desde que Sunland tiene en el trono a la familia Beaumont.

Quinientos años desde que Sunland es libre de la magia oscura, o al menos eso es lo que todos creíamos...

El sol brilla alto en la mañana, la intensidad de los rayos que atraviesan las ramas secas del bosque, anuncian que está en su punto más alto. El medio día.

Presenciar un día soleado, con un destino incierto como el mío, es como revivir aquel sentimiento que probablemente la reina Scarleth sintió el día en que levanto la muralla, que nos liberó del mal. Exilio a toda criatura portadora de oscuridad. La muralla los expulso con la magia proveniente del elemento luz. El mismo elemento que ahora está en mis manos, estuvo en sus manos, y lo utilizo para liberar incluso a los que no lo merecían. Cuando pienso en la reina Scarleth, me imagino muchas cosas, entre ellas, que debió tener un corazón muy noble, tal vez era bondadosa, o por el contrario fue una guerrera. Una guerrera que se levantó, reunió el valor necesario, se enfrentó a ellos, los desterró, reino, pero... ¿Qué paso después? ¿Cómo murió? No estudie en la academia real, por lo tanto, nunca tuve la oportunidad de conocer por completo la historia de la reina, ni como llamo a su primer hijo, ni quien fue su esposo, ni, nada...Tal vez pueda saber más sobre ella sí leo el libro de los siete sellos, en especial la parte en la que ella se enfrentó al mayor de los males y salió victoriosa.

Pero han pasado quinientos años, y así como el bien, el mal ha evolucionado, ya no proviene de vampiros, ahora proviene de los mismos humanos, cuyas almas el poder ha corrompido.

Hoy era el día.

Hoy finalmente se llevara acabo el cambio de era.

No puedo negar que me siento nerviosa, porque sí lo estoy.

Desde hace media hora no he dejado de ver mi reflejo en el agua cristalina del rio. Sentada en una dura roca, que sobresale a la superficie en medio del rio, espero. Espero a los guardianes. Espero a la manada.

Frederick y Van han ido a ocuparse de otros asuntos de vital importancia, por lo que me encuentro sola. Sola en medio del bosque oscuro, un bosque tenebroso al que no entran más que cazadores arriesgados y guardias de élite. Un bosque cuyas leyendas cuentan que quien entra muy difícilmente sale, pues la densidad de su flora hace que te pierdas en el sin poder encontrar un camino de retorno, y al caer la noche los lobos se comen todo lo que represente un buen festín; incluidos los humanos. Algunas teorías tenían razón, y otras no tanto, con los años aprendí a moverme aquí dentro, aprendí a evitar a los animales nocturnos y aún más importante: aprendí a sobrevivir, aún teniendo pocas posibilidades para hacerlo.

Ahora mismo estoy en medio del rio cerca de la muralla con las sombras, no suena como algo divertido, pero tampoco es que sea tan peligroso, al menos hoy no. La muralla nos protege de ellos. Ella nos protegió a todos sin distención. Sin duda Scarleth fue una gran reina... ¿pero yo?

Apenas tuve tiempo de levantar la mirada cuando sentí unas gotas de agua sobre mi cabeza. Se sentían frías, y de considerable tamaño, pero yo estaba segura de que no estaba lloviendo. Cuando eleve la mirada mi sorpresa fue aún mayor.

Era...hermoso.

Increíble y majestuoso.

Era un caballo de agua.

Un corcel alto, que parecía tener vida propia.

Más pude confirmar esta teoría cuando empezó a dar vueltas a mi alrededor con movimientos majestuosos que hacían bailar el agua al tiempo que liberaba un pequeño: Splash.

Sunland ¿Una princesa de la realeza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora