Closer• KNJ

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La cena fue algo incómoda al principio. Suzy estaba sentada en la cabecera de la mesa, Namjoon y yo estábamos a sus lados.

La mesa es de un tamaño importante, perfectamente podría acomodar a unas diez personas sin hacerlas sentir con poco espacio, pero en ese momento me parecía muy pequeña.

Para mi alivio la pasta que había preparado había resultado mejor de lo que esperaba. 

Tenía años que no comía en familia o al menos acompañada. Me resultaba muy nuevo, pero para nada desagradable, ya había tenido cenas y comidas en compañía de la pequeña Suzy, pero no recordaba la última vez que cené con un adulto sin algún tipo de planeación previa.

Mis padres me dejaban sola por mucho tiempo debido a sus trabajos, y aunque me dejaran en compañía del personal del hogar, ninguno de ellos se sentaba a comer conmigo, solo me servía mi comida y listo.

Suzy comió con entusiasmo, manchándose toda la boca y parte de las mejillas debido a la crema de la pasta, Namjoon solo sonrió y al terminar de comer le limpió la boca con cuidado al igual que las manos.

Algo que le debo reconocer a Namjoon es que cada día parece mejorar como padre y aunque no esté tanto tiempo con su hija, está parecía querer estar todo el día con su padre.

Todos tenemos un lado cariñoso y Namjoon buscaba demostrarle de muchas maneras a su hija lo importante que era.

Miré el reloj dándome cuanta que ya eran cerca de las ocho de la noche. Mi horario laboral había terminado hace una hora y no me pesaba, pero si me preocupaba lo cómoda que me sentía con ellos.

—¿podrías quedarte un poco con Suzy mientras lavo los trastes?—preguntó Namjoon a lo cual asentí

—que se quede a dormir—comentó la niña

—tengo que ir a mi casa a dormir—dije tomándome la mano para ayudar a que bajara de su sillita—además, me están esperando—comenté recordando a mi pequeño conejo que había adoptado hace unos meses

—¿tus papás te están esperando?

—mis papás no viven conmigo, pero si mi conejo

—¿un conejo?—reí ante su emoción y Namjoon sonrió mientras recolectaba los platos de la mesa.

El adoptar a un conejo no había estado en mis planes, pero unos meses atrás e influenciada por varios videos en redes sociales, fue que me animé a conseguir algo de compañía proveniente de un animalito. Parecía que el squishy me detestaba desde la primera vez que lo llevé a mi departamento, e incluso creo que me sigue guardando algo de rencor por alejarlo de su jaula con pasto sintético y gran espacio, para meterlo a un departamento con pisos de madera, pero podía decir que ya pasábamos más tiempo juntos sin que este intentara morderme.

—¿puedo conocerlo algún día?

—claro, estoy segura que le agradarás

Mi corazón latió alegre al ver la felicidad en el rostro de suzy.

[...]

He de admitir, que para ser bueno con todo lo demás, me sorprendió y me hizo gracia el escuchar como un plato se rompía seguido de una par de maldiciones que por suerte Suzy no había oído ya que, apenas nos acomodamos en el sofá, esta se quedó dormida abrazándose a mi cuerpo.

—se encariñó mucho contigo—dijo Namjoon entrando a la sala

Tenía las mangas de su camisa dobladas hasta sus codos dejando a la vista sus brazos.

—¿eso es malo?—pregunté cuando logré pasar saliva

—quiero pensar que no, pero me preocupa. Pocas personas han podido ganarse el cariño de mi hija y ella puede llegar a ser algo sentimental con quienes lo logran