Closer• KNJ

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Mis labios estaban hinchados y mis pensamientos eran un verdadero desastre. Tal y como lo dijo Namjoon, nos besamos todo el camino, el duró cerca de quince minutos y cuando bajamos del auto ambos teníamos una apariencia que dejaba muy en claro lo que habíamos hecho. No me avergonzaba en lo más mínimo, sobre todo porque cuando veían a Namjoon giraban la mirada.

No ocurrió nada más que unos cuantos besos, pero en algún momento yo tomé su playera y la estruje entre  mis manos, lo mismo hizo Nam con mi vestido y ahora ambos estábamos algo arrugados.

El lugar está vacío y no me sorprendió saber, por el propio Namjoon, que había pagado una enorme cantidad por mantener aquel lugar para nosotros dos solos.

Nos sentamos en la mesa del medio y rápidamente nos atendieron dejando dos copas de vino sobre la mesa antes de iniciar con las entradas.

—pedí que prepararan las mejores pastas que tuvieran, no sabía cual de todas preferías así que prepararon todas—explicó cuando dejó su copa sobre la mesa—solo pide la que desees

—oh...gracias—sonreí algo abrumada por aquel detalle

—antes de comenzar a comer me gustaría dejar las cosas claras—apoyó sus brazos sobre la mesa para inclinarse en mi dirección como si me fuera a decir algún secreto

—me parece bien—me armé de valor y coloqué mis manos sobre la mesa—no estoy en busca de nada que sea sin compromisos. Estoy bien así, las cosas de una sola noche o sin seriedad no me interesan.

La expresión de Namjoon no cambió como yo pensaba, este sonrío en mi dirección y pude jurar que su expresión se suavizó.

—que bueno, porque no pienso pedirte nada de eso—estaba apunto de dejarme llevar por la vergüenza—quiero algo formal contigo

Aquello me sorprendió más de lo que esperaba y me fue imposible ocultarlo.

—pero...¿por qué?

—creo que es obvio—respondió cómo si yo ya debiera saberlo

—no lo es—respondí—hasta hace unos días observé como una mujer se metía a tu despachó, no es como que aquello sea una buena señal

—se fue unos minutos después de que tú te fueras—explicó

Lo pensé por unos segundos antes de responder.

—oh—sonreí con burla—no te preocupes, es normal que ocurra con la edad y habrá doctores que estarán encantados de ayudarte

—no fue por eso, listilla—no parecía molesto por mi comentario e incluso parece que le hizo gracia—no ha pasado nada con nadie desde hace unos meses y por eso fue Tami a buscarme aquella noche, quería saber si seguiríamos acostándonos

—Namjoon, me cuesta creer que de un día para otro quieras cambiar tu estilo de vida y sobre todo conmigo

—¿quieres razones? Bien, te las daré—tomó una de mis manos sin dejar de mirarme—eres la mujer más encantadora que he conocido, el que fueras mejor amiga de la hermana de uno de mis socios ya presentaba un impedimento, pero eso se fue a la mierda cuando comencé a sentirme encantado por tú empalagosa manera de tratar a la gente. Eres amable al extremo y eso me tiene cautivado, pensé que solo se trataba de algún tipo de deseo o fantasía. Tener alguien que no debes tener es muy tentador, las cosas comenzaron a complicarse cuando le ponía tu rostro a las mujeres con las que estaba o te usaba como incentivo para poder correrme cuando me masturbaba.

Tragué salva ante su honestidad e intenté hablar, pero continuó

—las ideas de relacionarme contigo sexualmente se vieron sustituidas por otras que me aterraron. Cuando te veía con mi hija me imaginaba lo que sería llegar todos los días a mi casa y verte esperar por mi, ser quien recibiera tus besos y tus sonrisas. Me tienes jodido, cariño y nunca lo viste.