X

16 5 2
                                    

Cap. X — Parte 1


—¿Que mierda haces despierto, idiota?

—¿Que haces tu acá? —Bakugo solo volteó su cabeza para evitar la mirada del pelirrojo.

El silencio se mantuvo rondando la habitación durante unos cinco minutos, ninguno de los dos hablaba, solo se dedicaban a observarse mutuamente.

Kirishima suspiro mientras tomaba asiento en su camilla— Ven a sentarte. Ahora sí quieres estar de pie la mayor parte de la noche es cosa tuya —Dijo mientras reía— ¿Porque viniste?

Bakugo tomo asiento a su lado mientras miraba el suelo, sus mejillas tomaron un leve color rosado, su corazón aumento la velocidad de cada latido. El pelirrojo solo sonrió y soltó una tierna risa.

—Me alegra que estés aquí. No podía dormir.

Kirishima se había estado despertando cada 5 minutos, no podía agarrar sueño y en todo su desvelo apareció el.

El rubio se mantenían en silencio "¿Debería preguntarle sobre el... Accidente?" Bakugo se negó a su mismo moviendo su cabeza de  un lado a otro.

—¿Haz oído alguna vez sobre las almas gemelas? —Pregunto el pelirrojo.

Bakugo frunció el ceño, intrigado.

—No realmente. ¿A mí de que me serviría eso?

Kirishima se acomodó en la camilla, su voz tomando un tono más suave y reflexivo.

—Es una teoría que dice que en algún lugar del mundo hay una persona que está destinada a ser tu otra mitad. Alguien que te complementa en todos los aspectos, que entiende tus pensamientos y sentimientos sin que tengas que decir una palabra. Alguien que está destinado a estar contigo, sin importar las circunstancias. Es como la media naranja, ¿Comprendes?

Bakugo lo escuchaba atentamente, su ceño iba poco a poco relajándose mientras pensaba en las palabras de Kirishima.

—¿Y crees en eso? —Preguntó, su voz curiosa pero también un poco escéptica. Kirishima se encogió de hombros, sonriendo con tristeza.

—No lo sé. Pero cuando estoy contigo... Es que yo... Yo siento que... —El pelirrojo sin importar la situación siempre se veía fuerte, valiente y sin miedo a decir las cosas, pero está vez se sentía nervioso, el nudo en su garganta se formaba y su corazón latia cada vez con más intensidad. Hasta que la voz de un rubio lo saco de sus pensamientos.

Bakugo solo chasqueo la lengua para luego colocar una mano detrás de su nuca sobandola— Son estúpidas tonterías. —Kirishima sintió que esas palabras le chocaron y no de una manera linda, bajando la mirada pero luego redirigiendo la a aquel chico de ojos carmesí que volvía a hablar— Pero si tú crees, yo igual. Estupido dientes de tiburón, ¿Y si tú eres mi...

Las palabras se detuvieron cuando Bakugo se dio cuenta de lo que iba a decir "¿Alma gemela? Que mierda dices Katsuki" Se reprochaba a si mismo. En cambio, Kirishima sonrió, sintiendo una calidez en su pecho. Soltando una leve risa.

—¡Eso es suficiente para mí! —Aunque su estado estuviera cada día peor, no se podía evitar sonreír y sentir en calma cuando estaba junto al rubio. Pero esto no duraría siempre, ¿No?

.

.

.

Bakugo llegó a su apartamento en la madrugada, el silencio de las calles reflejaba el tumulto en su mente. Cerró la puerta detrás de él, y el eco del clic del cerrojo resonó en la quietud de su hogar. Se dejó caer pesadamente en el sofá, enterrando el rostro en sus manos.

¿Que te parece? |KIRIBAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora