"¿Desde cuándo estar vivo duele más que la muerte?"
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—No te aseguro que pase los dos meses. Su salud ya se está deteriorando y más no podemos hacer. Le aseguro que tratamos de hacer lo posible, Señor Katsuki.
El rubio soltó un suspiro, para luego darse media vuelta y retirarse de la habitación. Todo se estaba desmoronando poco a poco. Ya no tenía el tiempo suficiente para hacer todo lo que quería hacer con Kirishima.
Al abrir la puerta de la habitación donde se quedaba el pelirrojo, lo encontró con su vista perdida en el techo blanco, tenía los audífonos puestos mientras que con una mano sujetaba aquel peluche de león que tenía.
Bakugo le tomo la mano— ¿Estás bien? ¿Te duele algo?
Kirishima solo sacudió la cabeza suavemente, evitando encontrarse con la mirada del rubio.
—¿Estás seguro?
—Si.
El ambiente estaba tenso. Hace un par de semanas que la quimioterapia ya había hecho efecto en el cabello de Kirishima y el no poder alimentarse por su cuenta comenzó a hacer que el pelirrojo dejara de alimentarse bien.
El rubio trato de buscar o pensar en algo que pueda animar a Kirishima. No le gustaba verlo tan cabizbajo.
Bakugo se sentó en la silla al lado de la cama de Kirishima, buscando en su mente algo que pudiera hacer reír a su amigo, algo que pudiera devolverle al menos un poco de la alegría que siempre solía irradiar. Decidió hablar sobre algo que sabía que a Kirishima le había hecho reír en el pasado.
—Recuerdas aquella vez en la feria, cuando trataste de subir al escenario para cantar y casi te caíste con el micrófono? —dijo Bakugo con una sonrisa triste. —¡La cara que pusiste cuando el micrófono se enredó en tu camiseta!
Kirishima giró lentamente la cabeza para mirar a Bakugo, una leve sonrisa se asomó en sus labios. Aunque era apenas un atisbo, era suficiente para que el rubio se aferrara a ese pequeño rayo de esperanza.
—Sí, recuerdo. Fue bastante vergonzoso —dijo Kirishima con un tono de voz que intentaba ser ligero, pero que claramente estaba agotado.
—Vergonzoso, sí, pero al menos lograste hacer reír a todo el mundo —Bakugo insistió, tratando de mantener un tono animado.
Kirishima trató de reír, pero solo salió un susurro que se convirtió en un tosido suave. Bakugo, viendo esto, tomó la mano de su chico con más firmeza, buscando transmitirle todo el apoyo que podía. Las mejillas del rubio se tornaron levemente rosadas, sabía que iba a decir algo que le daría vergüenza más adelante, pero tenía que hacer lo posible por subirle el ánimo.
—Pero lo que no olvidé es cómo te levantaste con una sonrisa y te pusiste a cantar y con mucha más fuerza. No importa cuánto te cayeras, siempre te levantabas con ese espíritu inquebrantable. Estupido dientes de tiburón, esa tarde te robaste el show —Dijo en un tono bruto y tratando de fingir estar celoso y sentir envidia.
Kirishima dejó escapar una risa suave, como si el simple recuerdo le diera un pequeño respiro.
—Eres increíble, ¿sabes? —dijo Bakugo, apretando la mano de Kirishima con firmeza— Nunca he conocido a alguien que pueda ser tan valiente y tan amable al mismo tiempo. Y aunque esto es difícil, quiero que sepas que estoy aquí para ti —La cara de Bakugo se relajo, haciendo notar una sonrisa de punta a punta. Una sonrisa que se veía verdadera, pero el rubio solo la finjia para no preocupar a su chico.
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¿Que te parece? |KIRIBAKU
ФанфикKirishima Eijiro y Bakugo Katsuki se envuelven en un lio amoroso, pero ninguno esperaba lo que iba a suceder y que le iban a arrebatar a el rubio su estrella en el oscuro anochecer. Esta historia habla sobre las vidas pasadas de Bakugo y Kirishima a...