—¿Esta noche qué haremos?— Preguntó Frantaliyus Sinforinio Manoligera a su prima y compañera de escena, Anamanía Bonapatenta Piernagrillo y ella le respondió con evidente tono de impaciencia —Fransi, no seas necio, no voy a volver a caer en tu broma de la amnesia— por lo cual este le replicó con fingida preocupación —Ánabo, El olvido por miedo escénico es cosa seria —y con tono obvio de exagerado sentimiento de sentirse ofendido dijo— ¿Me crees capaz de hacer una broma sobre eso?— razón por lo cual ella le torció los ojos con una sonrisa en el rostro, para luego ambos caer en una risa profunda, mientras seguían preparando los artefactos que servirían para conseguir entretener al público, con su presentación estelar de la noche.
Frantaliyus y Anamanía, eran familia por el lado de los Tiernorillo, un clan de gnomos que, con el pasar generacional de los siglos, fueron habituándose a vivir y establecer sus comunidades, muy cerca de las crecientes ciudades del mundo civilizado y lejos de los ocultos y tímidos poblados de gnomos que existen entre los bosques y montañas existentes en todo el continente de El Escudo, perteneciente al mundo de Arbómena, razón por la cual sus actividades de la vida diaria terminaron por estar estrechamente ligadas, al diario acontecer que en estas urbes se suscita.
¡Crac!, ¡crac!, ¡crac!, sonaba al dar cuerda Frantaliyus, a un aparato que poseía un mecanismo de cuerdas y resortes, mientras que Anamanía realizaba estiramientos y ejercicios que ponían a tono cada uno de los músculos de todo su cuerpo.
Al ella realizar un movimiento, con el cual se puso de punta de pie mientras que alzaba sus brazos hacia el cielo, él la vio con cierto gesto de extrañeza y le dijo —No lo entiendo, cómo tú siendo una gnoma tan alta con tu metro y 20 centímetros, logras ejecutar actos que requieren tanta destreza— a lo cual Ánabo, haciendo un cambio de postura le respondió —y tú con tu metro y 7 cm de pura inteligencia ¿Aún no lo entiendes? Siempre me haces el mismo comentario, cuando estamos preparándonos para una presentación— razón por la cual Frantaliyus volvió a mencionar la misma aclaratoria que siempre hace al respecto —¡Prima mía! no lo pregunto por la respuesta en si, sino como una forma de expresarte mi admiración—.
Al oír esto, ella sin dejar de hacer su calentamiento, volvió a sonreír como siempre lo ha hecho, al tener esta misma conversación con su primo Fransi, cada vez que están horas previas al espectáculo, preparándose para ir a dar lo mejor de sí... aquel diálogo no era más que el ritual con que, este singular par de gnomos, se deseaban buena suerte antes de salir al ruedo a darlo todo con su arte.
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Cap. 1 | Acto II: El ilusionista temeroso.
FantasyLos campeones de Arbómena y las predicciones del Oráculo de Ro. Capítulo 1: El preludio de una aventura. Acto II: El ilusionista temeroso. Frantaliyus Sinforinio Manoligera es un gnomo perteneciente al clan de los Tiernorillos, y se ha escondido en...