Capelo Cacahuete.

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—Mami ahí está Pequeño Yóquey— resopló con gran entusiasmo Alegrerelincho para luego preguntar con infantil maravilla —¿Cómo lo hiciste Pequeyó? ¿Cómo es que te transformaste en una montaña de heno?— a lo cual Frantaliyus respondió, con un tono artístico venido de su yo del pasado —Chiquitin, un mago nunca revela sus trucos— creyendo que con esta respuesta, saldría de la curiosa naturaleza del potrillo, pero el gnomo no contaba con la astucia de pensamiento que este poseía, así que al recibir está respuesta, le hizo una segunda pregunta muy lógica —Y si nunca revelan sus trucos ¿Entonces cómo aprendiste a hacer magia? ¿Quien te la ha enseñado?— En ese momento, al fin el gnomo logró sonreír y sentir un poquito de calidez en su alma, como en mucho tiempo no había sentido, y no le quedó más remedio que decirle, con una sonrisa en su rostro —Alegrerelincho, tu lógica es innegable—.

—Ya deja a Pequeyó tranquilo— dijo Dulcemamá a su potrillo, y Fransi le hizo un gesto, que indicaba que no se preocupara por eso y lo dejará tranquilo, hacer todas las preguntas que quisiera.

Capelo avergonzado, se dirigió hacia Honotelo, para pedirle disculpas diciéndole —De parte mía y de los demás equinos, quiero pedirte disculpas, por haberte tratado de ese modo— por lo cual este pura sangre, levantó el ceño y respondió —No se preocupen por eso y olvídenlo— haciendo uno de sus típicos y pretenciosos gestos de levantar una de sus cejas.

Frantaliyus, volvió a donde originalmente se encontraba, muy cerca de Capelo, y en tono de broma ligera le dijo en lenguaje equino —Con que los humanos te llaman Cacahuate ¿Eh?— a lo cual Caballo PeloMarrón Escuchagnomos relinchó con sorpresa —¿Qué? ¿Eso es lo que significa el nombre que me han puesto mis jinetes?— y luego terminó por agregar —Eso no tiene el más mínimo sentido, siempre imaginé que ese nombre significaba algo más profundo o en todo caso más descriptivo, como el que tú me has puesto, Pequeño Yóquey— y luego de que todos rieran, incluso el mismo Honotelo, Frantaliyus terminó por decir — Es que los humanos, no tienen tanta creatividad como nosotros los gnomos, para colocar sus nombres y apodos—.


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⏰ Última actualización: Jul 27 ⏰

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Cap. 1 | Acto II: El ilusionista temeroso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora