"La mala suerte de Daryl Dixon" [ Bethyl ]

03 : Sangre

El sol comenzaba a asomarse en el horizonte cuando el grupo finalmente llegó a la iglesia del padre Gabriel. Beth estaba agotada, tanto física como emocionalmente, pero la esperanza de reunirse con el resto del grupo la mantenía en pie. Al acercarse a la iglesia, su corazón latía con fuerza, mezclando el miedo con la anticipación.

-Estamos aquí -dijo Daryl en voz baja, mientras abría la puerta de la iglesia y hacía un gesto para que Beth y Noah entraran primero.

Beth dio un paso dentro y se quedó inmóvil por un momento, sus ojos recorriendo el lugar. La iglesia estaba en silencio, apenas iluminada por la luz de la mañana. Vio a varias figuras dormidas en los bancos y en el suelo, cubiertas con mantas.

-Beth... -susurró Daryl, tocándole suavemente el hombro.

Beth avanzó unos pasos más y entonces lo vio. Maggie estaba allí, dormida junto a Glenn, ambos abrazados. La visión de su hermana mayor hizo que las lágrimas comenzaran a brotar de sus ojos. Se llevó una mano a la boca, tratando de contener un sollozo.

-Maggie... -susurró Beth, apenas audible.

El susurro fue suficiente para despertar a Maggie, quien abrió los ojos lentamente. Al ver a Beth, Maggie parpadeó varias veces, sin poder creer lo que estaba viendo.

-Beth... ¿Eres tú? -dijo Maggie, levantándose rápidamente, con la voz quebrada por la emoción.

Beth asintió, incapaz de hablar por las lágrimas que corrían por su rostro. En un segundo, Maggie corrió hacia ella y la envolvió en un fuerte abrazo. Ambas hermanas se aferraron la una a la otra, llorando de alivio y felicidad.

-¡Beth! ¡Oh, Dios mío, Beth! -sollozó Maggie, acariciando el cabello de su hermana-. Pensé que te había perdido... Pensé que nunca te volvería a ver.

-Estoy aquí, Maggie... Estoy aquí -respondió Beth, su voz ahogada por las lágrimas.

Glenn se acercó rápidamente y también abrazó a Beth, emocionado de ver que la hermana de su esposa estaba viva y a salvo. Pronto, el resto del grupo comenzó a despertarse y se acercaron, rodeando a Beth con abrazos y palabras de bienvenida. Rick, Michonne, Carl y el padre Gabriel se unieron a la conmoción, todos conmovidos por el milagroso regreso de Beth.

Finalmente, Maggie se apartó un poco y miró a Beth con lágrimas en los ojos. -¿Cómo... cómo lograste volver? -preguntó, aún incrédula.

Beth se volvió hacia Daryl, que había estado observando la escena en silencio, con una leve sonrisa en su rostro. -Daryl... Él me encontró. No lo habría logrado sin él y sin Noah.

Maggie dirigió su mirada hacia Daryl, sus ojos llenos de gratitud. Se acercó a él y, sin previo aviso, lo abrazó con fuerza. -Gracias, Daryl. Gracias por traer a mi hermana de vuelta.

Daryl, un poco sorprendido, devolvió el abrazo con torpeza. -Lo haría de nuevo, Maggie. Haría cualquier cosa por mantenerla a salvo.

El padre Gabriel observó con una sonrisa suave en el rostro. -Este es un lugar seguro para todos ustedes. Pueden descansar y recuperarse aquí.

Beth miró a su alrededor, notando por primera vez el entorno. -¿Cómo encontraron este lugar? -preguntó, admirada.

-Es una larga historia -respondió Rick, colocando una mano en su hombro-. Pero lo importante es que ahora estás aquí con nosotros.

Beth asintió, aún asimilando todo. Se volvió hacia Noah y lo abrazó también. -Gracias, Noah. No podría haberlo hecho sin ti.

Noah sonrió, sus propios ojos brillando con lágrimas. -Lo hicimos juntos, Beth.

El grupo se acomodó nuevamente, dándoles espacio a las hermanas para que hablaran. Maggie y Beth se sentaron juntas, sus manos entrelazadas, mientras Maggie seguía acariciando el cabello de su hermana.

-Hay tanto que contar... -dijo Maggie, su voz aún temblorosa.

-Lo sé. Pero ahora mismo, solo quiero estar aquí, contigo -respondió Beth, recostándose contra Maggie, sintiendo la seguridad de su presencia.

En ese momento, el mundo exterior parecía desaparecer, y todo lo que importaba era que estaban juntos, vivos y con la esperanza de un nuevo comienzo.

[ 🦋 ]

Los días en la iglesia del padre Gabriel transcurrían entre la rutina y la incertidumbre, con Beth siendo el faro de esperanza para el grupo, compartiendo risas y momentos con el nuevo miembro del grupo, Noah.

Daryl, por su parte, observaba a Beth desde la distancia con una mezcla de admiración y dolor. Cada vez que la veía junto a Noah, una punzada de moletia le atravesaba. Era difícil para él entender estos sentimientos tan profundos y confusos.

Usa tarde, mientras Daryl revisaba las defensas del perímetro exterior, Carol se le acercó decidida. Había notado la lucha interna de Daryl y decidió abordar el tema directamente.

-Daryl -le llamó Carol con voz firme pero compasiva-. Necesitamos hablar.

Daryl frunció el ceño, sintiéndose incómodo con la conversación que sabía que iba a venir. -¿Qué pasa, Carol? -respondió, intentando ocultar su incomodidad.

Carol se cruzó de brazos, mirándolo con determinación. -Es sobre ella... ¿Quieres hablar de eso?

Daryl se tensó, sintiendo que sus emociones estaban siendo expuestas. -No sé de qué estás hablando -murmuró, evadiendo la mirada de Carol.

Carol suspiró y se acercó más, colocando una mano en su hombro. -Daryl, somos amigos desde hace mucho tiempo. Puedes confiar en mí. Solo quiero ayudarte a entender lo que estás sintiendo.

Daryl apartó bruscamente la mano de Carol, sintiéndose vulnerable. -No tienes idea de lo que estoy sintiendo, Carol. Esto no es asunto tuyo.

Carol lo miró con paciencia. -Lo sé, pero te conozco. Sé que algo te está afectando profundamente. No puedes seguir escondiéndote detrás de esa fachada de dureza.

Daryl frunció el ceño y se volvió hacia ella con furia. -¡No sabes nada! -exclamó, elevando la voz más de lo que pretendía-. Y no me importa lo que pienses. Beth es solo una niñata inmadura que no tiene ni idea de lo que enfrentamos aquí.

Carol arqueó una ceja, sorprendida por la respuesta de Daryl. -¿En serio?.

Beth, quien había llegado unos segundos antes, se quedó quieta, sintiendo su corazón romperse. Sin ser descubierta, se dio la vuelta y se adentró en el bosque, soltándose a llorar. ¿Era eso? ¿Daryl le cuidaba y protegía porque a sus ojos era una niñata inmadura?

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