Cicatrices (anthony bridgerton) ✔️

CAPÍTULO 15

A la mañana siguiente, el cielo que recibió a Penélope estaba lúgubre y con una clara posibilidad de lluvia. Se vistió para el día y se dirigió a la cocina para ver si podía ayudar a Dorothea con el desayuno. En lugar de su abuela adoptiva, fue recibida por su prometido con un delantal alrededor de la cintura mientras sacaba bollitos del horno.

Ella se apoyó contra la puerta y lo miró con aprecio. Tenía una mirada satisfecha en su rostro mientras los inspeccionaba antes de colocarlos en un plato. Se veía tan guapo como siempre y su corazón se calentó al ver la imagen doméstica que formaba. Recordó la noche anterior, cuando había podido ser su fuerza mientras él le confesaba un miedo y necesitaba su consuelo. Iban a ser verdaderos compañeros en la vida, algo que lamentablemente faltaba en el matrimonio de sus padres. Saber que un destino diferente la esperaba lleno de amor y aceptación llenó su corazón de alegría y una amplia sonrisa se extendió por su rostro ante el pensamiento. Permaneció allí mientras lo observaba preparar la tetera sin darse cuenta de su presencia. Su ceño fruncido de concentración, así como la forma en que se veían sus antebrazos desde sus mangas arremangadas, lo hacían aún más atractivo, si es que eso era posible. Y él iba a ser su esposo. Si ella era del tipo que se desmaya (que no lo era), entonces podría ser un charco en el suelo en este momento. Si su madre pudiera verlo ahora mientras se ocupaba de la cocina, se llevaría una gran sorpresa con las cosas que su hijo mayor había aprendido durante su estancia en la cabaña. Puede que tuviera cocineros a su servicio, pero tenía la sensación de que tendrían que hacer espacio para que su patrón se uniera a ellos en la cocina de vez en cuando cuando ella y Anthony se casaran. Se dio la vuelta para recoger las tazas de té y finalmente se dio cuenta de que ella estaba allí observándolo.

Una amplia sonrisa adornó su rostro, así como un ligero rubor al ser captado en acción "Buenos días, mi amor. ¿Dormiste bien después de que te molesté?"

Penélope se apartó del marco de la puerta y le rodeó la cintura con los brazos, mirándolo a la cara con adoración. —Buenos días. No me has molestado, amor. Me alegré de poder consolarte y ser tu fuerza para variar, ya que me has ayudado a superar tantas cosas. Sí, dormí bien, gracias —levantó una mano para alisarle el flequillo de pelo que le caía sobre la frente.

Él tomó su mano y le dio un beso en la palma. —Gracias por cuidarme. Te amo —la besó profundamente y se apartó lentamente, sus ojos marrones cálidos mientras miraban fijamente los azules de ella.

—Te amo —respondió Penélope suavemente. —Parece que has estado muy ocupado esta mañana —observó.

—Me desperté temprano y descubrí que no podía volver a dormir, así que decidí ser útil y preparar el desayuno para dos de mis damas favoritas —sus ojos brillaron de alegría y Penélope se rió entre dientes.

"Te has vuelto muy hábil en la cocina. ¿Qué pensará tu personal cuando quieras cocinar junto a ellos?", arqueó una ceja.

Anthony parecía un poco avergonzado "Espero que no me consideren una molestia. Nuestra cocinera principal, la Sra. Mills en Aubrey Hall, me conoce desde que era un niño. He descubierto que cocinar y hornear es relajante. Y como mi futura esposa me ha demostrado la importancia de priorizar mi vida y no estar consumido por el trabajo", le guiñó un ojo y continuó "Tengo la intención de seguir con este nuevo pasatiempo. Me aseguraré de tener una conversación respetuosa con la Sra. Mills y asegurarle que no tengo la intención de interponerme en su camino, sino que simplemente deseo disfrutar de cocinar o hornear al menos unas cuantas veces a la semana, según lo permita mi horario".

—¿Qué pasa con la casa Bridgerton? ¿La cocinera te permitirá acceder a la cocina? —preguntó Penélope con curiosidad.

—No tengo intención de que vivamos permanentemente en la casa Bridgerton, Pen. Te dije que quería construir nuestra vida en Aubrey Hall o en cualquier otro lugar donde quieras vivir —dijo con seriedad.