31 Bebida

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-Y Bien... ¿Qué fue lo que te hizo elegir esta planta? - El instructor pregunto a Lewis quien se presentó distraído y agitado ante el tramo que realizo corriendo para llegar

-Yo.... Bien, esto.... La elegí simplemente al azar- respondió buscando una manera de seguir adelante

-No puedes engañarme, te tomaste demasiado tiempo, debe de haber una razón por la cual lo elegiste- respondió el instructor quien parecía consciente de las acciones de Lewis

-Bien, lo elegui porque recordé aquel árbol con frutos del cual comí junto con Gri- respondió mientras inspeccionaba el color purpura de la planta que recogió el cual parecía tener un tallo naranja en su raíz con pequeños zarzos que terminaban en espirales.

-Eso explica todo, pero debo decirte que la planta que tomaste es un poco complicada de mantener- el instructor menciono - pero no te preocupes, yo te iré guiando mientras tanto para hacer que se vea bien- Menciono el mismo mientras extendía su mano en señal para que este le diera la planta

Lewis la entrego para después postrar sus manos en su vientre, el instructor luego señalo para que lo siguiera y ambos regresaron a la clase donde este lo instruyo en una mesa con una pequeña maceta cuadrada en donde rebosaba una cantidad decente de una tierra de color marrón cálido parecido al de marte. La clase paso durante una hora de explicaciones y de pequeñas modificaciones y ejercicios que se realizaban tanto en el tallo como en la forma de nutrir a la misma mostrando distintos tipos de formas en como esta misma podía cuidarse. Al finalizar Lewis quedo un poco exhausto, pero suspiro agradecido de no hacer un trabajo físico que lo expusiera de tal manera como lo fue anteriormente, pero en ese momento el pasatiempo no era la prioridad que Lewis tenía en ese momento.

De vuelta de camino al cuarto de Lewis Gri se apartó un poco de su compañero humano el cual parecía incomodo mientras mas tiempo lo sostenía junto a el, este postro sus manos atrás de si y caminó escoltándolo hasta estar a pocos giros de su cuarto.

-Espera...tengo hambre- Lewis dijo parando en seco justo cuando sintió a su estomago rugir tan fuerte que incluso Gri lo escucho

- Oh, claro.... Te acompaño- Gri dijo mientras se sonrojaba ante el evento embarazoso

-No no no, digo..... no gracias...ire solo- Menciono Lewis quien estaba más sonrojado que Gri

Gri suspiro y este lo dejo ir no sin antes alzar la palma de su mano para despedirse de forma breve antes de girarse y regresar por donde vino, sintiéndose algo mal en un modo que no podía comprender el porque, aunque tenia alguna teoría el cual pidiera ser la forma de actuar de Lewis. Mientras tanto, el humano se giro para apresurar su paso hasta la cafetería, este al llegar se sento en una mesa grande vacía como usualmente lo hacia ya que no le gustaba compartirlo, tomo la tableta en sus manos para ordenar y buscar algo nuevo que pudiera gustarle, pero si no lo hacia era común que pidiera aquel pastel de 3 leches que ordenaba como ultima decisión de no querer nada o de ser posible solo un antojo el cual saciar. Pasando por la liste del menú en la tableta digital este decidido irse a la fila de bebidas donde pudo encontrar desde jugos verdes hasta leche o café.

No fue hasta que se sorprendió al ver una orden que debió de incluso agitar la cabeza y tallarse los dos ojos para vislumbrar que podía pedir bebidas alcohólicas, bebidas que en su planeta podía reconocer. Este comenzó a sentirse extrañado ante la decisión de que la nave completa decidiera que fuera una buena idea ponerlo en el menú, pero al ser una nueva especie en la instalación pensó que podría aprovechar para pedir uno, pensando que tal vez los reptiles del lugar no estaban al tanto de los daños que podían implicar a las crías este aprovecho para saciar su hambre de esta bebida ya que paso mucho tiempo desde que probo algo igual pero que incluso aprovecharía para ver si este podía afectar a un bebe. Mientras pedía la orden junto con otra completamente aleatoria pensó en lo que haría, el hecho de encaminarse a buscar una forma de dañar a las crías dentro de el lo hacía sentir un poco paranoico.

El vaso llego, este tenía una tonalidad naranja el cual rebosaba de espuma, era una cerveza común y corriente que Lewis no podía creer ni con sus propios ojos, este lo tomo y le dio un pequeño sorbo. Era un sabor amargo el cual no soporto la primera vez, pero todas las veces que había bebido antes de ser abducido lo hizo dar otro trago cada vez mas largo hasta vaciar por completo el vaso. Este pidió otro sin pensarlo con la boca completamente empapada y fría esperando por más, mientras los dos vasos llegaban Lewis bebía sin parar hasta acabar con tres órdenes de las cuales ni se percató que la comida que pidió al principio había quedado intacta. Este miro los vasos y la comido detenidamente hasta que mirando hacia todos lados se levantó y dejo el asiento para salir rápidamente de la cafetería sin mirar atrás.

Lewis llego a la "guardería" de sus crías el cual estaba tan oscuro que parecía abandonado, al poner el primer pie dentro de la sala este se ilumino para dejar ver la extensa cantidad de "jaulas" en donde se encontrarían sus crías. Este al pararse frente al que había puesto a sus bebes se agacho difícilmente por el peso de su panza y abrió el pequeño cubículo donde sus crías se encontraban. Al hacerlo, los pequeños seres escamosos saltaron hacia su madre abrazándolo en su abdomen y haciéndolo caer de espaldas ante el susto, este trato de levantarse, pero las crías lo sometieron para posteriormente acurrucarse en el. Suspirando agitadamente sintiendo como uno de estos se amamantaba de el hizo que solo se limitara a levantarse lentamente y cargarlos fuera de la sala.

El camino para llegar a su cuarto era difícil ante el peso de sus crías, pero no le molesto en lo absoluto ya que sabía que descansaría luego de entrar y dejar caer a sus pequeños sobre la cama. Desparramándose en las sábanas se quedó completamente inmóvil, durante un largo tiempo volvió a levantarse mientras uno de estos se aferraba a su pierna y es así como llego hasta la tina. Sacando la planta que tenia escondida le arranco las grandes ojas y abrió el grifo, este espero a que se llenara a la mitad para posteriormente cerrarla y asi dejo caer estas para que se remojaran, apoyándose en la esquina de la tina entrecerró los ojos sintiéndose cansado y bostezando supo que era hora de volver a la cama, seria el día de mañana para que pudiera volver a hacer un proceso que seria vital para un plan arriesgado para su salud el cual no debía dejar que nadie mas lo supiera.

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