20. Dolor placentero

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Lewis reposaba calmadamente en la tina, su cuerpo permanecía bajo reposo hundido en agua mientras su vientre rebasaba el mismo dejando expuesto su ombligo, jadeaba mientras se acariciaba lentamente para mitigar el movimiento de sus crías. A mediados de la noche en que comenzó la tortura este pudo entender el funcionamiento de la tina logrando abrir la llave de agua y asi dejar que se drenara, al cerrarlo descubrió que el sonido de líquido exterior era suficiente como para calmar a las crías y hacerlos dejar de moverse por un periodo de tiempo en el cual estos parecían calmarse y dormirse. Sus brazos y su cabeza recargados en el extremo de la tina yacia relajado siendo el primer sentimiento agradable que pudo haber tenido desde mucho tiempo antes de su embarazo. Respiraba profundamente mientras disfrutaba su tiempo de calma en el cual podía dejar su mente volar hasta que Gri había vuelto a entrar al cuarto.

-Ugh... ¿Cuánto tiempo estuve aquí? - se preguntó Lewis

-Dormiste todo el dia en la tina- respondió Gri

Lewis frustrado se levanto con todas sus fuerzas para solo terminar de quedarse arrodillado, Gri con ternura en su rostro lo tomo con sus brazos y lo levanto para posteriormente dejarlo en el suelo para que pudiese caminar.

-Debemos irnos a tus clases de Yoga, necesitas obtener resistencia para soportar mejor el peso-

-oh no, no pienso ir con estos malditos bebes moviéndose dentro de mi, no la voy a pasar bien-

-Si sigues pensando en eso entonces no podrás sobrellevar mas el peso que las crías-

-Lo único que quiero soportar son las contracciones-

El dia había vuelto a comenzar, Gri caminaba de lado de su compañero tomándolo de la mano ya que necesitaba de apoyo para no perder el equilibrio, como siempre al llegar todos le daban la bienvenida a Lewis con pequeñas acaricias a su vientre el cual se sentía mucho más acostumbrado pero nervioso de que las crías despertaran para volver a juguetear en una situación que el describiría como vergonzosa. Al reincorporarse nel a clase, en el salón había cambiado algo que hizo confundir a Lewis, en el techo había varios pares de telas colgadas, algo que le daba un toque gimnasta o de algún tipo de clase de ballet.

El instructor comenzó la clase y todos con brazos y extremidades tomaron las telas colgadas del techo y se sujetaron de las mismas, todas las especies antropomórficas que Lewis podía reconocer parecían adoptar una pose en cuclillas, algo que supo de inmediato lo que debía hacer.

-No no no, no creo poder....si se me rompe....bueno....la-

-¿la fuente? No digas tonterías, recuerda que el proceso es diferente al de tu especie asi que no sabes aun que puede afectarte, ahora sigue, te voy a apoyar – Respondió Gri con seguridad en su compañero

Lewis tomo con miedo las dos cortinas con sus manos mientras Gri con delicadeza lo abrazo de atrás posicionándolo para que se agachase, dejándose colgar Lewis puso todas sus fuerzas en sus piernas para no caerse mientras se sostenía de las cortinas, todos parecían hacer pequeñas sentadillas algo que a Lewis se le dificultaba completamente.

-Bien clase, recuerdan como se debe hacer este ejercicio, déjense colgar en las cortinas y manténganse en cuclillas, así podrán facilitar la salida del bebe mediante el peso que se genera hacia abajo, para que así la abertura pueda expulsar a la cría por la gravedad-

Lewis horrorizado ante la descripción del instructor no tuvo de otra más que intentarlo, sabía que debía hacerlo ya que no quería pensar en lo difícil que sería dar a luz, aún peor siendo que en pocos días será el quien será el que dará a luz pronto. Con el paso del tiempo, jadeaba cansado y asustado, Gri seguía dándole gentiles acaricias desde atrás para calmarlo mientras este tomaba el valor para levantarse y hacer varias sentadillas como el ejercicio debía de hacerse dándose un pequeño respiro cada 5 minutos. Su espalda le dolía y se arqueaba constantemente a la vez que sus nalgas se estiraban y sus piernas perdían fuerza.

Al volver a ponerse en cuclillas, su vientre comenzó a rugir de nuevo mientras comenzaba a sentir de nuevo las contracciones

-Oh no no no, no de nuevo- Lewis comenzó a temblar al mismo tiempo que perdía el agarre de las cortinas -No tengo hambre....no voy a dejar que....-

Gri al notar eso no le importo lo más mínimo y siguió sosteniéndolo mientras esta quería detener el ejercicio, acariciaba su vientre rápidamente para estimular el placer por su cuerpo algo que Lewis rogaba detener.

-no....Gri....detente!

Lewis arqueo las piernas mientras de su parte trasera escurría un líquido transparente y espeso que manchaba sus pantalones, intentaba no gemir mientras escurría lentamente por el piso, sus piernas intentaban con sus últimas fuerzas mantenerse rígidas hasta que estos cayeron rendidos, aprovechando la caída para que Gri lo sostuviera de lastimarse, este se reincorporó y las crías comenzaron a juguetear de nuevo, su miembro comenzaba a pararse cada vez que se mantenía en cuclillas, sonrojado y avergonzado esperando a que nadie lo viera.

-Ya despertaron los preciosos-

-No no no no- Lewis negaba asustado y más avergonzado que nunca

Hasta que por un breve momento un golpe dentro del vientre lo hizo chillar un gemido tan agudo que todos voltearon a verlo. Mientras permanecía en cuclillas el líquido espeso de su vagina interna se había regado por el piso, sus pezones estaba tan puntiagudos que se dibujaban bajo sus prendas. Por un breve momento pudo sentir como sus pezones dejaban salir un pequeño chorro de un líquido blanquecino que cayo y se mezcló con el que yacía en el suelo, ahora estaba lactando.

Todos sorprendidos pero intrigados comenzaron a felicitar a Lewis, este parecía confundido y más avergonzado que antes mientras pensaba repetidamente que la tierra lo tragara y Gri soltó una leve sonrisa mientras abrazaba con cariño a su compañero.

-Lo estás haciendo muy bien, estoy tan orgulloso de ti Lewis- dijo Gri mientras abrazaba fuertemente a su amigo con tal fuerza que hizo que volviera a escurrirle leche de sus pezones derramándose por su brazo y haciendo gemir de nuevo a Lewis.

-Oh, perdóname...me sobrelleve-

Lewis cansado y completamente humillado de nuevo no hicieron más que abrazar a Gri, el orgasmo que sus crías le proporcionaban lo hicieron volver a correrse, Gri no le importo en lo más mínimo y beso la cabeza de su humano.

-No te preocupes, limpiaremos este desastre...por ahora hay que revisar esos pezones-

Lewis volvió a sonrojarse ante tal comentario, pero volvió a ocultar su rostro en el pecho de Gri.

-No puedo parar de correrme Gri, quiero detener esto- Lewis tembló mientras arqueaba y cruzaba las piernas con fuerza

-oh no puedes... y muy pronto no querrás que pare—

Gri tomo a su compañero y se despidió de todos, volviendo sus pasos al cuarto este desnudo a su compañero y le puso prendas nuevas a excepción de los pantalones dejándole ver sus partes íntimas.

-¿Y mi pantalón?-

-oh, es muy probable que te vuelvas a correr y no queremos lavar ropa cada 5 minutos sabes? -

Lewis se limitó a acurrucarse en la tina mientras Gri volvía a abrir el grifo para calamar a su compañero.

-Voy a traerte tu pastel, te gusta la idea

Lewis asintió mientras volvía a gemir y correrse dentro del agua, Gri se fue de la habitación mientras que dejaba a Lewis revolcándose en la tina

-Por favor pequeños...deténganse~ Lewis gemía y rogaba desesperadamente.

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