27 Junta

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Recargándose en la esquina de la cama y estirando los brazos atrás de la nuca, Lewis se levanto jadeando mientras una de sus crías colgada de su pezón el cual mantenía su labio completamente pegado como una sanguijuela chupando leche, este trato de quitárselo, pero al intentar ser delicado por el cuerpo inofensivo de su bebé no tuvo el coraje de forcejear y terminar haciéndole daño a su cría. Algo dentro de él le hacía pensar que no debía hacerle daño por lo que cansado lo sujetara con sus dos manos y como un reflejo comenzó a darle pequeñas palmadas en la espalda.

-(suspiro) ya ya, por favor ya bebiste demasiado- decía amargado mientras trataba de que el bebe se separe de el, algo que no consiguió sino después de estar acusado un largo tiempo.

El placer de amamantar a una cría había transcurrido constantemente de la cabeza a la entrepierna de Lewis como un constante hormigueo combinado con un calor excesivo que lo hacia sudar para posteriormente adaptarse y con el paso del tiempo acostumbrarse a la sensación.

El bebe chupaba y chupaba mientras Lewis jadeaba cansado y acalorado hasta que este se detuvo al tener el suficiente como para volver a dormir en los brazos de su madre. Lewis al percatarse de esto se sorprendió y con algo de asco trato de abrazar el delicado cuerpo oscuro de su cría quien parecía buscar refugio constante en su madre, algo que consiguió al final. Algo que por una especie de reacción su rostro se sonrojo de la ternura el cual trataba de evitar.

Las compuertas se abrieron de nuevo y de este emergió Gri quien estirando el cuello se acerco a su compañero humano para estar a tal distancia en el que los dos pudieran ponerse de acuerdo.

-Hem, ¿estas listo para irnos?- pregunto el reptil

-¿Listo? ¿Para que?- Lewis dudo por un segundo confundido ante lo que Gri trataba de hacerle entender

- Había postulado una cita con los altos mandos para que pudieras hacer... ya sabes... tus cambios-

-Oh.....yo.... lo había olvidado completamente- dijo Lewis apenado, pero entendiendo lo que había olvidado

Gri ayudo a poner la Cría de su compañero junto con los otros dos quienes yacían acurrucados justo a lado de la cama como una pila de cachorros los cuales parecían abrazarse el uno al otro, Gri no pudo contener su voz y soltó una pequeña risa ante la vista tierna que está vislumbrando.

-¿Entonces vamos o no?- Lewis pregunto impaciente mientras esperaba a que el reptil se recompusiera

-Si si si, perdóname- respondió entre risas vergonzosas

Ambos salieron del cuarto con el cuidado de no hacer ruido alguno para que las crías no se asustaran y posteriormente terminaran por llorar ante la ausencia de sus padres, algo que Lewis no entendió a la primera provocando que Gri lo cargara afuera para que no diera pasos fuertes.

-¿Qué fue todo eso?- Pregunto molesto después de que Gri lo soltara en el pasillo

-Las crías van a terminar llorando si no haces silencio-

- ¿Y tu que esperabas? No soy una mujer como para saber que las crías necesiten a su madre todo el jodido tiempo- recalco molesto y aun resentido por haberlo preñado

Después de aquel inconveniente ambos volvieron a partir, esta vez siendo Gri quien volvía a girar el camino, en el trayecto Lewis no pudo sentirse liberado de nuevo al sentir que su vientre aunque estuviese copulado volviera a tomar aquella forma flaca y cómoda que tanto extrañaba de si mismo reflejándolo mientras acariciaba su panza y suspiraba constantemente en forma de alivio, algo que buscaba disfrutar al máximo antes de que este comenzara a volverse una masa abultada que lo volviese a ver gordo y vergonzoso.

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