34. Hogar

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Lewis caminaba en un sendero desértico, donde la luz de una estrella era nula y no había rastro alguno de calor extremo, este estaba siendo acompañado por Gri quien seguía estando decepcionado y con un rostro perdido parecido al de su compañero humano quien, en cierto momento levanto de nuevo la mirara después de un trayecto considerable lejos de la nave en donde habían sido dejados, miro una ciudad industrializada y completamente sumergida en vegetación. Miles de especies caminaban de un lado a otro realizando trabajos pesados llevando paquetes y materiales de un lado a otro mientras el ruido de la maquinaria parecida al de miles de cisternas nucleares trabajaran en conjunto. Para haber sido un lugar industrial este parecía más un sitio abandonado el cual fue consumido por el paso del tiempo y la vegetación y que de alguna manera este seguía en servicio.

Cerca de estos edificios se encontraba un pequeño mercadillo compuesto por varios puestos los cuales parecían vender una colección entera de frutas y vegetales extraños de formas anormales con una apariencia cuestionable para el gusto de un humano, donde otros alisen vagaban de un lado a otro con bolsas, maletas y cargas. Había de mucho más grandes como pequeños, como tentaculares y escamosos parecidos a dinosaurios. De vez en cuando se podía lograr percibir algunos con apariencia mucho más humana mientras había otros que parecían ser híbridos entre aves y roedores vistos en bosques.

No fue que al final del camino se podía distinguir distintos seres los cuales se podían considerar amenazantes como los mal'grim, solo que estos tenían un aspecto menos formal y callejeros, siendo que un reptil de una tonalidad roja, cruzaba los brazos recargado en una pared mientras penetraba su mirada justo en la de Lewis, a lo cual este al darse cuenta se escondió a lado de su compañero para evitarlo.

-A dónde vamos exactamente- dijo Lewis algo desconcertado

-Iremos a una pequeña estancia temporal, es tu castigo por lo que has hecho- Gri menciono a lo cual Lewis paso de tener una mirada preocupada a una malhumorada gruñendo ante tal causa dicha por el

-Déjame en paz con eso, ustedes me obligaban a dar a luz como si yo fuera una máquina que no puede sufrir-

Gri no contesto devuelta ya que sabía que no era un buen momento para discutir aquel asunto, por lo que por siguió a quedarse callado y guiar al humano a su estancia.

Ambos siguieron caminando por el sendero de arena anaranjado mientras las huellas se hacían cada vez más hondas ante la excesiva cantidad de arena con cada paso que daban, aquella textura que rodeaba los suelos termino por mostrar una gran colonia completamente diferente y que desentonaba de la primera en el que habían llegado. Este era una zona residencial compuesto por miles de casas idénticas formadas de estructuras completamente geométricas y rectangulares dándole una sensación de casi perfección imposible de replicar para la arquitectura urbana junto con una una vegetación de ambiente tropical, estos tenían un aura más allá de lo parecido al de edificios egipcios los cuales tenían una textura de una piedra negra y tan reflectante ante las 3 lunas que orbitaban en el planeta.

-Este.... ¿Es el lugar donde vamos a vivir? -

- Bueno, no a vivir completamente, solo será una estadía temporal en el cual necesitaras para reincorporarte a la sociedad de nuestra nave.- respondió mientras ajustaba el arnés de la maleta el cual traía cargando tras de si.

Lewis negó con la cabeza mientras se encogía de hombros para caminar hacia la pared de una de las estructuras.

- No quiero regresar a esa estúpida nave-

-Se que no quieres, pero tenemos que ganar la confianza del uno y del otro, tal vez así puedas adaptarte mejor-

- Te lo he dicho miles de veces, no voy a cambiar mi postura-

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