Capítulo 2

91 16 15
                                    

—Hermano, tráeme una toalla.

El grito de Sasuke pareció hacer eco en el silencioso lugar e Itachi se levantó del sofá dejando su cuaderno sobre el mismo junto al libro del que estaba sacando información.

Su cabeza punzaba dolorosamente por el tiempo que estuvo manteniendo sus ojos fijos en las diminutas letras y su vista ardía de manera desagradable.
Solo quería tirarse en su cama y recuperar las horas de sueño que había perdido al intentar terminar el trabajo que apenas iba a la mitad.

Tomó lo que Sasuke le había pedido y se dirigió hacia el baño, escuchando el sonido del timbre en cuanto sus dedos golpearon la puerta para que el menor abriera.

>>No atiendas, lo haré yo en cuanto salga.—Habló Sasuke una vez que le abrió, tomando la toalla entre sus manos mirándolo por un segundo para recibir un asentimiento.

—Hermano, puedo atender yo.—No notó cuando las manos del menor se cerraron con fuerza sobre la tela que sostenía.— No puedes dejar a las visitas esperando fuera de la casa.—Respondió comenzando a caminar.

—Itachi, espera...

El mencionado hizo caso omiso al pedido de su hermano menor y bajó las escaleras para abrirle a la visita.

Nunca se esperó encontrarse a Naruto de pie esperando por la presencia de su mejor amigo. Mucho menos imaginó que se iba a encontrar con aquel joven tomando la mano de una bonita chica de sonrisa amable.

—Buenas tardes.—Soltó en un susurro y se movió hacia un lado para permitirle la entrada a los recién llegados.— Sasuke está terminando de cambiarse, vendrá en unos minutos. Pueden tomar asiento.

Itachi mantuvo su vista baja en todo momento. No pensaba quedarse junto a la pareja, teniendo en cuenta como su corazón parecía desgarrarse un poco más de lo que lo había hecho cuando aquel rubio terminó con él.

Tomó sus útiles escolares entre sus brazos y sin dirigirle una sola mirada a los presentes, subió las escaleras encontrándose a su hermano de pie justo al final.

—Ita...—Susurró Sasuke.

—Estaré en mi cuarto.—Respondió con una triste sonrisa.

Dolía, pero él ya sabía de la situación.
Itachi tenía el conocimiento de que Naruto había conocido a alguien más. Sabía que aquel muchacho lo había olvidado en poco tiempo y aunque intentó poner nuevamente toda su atención en su trabajo, nada pudo hacer cuando las lágrimas comenzaron a caer mientras resumía la información.

Él lo sabía. Sabía que ya nada volvería a ser como antes. Itachi sabía que a pesar de continuar amándolo como lo hacía, como si aún fueran pareja, nada ocurriría entre ellos nuevamente. Naruto se lo había confirmado a su hermano menor hacía tiempo.

¿Entonces, por qué no podía dejar atrás esa tristeza? ¿Por qué su pecho continuaba punzando? ¿Moriría realmente de un corazón roto como había oído en más de una ocasión?

Se suponía que ya se había hecho a la idea, aún cuando su corazón continuaba latiendo por el joven que le había robado un beso el día en que le obsequió la caja de dulces.

Lo extrañaba. Anhelaba ser él quien estuviera presentándose en el hogar de su hermano tomando la mano de Naruto.
Deseaba ser él quien recibiera la dulce mirada de aquel rubio en su persona. Deseaba ser él quien se sentara a su lado mientras le comentaban a Sasuke sobre como iba su vida conviviendo juntos.

Sin embargo, aquella no era la realidad. Su mente acostumbraba a volar libremente siempre que se trataba de su expareja y aunque quisiera tenerlo a su lado, recibiendo gustosamente los dulces besos que el chico solía darle, no era él quien ocupaba ese lugar ahora.

Amnesia de un examor (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora