Capítulo 6

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Sus ojos negros admiraban el hermoso ramo en sus manos. Las flores, tan delicadas y de un color tan brillante, se encontraban envueltas en un fino papel de color rosa claro que hacía resaltarlas aún más.

Eran sus flores favoritas. Las mismas que su madre le había permitido elegir para el jardín de su hogar cuando solo tenía nueve años y le había pedido ayuda para que se vea todo más colorido.

A una corta edad, no tenía idea sobre el significado de cada flor como Mikoto parecía tenerlo, pero poco le importaba si solo admiraba su belleza, olfateaba su aroma y delineaba los suaves pétalos con la yema de sus dedos. 

—Son hermosas, te lo agradezco.—Su voz salió casi en un susurro. Sus brazos acunaban sin fuerza el ramo de tulipanes rojos que había recibido.

No tenía idea de si su pareja estaba intentando decirle algo con aquel bonito obsequio, siendo que quizás había olvidado alguna fecha importante de su relación, o si solo había decidido regalárselo porque si, pero realmente le agradecía. De todas formas, Itachi estaba seguro de que si llegaban a ser por su aniversario, Naruto se había adelantado, siendo que faltaba una semana para el mismo.

Naruto sonrió, acariciando su mejilla con dulzura antes de unir sus labios en un beso cargado de dulzura y cariño.

Itachi estaba acostumbrado a todo eso. Estaba acostumbrado a los detalles que su pareja tenía con él, a sus abrazos, a sus caricias, y aún así, podría jurar que nunca se cansaría. Porque Naruto lo conocía a la perfección, tanto como Itachi a él.

—¿Por qué me agradeces?—Preguntó con su boca rozando la contraria.— Me gusta darte obsequios y más si se que es algo que te agrada tanto.

Incluso siendo el objeto más pequeño e insignificante que pudiera llegar a encontrar, Naruto se lo conseguiría si su novio lo deseaba.

Itachi no era la clase de joven que prestara atención a los detalles caros. Ya lo había intentado una vez, regalándole para su cumpleaños un reloj que casi había acabado con los ahorros de hace años que Uzumaki tenía y apenas lo había visto usarlo. Y no es que Naruto se lo fuera a reprochar, porque había sido su idea el comprárselo al no tener idea de que le gustaría al azabache.
Aún así, quizás sí le hubiera gustado que lo lleve en su muñeca sin oírlo decir que solo lo utilizaba en momentos importantes porque no quería que se estropeara.

Naruto ya le había hecho saber que aquello lo consideraba una tontería, porque de acuerdo a su pensamiento, algo tan simple como un objeto material se fabricaba para usarse y no dejarlo guardado en un cajón a la espera de que se llene de polvo.
Y quizás el rubio no fue lo suficientemente sincero, pero había intentado que lo comprenda. Quizás con aquellas palabras, solo había intentado hacerle entender que a pesar de no ser algo de valor sentimental, esperaba verlo con él puesto para saber que realmente apreció ese obsequio de su parte.

Toda esa situación había derivado en una pequeña discusión donde ambos, aún como amigos, terminaron enojados el uno con el otro. Porque Itachi había accedido a usarlo, colocándoselo en ese momento para tranquilizar a su acompañante, mientras que Naruto se veía realmente ofendido porque el azabache había tomado aquella decisión solo para que él cerrara la boca.

Naruto no podía comprenderlo del todo en ese entonces, hasta que se hicieron pareja y finalmente pudo entender que, a pesar de que Itachi agradecía aquellos gestos que Uzumaki tenía para con él, el azabache siempre iba a preferir algún obsequio barato, pero con valor emocional. Tal como eran las primeras cartas que su novio le había entregado en su primer año de noviazgo.

Amnesia de un examor (NaruIta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora