Amnesia de un examor (NaruIta)

Capítulo 8

La mirada de Sasuke era de incredulidad y Naruto podía mostrar su vergüenza en cada una de sus facciones.

Debía haberlo esperado... O quizás si lo hizo, por eso en ese momento se mantenía de pie en la entrada del hospital, en completo silencio, mientras su mejor amigo lo inspeccionaba de arriba a abajo.

—Dime que es una jodida broma.—Pidió Sasuke en un siseo. Naruto mordió su labio inferior y apretujó un poco más la pequeña caja negra en sus manos.— Tú mejor que nadie conoce la situación, Naruto, no puedes hacer todo esto cuando sabes que lo lastimarás.

El rubio frunció el ceño con molestia.

—¿Quién fue el que dijo que no debíamos hacer nada que pudiera confundirlo?—Preguntó con sus dientes apretados.— Él aún cree que somos novios y me ha pedido las cartas. ¿Cuál es el jodido problema?—Con un suspiro cansino, comenzó a caminar hacia la puerta de acceso.— Tú también eres parte de la misma mentira. No lo olvides, Sasuke.

El azabache estaba a punto de tirar de su cabello.

Oh, lo sabía muy bien y Naruto no tenía que ir a recordárselo como lo estaba haciendo.
Sasuke nunca decía nada ante las muestras de cariño que había entre su hermano y su mejor amigo, como tampoco lo hacía cuando oía a Itachi hablar sobre Naruto y lo bien que se encontraba su relación.

No podía decirle que no estaban juntos. No podía decirle que simplemente intentaban estar en su mismo barco para que las cosas no empeoren para él.
Sin embargo, ver a su amigo y los gestos que tenía con Itachi, comenzaban a desesperarlo. El temor se hacía presente cada vez más, porque Sasuke sabía que si su hermano mayor recordaba algo o simplemente, lo descubría, sería un golpe demasiado fuerte para él.

—¿Y los tulipanes qué?—Preguntó posicionándose a su lado.— ¿Te los ha pedido también?

Naruto frenó su caminar y observó el ramo que se encontraba en una de sus manos.
No, Itachi no le había hecho ese pedido, pero Naruto era capaz de recordar la ilusión en sus ojos cada vez que le regalaba aquellas hermosas flores.

—¿Qué quieres que haga?—Preguntó cansado.— Solo dime que hacer y no me negaré, lo prometo.

—Tú me afirmaste que no había nada por hacer para recuperar su relación.—Habló en voz baja y aún así, Naruto fue capaz de oírlo.— El golpe será demasiado fuerte cuando caiga en la realidad.

Naruto no quería pensar en eso. No aún.

—No la descubrirá.

—¿Planeas tener a Hinata como tu amante?—Una risa sin gracia escapó de su garganta.— ¿Planeas tener una relación con ella a escondidas? ¿Cómo demonios pretendes que mi hermano no sepa la verdad cuando ahora estás en una relación con alguien más?

—Sasuke, evitaré lasti...

—¡No me digas que evitarás lastimarlo, maldita sea!—Naruto retrocedió un paso al verse interrumpido.— ¡No tienes ni puta idea de lo que mi hermano ha pasado desde que ustedes se separaron!—Tomó aire.— ¡Demonios, Naruto, he sido yo quien lo ha tranquilizado cuando despertaba llorando por ti!—Sus ojos se encontraron con los de su mejor amigo, notando la sorpresa en su rostro.— ¿Cómo carajos me dices que evitarás lastimarlo cuando no tienes ni idea de lo que pasó desde que lo dejaste?

Naruto no respondió. No supo que decirle ante las palabras de Sasuke y el pensamiento de que quizás era demasiado todo aquello, pasó por su cabeza. Quizás sería buena idea solo entregarle las cartas y ya.

—¿Quieres que le diga la verdad?

—Solo no quiero que lo ilusiones de más.—Sasuke se rindió.— No quiero que vuelva a estar mal por su ruptura. Si no tienes pensado el terminar con Hinata, entonces deja de aparentar que sigues enamorado de mi hermano, porque eso solo lo lastimará más de lo que ya lo has hecho.