Las niñas bonitas no lloran, espera ¡Yo no soy una!

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Era tarde, muuuuuuuuuuuy tarde, y Allison seguía durmiendo. Probablemente era, porque la noche anterior prácticamente se había quedado despierta hasta las cuatro de la madrugada, ya que cuando se obsesionaba con algo, no paraba hasta saber todo de ellos, y si no lo hacía, no podía hacer nada, además de pensar de que le pasaba. Por ejemplo, cuando se obsesionó con The Killers, cuando tenía catorce años, había escuchado mas de un millón de veces Read my mind sin aburrirse.

Y bueno, estaba claro que Annabelle significaba una obsesión para ella. Y ahora su hermana, estaba pagándola, ya que ni siquiera se había despertado un poco tarde, era tardísimo.

10:30 am, el despertador sonó

-Changos regordetes -murmuró Allison al ver la hora. Se deshizo de las frasadas de una sola patada, y corrió directamente al baño. Aunque fue solo con la intención de lavarse la cara, los dientes y cepillarse el cabello, una voz en su interior le gritó sin pena -Puerca-, y sin pensarlo dos veces se metió a la ducha.

11:09 am, ya va media hora tarde

-Demonios, demonios, demonios -repetía una y otra vez, mientras se desesperaba cada vez más ¿Qué clase de hermana era? rápidamente fue hacia la puerta de entrada de la casa. Pero al pasar por la cocina, vió una carta.

Y ahí estaba la condenada, esperando ser leída por alguien ¡Estúpida carta! un momento... ¿De dónde había aparecido eso?

Lentamente se acercó a la mesa de granito en donde se encontraba la susodicha, y antes de ponerse a hiperventilar se recordó -puede ser mamá avisando de que soy una mala hermana, solo es ella, no hay nada de que preocuparse- , otro paso más, y llegaba. Solo uno más.

Y llegó.

El teléfono sonó. Contestó

-¿Hola? -sabía perfectamente quien era, esa llamada, siempre le causaba mariposas en el estómago, aunque estuviera en el peor estado del mundo

-Hola Alli -dijo la voz masculina, no tan gruesa era cierto, tampoco era sexy o atractiva del todo. Pero para ella era un coro de ángeles cantándole al oído- Realmente tenemos que hablar, necesito estar contigo, te extraño

-Logan ¡mi Dios! que bueno que llamaste, en realidad yo también pensaba hacerlo -Logan era el primer chico que se había fijado en ella, y no le había juzgado por como era, la entendía. Eso era mucho para ella

-Adoro tu voz, es tan tierna -tierna ¿tierna? ¡tierna! se había esforzado durante años, para que su único novio la encontrara sexy, atractiva, o bonita, pero siempre era eso, siempre era tierna ¡A la mierda lo tierna!

-Sí, ya lo habías mencionado unas cuantas -muchas- veces, también te extraño y todo, pero estoy ocupada en este momento ¿Te apetece que nos encontremos más tarde? Bueno si estás ocupado entiendo. Hablamos mañana. Un beso -Le dijo a Logan, sin dejar ni siquiera que el hable, eso era desagradable, ella lo sabía, pero no podía soportar que otra persona más le diga Para no pensar en aquello, jaló bruscamente la carta esperando encontrar un recibo de luz no pagado, o una carta de su madre diciéndole en que sitio se sentarían en el recitál, pero en vez de eso encontró una foto de una chica bien maquillada, con el cabello castaño y recogído en un perfecto moño, donde decía Annabelle Rumsfeld muerta en 1898, cuando un grupo de campesinos molestos por la falta de dinero la secuestró para pedír una recompensa. Pero al momento de los familiares de la chica no dieran importáncia la mataron, se calcula diez años después, pero dejando a un niño como descendencia, producto de una violación de uno de los secuestradores. Y con letras negras, después de leer lo que no quería oír estaba escrito con la letra aún más molesta: Ya lo ves, ella murió, y no puedes hacer nada.

Y los ojos se le empañaron de lagrimas. No era por la muerte de Annabelle, era más que obvio que ella había muerto muchos años atrás, era porque alguien sabía su secreto y estaba jugando con ella por eso ¡Que miserable!

Recordó que cuando iba a llorar, su madre siempre le decía, las niñas bonitas no lloran.

Pero como ella no era bonita, ni sexy, ni hermosa. Solo tierna, tierna y tierna, se permitió que las lagrimas bajáran lentamente por sus mejillas.

Muchísimas gracias por leer, acabo de ver que tenemos cien leídos, aunque sea solo por la sinopsis, pero no importa ícien son cien! Y para mí significa mucho, que este proyecto tenga tantos lectores, cuando fue publicado hace tan solo dos semanas. Siendo sincera, pensé que iba a tener dos o tres gatos leyendo, pero me sorprende el resultado. Por eso muchas gracias de nuevo. Besos

Cartas Asesinas (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora